THE LATIN VOX (24 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En una medida que refuerza la seguridad fronteriza y responde a la creciente presión por parte de Estados Unidos, Canadá ha decidido poner fin a la práctica del «flagpoling» para aquellos que buscan permisos de trabajo y estudio.
Esta decisión, anunciada por el ministro de Seguridad Pública David McGuinty, marca un cambio significativo en las políticas migratorias del país y tiene implicaciones tanto para los solicitantes de permisos como para las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
El «flagpoling» se refiere a una práctica en la que los extranjeros con estatus de residente temporal en Canadá cruzan la frontera, solo para regresar inmediatamente a su país de origen con la intención de tramitar su permiso de trabajo o estudio en un puerto de entrada, en lugar de enviar su solicitud directamente a Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC).
De acuerdo con la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA), más de 69,300 personas participaron en este proceso entre abril de 2023 y marzo de 2024, especialmente en las regiones del Pacífico, el sur de Ontario y Quebec.
Este cambio en la política tiene como objetivo agilizar los procesos en los puertos de entrada y permitir que los oficiales de fronteras canadienses y estadounidenses se concentren en las tareas para las que han sido capacitados: la vigilancia y el cumplimiento de las leyes fronterizas.
McGuinty expresó que la medida busca hacer más eficientes las operaciones y mantener la integridad de la frontera compartida entre ambos países. “Un fuerte vínculo entre Canadá y Estados Unidos mantiene el movimiento seguro de personas y mercancías, mientras protege ambos lados de la frontera.
El flagpoling es innecesario y desvía recursos de actividades de cumplimiento críticas”, agregó el ministro de Inmigración, Marc Miller.
Un paso más hacia la seguridad fronteriza y la respuesta a los aranceles de Trump
Esta decisión se produce en un contexto más amplio de fortalecimiento de la seguridad fronteriza en Canadá, especialmente ante la amenaza de aranceles impuesta por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Trump ha anunciado la posibilidad de imponer un arancel del 25% a todos los productos canadienses, argumentando que sus preocupaciones sobre la seguridad fronteriza, los migrantes y las drogas ilegales, como el fentanilo, justifican tales medidas.
En respuesta, el gobierno canadiense ha asignado 1,3 mil millones de dólares en su actualización económica de otoño para mejorar la seguridad en la frontera, lo que incluye la compra de helicópteros y drones para monitorear la frontera compartida y un aumento en los fondos destinados a la CBSA, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), Seguridad Pública de Canadá y el Establecimiento de Comunicaciones de Seguridad de Canadá.
A pesar de la magnitud de esta inversión, los detalles sobre cómo se distribuirán los fondos siguen siendo escasos, lo que ha generado debates internos, como la renuncia de la exviceprimera ministra Chrystia Freeland debido a desacuerdos sobre cómo enfrentar la amenaza de los aranceles.
Excepciones y recomendaciones para los solicitantes
A pesar del fin del flagpoling, la CBSA indicó que en «circunstancias limitadas», se podrá administrar permisos de trabajo y estudio a ciertos individuos que cumplen con criterios específicos, tales como ciudadanos y residentes permanentes de EE. UU., conductores de camiones que necesiten salir de Canadá para trabajar, y profesionales y técnicos bajo acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, México, Chile, Panamá, Perú, Colombia y Corea del Sur. También se harán excepciones para los cónyuges o parejas de hecho de estos profesionales y técnicos.
Para aquellos que no cumplan con estos requisitos, se les indicará que presenten su solicitud directamente ante Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá. La medida busca no solo simplificar los trámites migratorios, sino también optimizar los recursos en un momento en que las relaciones con Estados Unidos están especialmente tensas debido a la amenaza arancelaria.
El futuro de la relación entre Canadá y Estados Unidos
Esta medida de seguridad fronteriza también refleja la estrategia de Canadá para protegerse de las políticas de la administración Trump, que ha sido conocida por su enfoque proteccionista y sus políticas migratorias restrictivas. Si bien el cambio de política en el flagpoling podría afectar a algunos solicitantes de permisos, también demuestra la firme determinación de Canadá por salvaguardar sus intereses nacionales y su relación con Estados Unidos.
En última instancia, esta decisión subraya la importancia de mantener una frontera segura y eficiente, y de asegurar que las políticas migratorias sean claras y justas para todos. Mientras tanto, el gobierno canadiense sigue trabajando en un ambiente diplomático delicado, con la mira puesta en mitigar los efectos de posibles sanciones comerciales y mantener el bienestar económico y social de sus ciudadanos.
Crédito fotográfico: Justin Tang/The Canadian Press