THE LATIN VOX (23 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Las recientes declaraciones del expresidente de EE.UU., Donald Trump, sobre el Canal de Panamá han avivado viejas tensiones y han puesto de nuevo sobre la mesa las preocupaciones sobre la influencia de China en este estratégico punto de conexión entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Trump ha insistido en que China está “operando” el canal, un comentario que ha causado confusión y generado alarma. Sin embargo, ¿cuál es la verdad detrás de estas acusaciones? ¿Qué papel juega China en la gestión del canal?
Un Canal de Gran Historia y su transferencia a Panamá
El Canal de Panamá, con sus 82 kilómetros de longitud, es un ícono de la ingeniería y un eje crucial para el comercio mundial desde su inauguración a principios del siglo XX. Originalmente bajo control de Estados Unidos, el canal fue transferido a Panamá en 1977 tras un tratado que garantizaba su neutralidad y el libre paso para todos los países. Desde entonces, Panamá ha sido el responsable de su gestión, asegurando que ningún país ejerza control externo directo.
En 2021, Panamá renovó su contrato con Panamá Ports Company, la empresa encargada de operar los puertos de Balboa y Cristóbal, ubicados en los extremos del canal. Este acuerdo no significa que Panamá haya cedido el control del canal, sino que ha optado por delegar la operación de sus puertos a empresas extranjeras mediante concesiones.
¿Qué relación tiene China con el Canal de Panamá?
Las acusaciones de Trump sobre el control chino del canal parecen referirse a Hutchison Ports, una empresa con sede en Hong Kong, que opera los puertos de Balboa y Cristóbal desde 1996, bajo una concesión otorgada por el gobierno panameño. Hutchison Ports es una filial del conglomerado CK Hutchison Holdings, dirigido por el magnate Li Ka-shing. Sin embargo, aunque Hutchison opera los puertos, no posee la infraestructura del canal ni tiene autoridad sobre su funcionamiento global.
Trump parece referirse a la presencia de Hutchison Ports como un vínculo con China, dado que la empresa es parte de un conglomerado de origen hongkonés, a menudo vinculado con los intereses de China. No obstante, en 1999, el Departamento de Estado de EE.UU. ya había investigado la posibilidad de que China ejerciera influencia sobre el canal, concluyendo que no existían pruebas de control directo por parte de Pekín.
Respuestas de China y Panamá
China, a través de su portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, ha desmentido las acusaciones de Trump, reiterando que “China no participa en la gestión ni operación del canal y nunca ha interferido en sus asuntos”. Por su parte, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha reafirmado que el Canal de Panamá sigue siendo completamente panameño y que su gestión se mantiene bajo el principio de neutralidad que rige desde su transferencia en 1977.
Ante las amenazas de Trump, las autoridades panameñas han tomado acciones firmes, presentando una queja ante las Naciones Unidas y defendiendo su soberanía sobre el canal. Además, el gobierno de Panamá ha iniciado una auditoría detallada a Hutchison Ports para asegurar que la concesionaria cumpla con todos los acuerdos y se mantenga la transparencia en el uso de los recursos públicos.
El contexto geopolítico y económico
Las declaraciones de Trump y su insistencia en la presencia de China en el canal se enmarcan dentro de una dinámica geopolítica más amplia. En 2017, Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán y estableció vínculos con Pekín, un cambio que generó preocupación en Washington sobre la creciente influencia de China en América Latina. La iniciativa de la “Franja y la Ruta” de China, que busca expandir sus infraestructuras globales, ha intensificado estos temores, especialmente en América Latina, una región clave para China.
Sin embargo, algunos analistas consideran que las acusaciones de Trump no están tanto motivadas por una preocupación por la operación del canal, sino por la intención de frenar la creciente presencia diplomática y económica de China en la región. La retórica de Trump podría interpretarse como una estrategia para presionar a Panamá a reducir sus relaciones con Pekín o incluso como una táctica de negociación más amplia.
El futuro del Canal de Panamá
A pesar de las tensiones y las acusaciones, el Canal de Panamá sigue siendo fundamental para el comercio global. Su ubicación estratégica lo mantiene como un punto clave para el tránsito de mercancías entre los océanos Atlántico y Pacífico. Con el crecimiento continuo del comercio internacional, es probable que el canal continúe siendo objeto de debate político y geopolítico, pero la soberanía de Panamá sobre el canal sigue siendo un hecho incuestionable.
El Canal de Panamá, como símbolo de la independencia de Panamá, sigue siendo de vital importancia no solo para la región, sino para la economía global. Su gestión refleja un delicado equilibrio entre la cooperación internacional y la defensa de la autonomía panameña, algo que aún parece difícil de aceptar para algunos actores políticos en Washington.
En conclusión, las acusaciones de Trump sobre el control de China del Canal de Panamá carecen de fundamento. Aunque existe una presencia de una empresa de origen hongkonés, Hutchison Ports, que opera los puertos de Balboa y Cristóbal, el canal sigue siendo administrado completamente por Panamá, en cumplimiento con los principios de neutralidad establecidos desde su transferencia en 1977.
Crédito fotográfico: Freight Waves