THE LATIN VOX (12 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Los incendios forestales en California han desatado no solo una devastación ambiental y humana, sino también un intensificándose de la polarización política entre el gobernador Gavin Newsom y el presidente electo Donald Trump. Esta batalla, que ya lleva años, se intensificó cuando las llamas consumieron partes de Los Ángeles, desbordando las capacidades locales de respuesta y enfrentando a los líderes políticos de la nación.
El viernes pasado, Newsom, el gobernador demócrata de California, intentó una tregua en su prolongada disputa con Trump. En un gesto aparentemente conciliatorio, invitó al presidente electo a visitar la ciudad para observar la magnitud de la tragedia y reunirse con los primeros respondedores, bomberos y afectados por los incendios.
«En el espíritu de este gran país, no debemos politizar la tragedia humana ni difundir desinformación desde la línea de banda», escribió Newsom en una carta a Trump, instando a la unidad y colaboración para asegurar una respuesta federal eficiente y una pronta recuperación para los damnificados.
Sin embargo, la tregua fue fugaz. Menos de 24 horas después, Newsom retomó su postura crítica hacia Trump. En una entrevista con el podcast Pod Save America, descalificó las afirmaciones del presidente electo de que el agua se estaba reteniendo en el sur de California para proteger al pez delta smelt, una especie en peligro de extinción.
Newsom calificó esta acusación de «delirante» y afirmó que formaba parte de una narrativa “ignorante” que Trump ha promovido durante años. La preocupación del gobernador de que Trump podría intentar retener los fondos federales de ayuda también fue clara, mencionando ejemplos previos de cómo el presidente había afectado la ayuda en otras regiones como Puerto Rico y Georgia.
El choque entre ambos líderes políticos no es algo nuevo. Desde 2018, después de que los incendios arrasaran con Malibú y Paradise, Trump ha arremetido contra California y su manejo de los incendios, acusando a Newsom y a otros líderes demócratas de una «mala gestión» de los bosques.
En esa ocasión, Newsom defendió los esfuerzos de prevención de incendios de California y criticó al gobierno federal por no hacer lo suficiente. La narrativa del presidente electo, que culparía la crisis a políticas de gestión forestal y no a cambios climáticos, ha generado tensiones continuas.
Recientemente, Trump volvió a atacar al gobernador en su red social Truth Social, acusándolo de ser responsable de los incendios y exigiendo su renuncia. «Una de las mejores y más hermosas partes de los Estados Unidos está ardiendo hasta los cimientos.
¡Todo es culpa de Gavin Newscum, quien debería renunciar!», expresó el presidente electo. Además, Trump sugirió que Newsom había fallado al no firmar una declaración para restaurar el flujo de agua que, según él, habría mitigado los incendios al permitir que millones de galones de agua fluyeran hacia el sur de California.
Por su parte, el congresista republicano Warren Davidson, de Ohio, también instó a retener la ayuda federal a California hasta que el estado reforme sus prácticas de gestión forestal. Este tipo de acusaciones y exigencias continúan polarizando el debate, mientras las llamas siguen arrasando con comunidades enteras.
A nivel federal, la respuesta de la administración Biden fue rápida. El presidente aprobó una declaración de desastre para el sur de California, comprometiendo al gobierno a cubrir todos los costos de gestión de incendios y eliminación de escombros durante seis meses. Newsom agradeció el apoyo del presidente demócrata, destacando que esta acción reflejaba la colaboración que California necesita con cualquier administración federal.
Sin embargo, el espectro de una batalla continua entre ambos líderes se cierne sobre el futuro. Trump, mientras tanto, sigue impulsando su agenda energética «America First» y nombró a un asesor ambiental que promueve la energía no renovable, anticipando más disputas con el estado de California que ha avanzado firmemente hacia políticas más ecológicas bajo el liderazgo de Newsom.
En un giro aún más personal, las tensiones entre Newsom y Trump no solo son políticas. Newsom estuvo casado con Kimberly Guilfoyle, quien luego mantuvo una relación con Donald Trump Jr. La cercanía de estos vínculos ha añadido un matiz de rivalidad personal a la guerra política.
En última instancia, mientras California lucha por contener los incendios y mitigar los efectos de un clima cada vez más extremo, las disputas entre los líderes políticos continúan alimentando la polarización. En lugar de centrarse en la tragedia humana y ambiental, la política parece estar tomando el protagonismo, dejando a los californianos atrapados en medio de un fuego tanto literal como figurado.
Crédito fotográfico: AP/ ABC News