THE LATIN VOX (11 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El sistema de salud de Quebec sigue siendo uno de los puntos más críticos en la provincia, y las salas de emergencia (ER) continúan siendo un reflejo de las deficiencias que se arrastran desde hace décadas. Sin embargo, tras asumir el control de la red de atención sanitaria de Quebec el 1 de diciembre de 2024, la nueva corporación pública Santé Québec ha comenzado a implementar cambios destinados a aliviar la sobrecarga en estos centros de atención esencial.
Durante la última temporada navideña, los hospitales de Quebec, especialmente en Montreal, enfrentaron niveles extremos de saturación. El viernes al mediodía, las ERs estaban funcionando a una capacidad promedio del 133%, con algunos hospitales como el Royal Victoria del McGill University Health Centre alcanzando un impresionante 179%, y el Jewish General Hospital sobrepasando incluso el 200% de su capacidad.
Frédéric Abergel, vicepresidente de operaciones de Santé Québec, explicó que una de las prioridades de la nueva corporación es garantizar que los pacientes tengan acceso oportuno a médicos de atención primaria, con el fin de reservar las ER para emergencias verdaderas. “Sabemos que no es una situación ideal, pero lo más importante es que nuestros equipos estén capacitados para encontrar soluciones lo más rápido posible”, afirmó Abergel durante una rueda de prensa.
A pesar de los desafíos, Santé Québec ha logrado algunos avances. Los datos presentados por Abergel muestran que, entre el 28 de diciembre y el 8 de enero, las tasas de ocupación de las ERs fueron un 7% menores que en el mismo período del año anterior, a pesar de un aumento del 1% en el número de pacientes. Este pequeño descenso en la presión sobre las salas de emergencia refleja esfuerzos por redistribuir los recursos y cambiar la dinámica de atención.
Una de las estrategias clave ha sido mejorar la atención a pacientes que recurren frecuentemente a las ERs, como aquellos con enfermedades crónicas, diabetes, insuficiencia cardíaca o problemas de salud mental. Además, Santé Québec está trabajando para distribuir la demanda de atención médica de manera más equitativa a lo largo de la semana, evitando sobrecargar los hospitales en días específicos, y está implementando recursos adicionales para pacientes mayores, un grupo particularmente vulnerable.
A pesar de estos esfuerzos, algunos médicos de urgencias siguen siendo escépticos. Guillaume Lacombe, vicepresidente de la asociación provincial de médicos de urgencias, señaló que, si bien reconoce los intentos de transparencia de Santé Québec, los números provinciales pueden no reflejar la gravedad de la situación en Montreal y áreas circundantes.
Lacombe afirmó que en estas zonas, las ERs siguen operando al borde del colapso. “Lo que escuchamos en el terreno es que la situación no es mucho mejor que el año pasado”, comentó, y cuestionó si era el momento adecuado para que Santé Québec aplicara recortes presupuestarios, considerando la presión constante en los hospitales.
La situación de las ERs en Quebec sigue siendo una de las mayores preocupaciones para los ciudadanos y profesionales de la salud. Aunque los esfuerzos de Santé Québec marcan un paso positivo, el camino hacia la mejora real y sostenible parece ser largo.
La comunidad médica continúa instando a que se realicen inversiones significativas en el sistema de salud para evitar que los pacientes más vulnerables sigan colapsando las salas de emergencia. Sin un cambio estructural que aborde las causas subyacentes de la sobrecarga, es probable que las soluciones temporales sigan siendo insuficientes para garantizar una atención de calidad para todos.
Crédito fotográfico: PC/Jacques Boissinot