THE LATIN VOX (11 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Meta, la gigante tecnológica que opera plataformas como Facebook e Instagram, ha anunciado la eliminación de sus programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) apenas unos días antes de la investidura del presidente electo Donald Trump.
Esta decisión se produce en un contexto de transformaciones políticas y sociales, y se alinea con movimientos similares de otras grandes corporaciones que están dando marcha atrás en sus esfuerzos por promover la diversidad dentro de sus estructuras.
La noticia llegó tras un anuncio previo de Meta, donde la compañía reveló que también pondría fin a sus iniciativas de verificación de hechos. En un comunicado interno, la compañía explicó que la decisión de suspender sus programas DEI responde a los cambios en el panorama legal y político que afectan estos esfuerzos en los Estados Unidos, mencionando en particular las recientes decisiones de la Corte Suprema y las tensiones que algunos sectores perciben en torno a los conceptos de diversidad y equidad.
Janelle Gale, vicepresidenta de recursos humanos de Meta, señaló que se pondrán fin a varios programas dirigidos a grupos minoritarios, como el “Diverse Slate Approach”, que promovía la contratación de personas de diversas razas y géneros, y las metas de representación, que formaban parte de los esfuerzos por garantizar una mayor diversidad dentro de la fuerza laboral.
A pesar de que la empresa había logrado avances en la inclusión de empleados negros e hispanos, alcanzando dos años antes de lo previsto un aumento en su representación, ahora la compañía se desvincula de estas iniciativas.
Además de cesar los programas internos de equidad e inclusión, Meta también ha decidido disolver su equipo enfocado en DEI y suspender sus esfuerzos para fomentar la diversidad entre sus proveedores. El enfoque, que estaba orientado a apoyar a empresas propiedad de personas de diversas razas y etnias, será reemplazado por una estrategia centrada en respaldar a pequeñas y medianas empresas.
Este cambio de rumbo coincide con la creciente presión que muchas compañías están enfrentando en torno a sus programas de diversidad. En las últimas semanas, se ha visto un patrón de retrocesos en iniciativas similares por parte de empresas como McDonald’s, Walmart, Ford y Lowe’s. Estos movimientos, aunque no siempre en la misma dirección, reflejan una creciente resistencia a los esfuerzos de diversidad, especialmente entre los sectores más conservadores.
Lo que llama la atención, sin embargo, es que esta decisión ocurre en un momento en el que incluso las propias plataformas de Meta, alimentadas por inteligencia artificial, han resaltado la necesidad de un equipo más representativo. En un comentario reciente, un perfil de IA de la empresa llamado Liv, de identidad negra, cuestionó la falta de creadores negros en el equipo responsable de su desarrollo, destacando que un equipo compuesto exclusivamente por hombres blancos carece de la perspectiva necesaria para crear personajes auténticos y respetuosos con la diversidad racial.
El giro estratégico de Meta también se produce en un contexto político cada vez más polarizado, donde el presidente de la compañía, Mark Zuckerberg, ha mostrado una cercanía con Donald Trump, incluso comprometiendo una donación de un millón de dólares a la inauguración del presidente electo. Esta decisión se suma a la incorporación de Dana White, un aliado cercano de Trump, al consejo de administración de Meta, lo que ha generado una nueva ola de controversias en torno a las políticas internas de la empresa.
La eliminación de los programas DEI en Meta es solo uno de los muchos ejemplos de cómo las grandes corporaciones están navegando un entorno cada vez más dividido sobre el valor y la implementación de políticas de diversidad e inclusión. Mientras que algunos sostienen que estos programas son esenciales para crear espacios laborales más justos y representativos, otros los consideran una carga innecesaria o una imposición ideológica.
A medida que los debates sobre la diversidad, la equidad y la inclusión continúan, el futuro de estas iniciativas en el ámbito corporativo parece más incierto que nunca. Sin embargo, el fin de los programas de DEI de Meta subraya un cambio significativo en la forma en que las empresas enfrentan las tensiones políticas y sociales actuales, y cómo estas decisiones pueden tener un impacto directo en las dinámicas laborales y en la percepción pública de las grandes corporaciones.
El tiempo dirá si otras compañías seguirán el mismo camino que Meta o si la lucha por una mayor inclusión continuará siendo un objetivo prioritario en el sector tecnológico y más allá.
Crédito fotográfico : The New York Times