El 9 de enero de 2025, el ex Primer Ministro canadiense Stephen Harper respondió a los comentarios del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien sugirió que Canadá podría convertirse en el 51º estado estadounidense. Harper utilizó sus redes sociales para reafirmar la soberanía y el orgullo nacional de Canadá, compartiendo un mensaje que había pronunciado 13 años atrás: «Cierto cuando lo dije (hace 13 años). Cierto hoy».
En su publicación, Harper incluyó un video del Partido Conservador de Canadá de 2012, en el que destacaba la fortaleza y libertad de la nación canadiense. Aunque no mencionó directamente a Trump ni sus recientes declaraciones sobre la posible anexión de Canadá, la intención de su mensaje fue clara: reafirmar la independencia y el carácter distintivo de Canadá.
Las declaraciones de Trump, en las que insinuó que Estados Unidos podría utilizar «fuerza económica» para persuadir a Canadá de unirse como estado, generaron reacciones en todo el espectro político canadiense. El primer ministro de Ontario, Doug Ford, calificó la idea de «ridícula» y una «pérdida de tiempo», instando a ambas naciones a colaborar para enfrentar amenazas económicas globales, especialmente las provenientes de China.
Por su parte, la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, emitió un comunicado tras una reunión virtual con otros líderes provinciales, expresando una oposición unánime a la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos. Smith enfatizó la importancia de la relación comercial entre Canadá y Estados Unidos, destacando que ambos países se benefician mutuamente de este intercambio. Además, propuso aumentar la producción y exportación de petróleo canadiense hacia Estados Unidos como una estrategia para fortalecer la colaboración económica bilateral.
La relación entre Canadá y Estados Unidos ha sido históricamente sólida, caracterizada por una cooperación económica y política significativa. Sin embargo, las recientes declaraciones de Trump han generado inquietud en sectores políticos y económicos canadienses, que temen posibles medidas proteccionistas o arancelarias que puedan afectar negativamente la economía del país.
En este contexto, líderes canadienses han manifestado su intención de asistir a la inauguración presidencial en Washington D.C. y de mantener reuniones con sus contrapartes estadounidenses para abogar por los intereses de Canadá y promover una relación económica sólida y equitativa. La unidad y determinación mostradas por los líderes provinciales reflejan la importancia de la soberanía nacional y la defensa de los intereses canadienses en el escenario internacional.