
El 23 de febrero de 2025, Alemania celebró elecciones federales anticipadas tras la disolución del gobierno de coalición liderado por el canciller Olaf Scholz.
Los resultados preliminares indican una victoria para la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Friedrich Merz, obteniendo aproximadamente el 28.5% de los votos. Sorprendentemente, Alternativa para Alemania (AfD), partido de ultraderecha encabezado por Alice Weidel, se posicionó en segundo lugar con un 20.8%, duplicando su porcentaje respecto a las elecciones anteriores. El Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz cayó al tercer puesto con un 16.4%, seguido por Alianza 90/Los Verdes con un 11.6%. La Izquierda (Die Linke) logró un 8.8%, superando el umbral del 5% necesario para obtener representación parlamentaria.
La participación electoral fue notablemente alta, alcanzando el 82.5%, la más elevada desde la reunificación alemana.
Friedrich Merz, líder de la CDU, ha expresado su intención de formar un gobierno de manera expedita, buscando una mayoría parlamentaria estable. Por su parte, Olaf Scholz ha reconocido la derrota y ha instado a la CDU a no colaborar con la AfD, enfatizando la importancia de mantener un cordón sanitario alrededor de la ultraderecha.
Estos comicios reflejan una creciente polarización en el panorama político alemán, con un notable ascenso de fuerzas ultraderechistas y un debilitamiento de los partidos tradicionales. La formación de una coalición de gobierno se anticipa compleja, posiblemente requiriendo negociaciones prolongadas entre múltiples partidos para asegurar una mayoría funcional en el Bundestag.