En el panorama político canadiense, Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, ha emergido como una figura central al proponer la exclusión de México del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sus declaraciones han generado un intenso debate sobre el futuro de las relaciones comerciales en América del Norte.
El 26 de noviembre de 2024, Poilievre afirmó su disposición a negociar un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos, dejando fuera a México. «Solo me preocupa Canadá, quiero poner a nuestro país primero. Estados Unidos es responsable del 60% de nuestro comercio. Tenemos más comercio con Estados Unidos que con el resto del mundo combinado. Haré lo que sea necesario para preservar y proteger esa relación por encima de las otras», declaró Poilievre.
Estas declaraciones se produjeron poco después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara su intención de imponer aranceles del 25% a los productos procedentes de Canadá y México, como represalia por el flujo de drogas e inmigrantes.
La postura de Poilievre ha encontrado eco en otros líderes canadienses. Doug Ford, jefe de Gobierno de Ontario, sugirió que México debería ser expulsado del T-MEC por abrir sus puertas a las inversiones chinas.
Por su parte, el primer ministro Justin Trudeau, aunque inicialmente reticente, ha señalado que su prioridad es defender los intereses canadienses, sin descartar la posibilidad de renegociar acuerdos comerciales.
En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha defendido la integración comercial y ha desmentido las acusaciones de que México actúe como una «puerta trasera» para productos chinos. Sheinbaum ha enfatizado la importancia de la colaboración trilateral y ha expresado su disposición a dialogar para resolver diferencias.
La revisión del T-MEC está programada para 2026, pero las tensiones actuales podrían adelantar las negociaciones. La posible exclusión de México del tratado tendría implicaciones significativas para las economías de los tres países, afectando cadenas de suministro y relaciones comerciales establecidas.
La postura de Poilievre refleja una tendencia hacia políticas más nacionalistas en Canadá, priorizando los intereses económicos nacionales en un contexto global cada vez más competitivo. A medida que se acercan las elecciones canadienses de 2025, estas discusiones sobre el T-MEC y las relaciones comerciales con Estados Unidos y México serán temas centrales en el debate político.