THE LATIN VOX (24 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La historia que involucra a la superestrella británica Adele y al compositor brasileño Toninho Geraes ha capturado la atención de los medios internacionales, y no precisamente en el marco de una de sus grandes giras o conciertos. En lugar de estar en un escenario frente a miles de fanáticos, Adele se encuentra en el centro de una controversia legal que podría tener repercusiones significativas en la industria musical global.
El origen de la controversia
Todo comenzó en 2020, cuando Toninho Geraes, un prolífico compositor de samba de 62 años, fue alertado por un amigo sobre las sorprendentes similitudes entre su tema Mulheres (1995), interpretado por el cantante brasileño Martinho da Vila, y la canción Million Years Ago de Adele, lanzada en 2015. Geraes alega que la estrella británica plagió su trabajo, una acusación que rápidamente se convirtió en un escándalo mediático.
El compositor brasileño no buscaba hacer pública la disputa, pero después de varios intentos infructuosos de llegar a un acuerdo extrajudicial, decidió llevar el caso a los tribunales. «No quería que esto se hiciera público, en parte para proteger a Adele. No quiero una pelea, pero intentamos llegar a un acuerdo y nunca respondieron», explicó Geraes.
El juicio y la decisión preliminar
En diciembre de 2023, un juez brasileño emitió una orden preliminar que ordenaba la retirada inmediata de Million Years Ago de todas las plataformas de streaming, incluidas Spotify y YouTube. Esta fue una decisión histórica en Brasil, marcando un hito en la interpretación de los derechos de autor en la música, que sorprendió tanto a la industria como a los fans de la cantante. A pesar de la orden judicial, la canción aún se mantiene disponible en línea, lo que ha generado incertidumbre sobre la evolución del caso.
El 19 de diciembre, Adele y su colaborador habitual, Greg Kurstin, no se presentaron a una audiencia de conciliación programada por el juez, lo que dejó al abogado de Geraes, Fredímio Biasotto Trotta, en una posición incómoda. «No presentaron ninguna oferta», dijo Trotta, quien busca, además de las regalías perdidas, 160,000 dólares americanos en daños morales y un crédito como coautor en la canción de Adele.
Las pruebas de plagio y la disputa de expertos
El equipo legal de Geraes contrató a una banda para grabar ambas canciones –Mulheres y Million Years Ago– en un estudio, tocándolas al mismo tempo y tonalidad. El resultado, según los abogados de Geraes, demuestra lo que ellos consideran un «plagio evidente», señalando similitudes melódicas «casi completas» entre ambas composiciones.
En respuesta, la defensa de Adele ha argumentado que el video fue «manipulado» y que las similitudes entre las canciones son el resultado de una «progresión de acordes cliché» que es común en la música popular.
El abogado de Geraes refutó este argumento, calificándolo de «aberración», y subrayó que si realmente fuera cierto, existirían muchas más canciones similares a Mulheres y Million Years Ago, pero no es el caso.
Un precedente peligroso para la industria musical
La controversia sobre el plagio se ha centrado también en el peligro que podría representar para la industria musical si el caso sienta un precedente. Daniel Campello, un abogado especializado en derechos de autor, advirtió que «una cosa es que dos obras sean similares; otra muy distinta es que sean un plagio».
Según Campello, si este caso se resuelve a favor de Geraes, podría abrir la puerta para que decenas de canciones sean retiradas por meras similitudes, lo que afectaría gravemente la creatividad en la música.
Este no es el primer caso en el que Adele se ve envuelta en una controversia por similitudes con otras canciones. En 2015, fanáticos turcos señalaron que Million Years Ago tenía similitudes con Acilara Tutunmak de Ahmet Kaya, un cantante kurdo de 1985, aunque la viuda de Kaya expresó en su momento que no creía que una estrella internacional como Adele pudiera plagiar una canción deliberadamente.
La posición de Geraes y la respuesta del público
A pesar de la incertidumbre sobre el futuro del caso, Geraes ha declarado que la decisión judicial representa una victoria simbólica para los músicos brasileños. «Esto muestra que nuestras obras no están a merced de cualquiera que quiera manipularlas. Somos un país serio», afirmó el compositor.
Este litigio no solo ha puesto en evidencia una disputa legal entre un gigante de la música y un compositor brasileño, sino que también abre el debate sobre los límites de la originalidad en la música y el valor de los derechos de autor en un mundo cada vez más globalizado.
Mientras tanto, los fans de Adele esperan ansiosos saber cómo se resolverá este conflicto, que no solo tiene implicaciones para la cantante, sino para la industria musical en general. El caso sigue abierto, y las decisiones que se tomen en los próximos meses podrían cambiar para siempre la manera en que las plataformas de streaming y los artistas abordan los derechos de autor en un mundo cada vez más interconectado.
Crédito fotográfico: Fernando Lemos and Niklas Halle’n / AFP