
THE LATIN VOX (28 de febrero del 2025).- Por Kael Ponce de leon Garcia.
En medio de la creciente tensión comercial entre Canadá y Estados Unidos, una pequeña pizzería en Toronto ha tomado una postura firme que está resonando en todo el país. La decisión del dueño de la pizzería de boicotear productos estadounidenses ha encendido un movimiento nacionalista que se extiende más allá de las fronteras de su local, convirtiéndose en un símbolo de la resistencia canadiense contra las políticas arancelarias impuestas por la administración Trump.
El conflicto comenzó cuando el presidente Donald Trump anunció la imposición de aranceles del 25% sobre una amplia gama de productos canadienses, incluyendo automóviles y piezas de automóviles, y del 10% sobre el petróleo y el gas natural. Esta medida, que entró en vigor el pasado martes, ha sido respondida con reciprocidad por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien anunció aranceles equivalentes sobre productos estadounidenses por un valor de 30 mil millones de dólares.
En respuesta a estos aranceles, ha surgido un movimiento en Canadá que promueve el boicot a productos estadounidenses. Aplicaciones de escaneo de códigos de barras han aparecido en el mercado para ayudar a los consumidores a evitar productos estadounidenses en los supermercados. Este movimiento ha sido impulsado por un sentimiento de patriotismo económico, con llamados a apoyar productos y servicios canadienses en la medida de lo posible.
La pizzería en Toronto, propiedad de un ciudadano canadiense, ha decidido unirse a este movimiento al eliminar todos los productos estadounidenses de su menú. Desde ingredientes hasta bebidas, el local ahora solo ofrece productos de origen canadiense. Esta decisión ha sido bien recibida por la comunidad local, que ve en ella una forma de apoyar a la economía nacional en tiempos de incertidumbre comercial.
El impacto del boicot no se limita a la pizzería en Toronto. En todo Canadá, los consumidores están optando por productos nacionales, y las ventas de productos estadounidenses han comenzado a disminuir. Este cambio en el comportamiento del consumidor ha sido impulsado por aplicaciones móviles que facilitan la identificación de productos estadounidenses en los estantes de los supermercados.
El boicot también ha tenido repercusiones en otros sectores. La comunidad hispana en Estados Unidos ha lanzado un boicot contra grandes cadenas minoristas como Walmart, Target y Best Buy, en respuesta a la eliminación de productos mexicanos de sus estantes. Este movimiento, denominado «El apagón económico de 24 horas» o «Freeze Latino Movement», busca no solo afectar las ventas de estas grandes cadenas, sino también fomentar el apoyo a pequeños minoristas y empresas locales.
En el contexto del vino, Canadá ha intensificado el boicot a los vinos estadounidenses, con provincias como Ontario alentando a los consumidores a optar por productos nacionales. Aunque el impacto económico de este boicot es limitado, ya que las provincias canadienses solo consumieron 2.5 millones de cajas de vino estadounidense en 2024, el movimiento tiene un fuerte valor simbólico.
La decisión de la pizzería en Toronto de boicotear productos estadounidenses es solo un ejemplo de cómo las tensiones comerciales están afectando las relaciones entre Canadá y Estados Unidos. A medida que el conflicto continúa, es probable que veamos más ejemplos de resistencia y solidaridad entre los consumidores canadienses, quienes están dispuestos a apoyar a su economía nacional en tiempos de incertidumbre.
El futuro de las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos sigue siendo incierto, pero lo que está claro es que el sentimiento de patriotismo económico en Canadá es fuerte y está ganando impulso. La pizzería en Toronto ha demostrado que incluso los negocios más pequeños pueden tener un impacto significativo al tomar una postura firme y unirse a un movimiento más amplio de resistencia contra las políticas arancelarias impuestas por la administración Trump.