Libia deporta a 600 nigerianos en un viaje a través del desierto

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THE LATIN VOX (10 de Enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Más de 600 migrantes nigerianos han sido deportados de manera forzosa desde Libia en lo que se considera una de las expulsiones más grandes conocidas hasta la fecha. El grupo, compuesto por 613 personas, fue transportado en camiones a través del desierto, hasta llegar a la ciudad de Dirkou, en Níger, a principios de esta semana. Esta acción ha sido descrita como una de las más peligrosas y traumáticas para los migrantes, muchos de los cuales habían llegado a Libia en busca de trabajo y mejores condiciones de vida.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirmó la llegada de los deportados, que fueron parte de una gran redada ejecutada por las autoridades libias en el último mes. Según la ONG Alarm Phone Sahara, que ha estado monitoreando la situación de los migrantes en la región, esta expulsión es un evento sin precedentes en su magnitud. “Hubo una expulsión de 400 personas el pasado julio, pero este convoy representa la mayor cantidad de personas deportadas en un solo viaje,” comentó Azizou Chehou, portavoz de la organización.

Este masivo éxodo de migrantes ha puesto nuevamente sobre la mesa la crítica situación de los derechos humanos en Libia, un país que ha sido señalado por organizaciones internacionales debido a los abusos sistemáticos contra los migrantes.

El contexto de estas expulsiones ocurre en un momento en que la Unión Europea ha sido acusada de externalizar la violencia y la represión migratoria al norte de África, con el fin de reducir el número de cruces en el Mediterráneo hacia Europa. Italia, por ejemplo, ha firmado acuerdos con Libia y Túnez para reducir las llegadas de migrantes, lo que ha logrado disminuir en más de la mitad el número de personas que han arribado a sus costas en comparación con el año pasado.

El viaje del horror: Migrantes ccnvertidos en “presas” del desierto

Según testigos y organizaciones como Alarm Phone Sahara, el viaje a través del desierto del Sahara entre Libia y Níger ha sido descrito como “peligroso y traumático”. En pleno invierno, las bajas temperaturas del desierto, combinadas con el hacinamiento en los camiones, hacen que las condiciones sean insoportables para los deportados.

Las peleas por encontrar un lugar cómodo en el camión son comunes, lo que aumenta el riesgo de lesiones graves. “Las personas llegan a Agadez [en Níger] en un estado lamentable”, señaló Chehou, quien resaltó que los migrantes sufren no solo las condiciones extremas del viaje, sino también la angustia emocional del desarraigo forzoso.

Las raíces de una crisis: La política migratoria de Libia y la UE

Jalel Harchaoui, experto en Libia del Royal United Services Institute, destacó que las redadas y expulsiones masivas de trabajadores extranjeros son una práctica común en el sur de Libia, y aunque este fenómeno tiene su origen en tiempos del dictador Muamar Gadafi, la diferencia radica en la magnitud de esta expulsión y en la retórica empleada por las autoridades libias.

Harchaoui advirtió que el discurso del Ejército Nacional Libio, liderado por el mariscal Khalifa Haftar, a menudo demoniza a los extranjeros, especialmente a aquellos provenientes de África subsahariana, como los nigerianos.

Libia ha sido históricamente un destino de migrantes económicos provenientes de países como Níger, Malí y Chad, quienes buscan trabajo en sectores como la agricultura, la construcción y el comercio. Sin embargo, muchos de estos migrantes también planean llegar a la costa libia para embarcarse en los barcos de los traficantes, con el sueño de alcanzar Europa.

La situación en Libia refleja las fallas estructurales de una política migratoria europea que ha externalizado las consecuencias de la represión y el sufrimiento a países como Libia, donde las condiciones de los migrantes son deshumanizantes.

La denuncia de organizaciones como Refugees in Libya es contundente: esta expulsión es solo un ejemplo de cómo Europa ha optado por “externalizar la crueldad”, abandonando a los migrantes a su suerte en un territorio inestable y peligroso.

David Yambio, portavoz de la ONG, acusó a líderes europeos de respaldar este tipo de políticas, que no solo exponen a los migrantes a peligros inminentes, sino que también contribuyen a su invisibilización y sufrimiento.

La respuesta internacional y el futuro de los migrantes

El Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, ha expresado su preocupación por la creciente cantidad de deportaciones desde Libia y ha asegurado estar lista para brindar apoyo a las personas que necesiten protección internacional. Sin embargo, la situación en el terreno sigue siendo crítica, y la comunidad internacional se enfrenta a una difícil disyuntiva entre la defensa de los derechos humanos y la presión por frenar los flujos migratorios hacia Europa.

Mientras tanto, las autoridades libias continúan con las deportaciones, sin una política clara ni una respuesta oficial que aborde la magnitud del problema. En un contexto de creciente militarización en el sur de Libia, los migrantes siguen siendo víctimas de un sistema que parece no tener reparos en hacer de ellos “un problema externo” para que otros países resuelvan a través de la represión.

En definitiva, las recientes expulsiones de migrantes nigerianos son un reflejo de una crisis humanitaria que exige una respuesta global. La intervención de Europa, más allá de acuerdos diplomáticos y financieros, es ahora más urgente que nunca para frenar las violaciones de derechos humanos y ofrecer soluciones que respeten la dignidad de las personas que huyen de la pobreza, la violencia y la persecución.

Crédito fotográfico: Issouf Sanogo/AFP/Getty Images


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