Arresto de clérigo canadiense en Armenia agita las aguas políticas del Cáucaso

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THE LATIN VOX (28 de Junio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

La política y la religión vuelven a entrelazarse en el Cáucaso Sur con el arresto de un destacado clérigo canadiense-armenio acusado de participar en un supuesto intento de golpe de Estado. El arzobispo Bagrat Galstanyan, figura respetada tanto en Armenia como en Canadá, fue detenido esta semana junto a más de una docena de personas por los servicios de seguridad armenios.

El arresto se produce en un contexto de tensiones crecientes entre el gobierno del primer ministro armenio Nikol Pashinyan y la Iglesia Apostólica Armenia, una institución que durante siglos ha sido pilar espiritual y político del país.

¿Un clérigo rebelde?

Galstanyan, actual jefe de la diócesis de Tavush en el noreste de Armenia y ex primado de la Iglesia Armenia en Canadá (Montreal, 2003–2013), se convirtió en una figura central del movimiento de protesta que exige la renuncia de Pashinyan.

Su activismo cobró fuerza tras las polémicas concesiones territoriales a Azerbaiyán, en las que Armenia cedió aldeas fronterizas como parte de un acuerdo que muchos consideran una humillación nacional.

Galstanyan no solo lideró marchas masivas, sino que incluso llegó a sugerir que estaría dispuesto a asumir el liderazgo del país. Para algunos, se trataba de un gesto patriótico en defensa de la soberanía; para otros, un desafío directo al orden constitucional.

Acusaciones explosivas

Según el Comité de Investigación de Armenia, los arrestados planeaban actos terroristas, incluidos atentados con explosivos y bloqueos viales para desestabilizar al gobierno. El primer ministro Pashinyan celebró las detenciones en una publicación en Facebook, calificándolas como la neutralización de un “plan despreciable” para tomar el poder por la fuerza.

El movimiento de Galstanyan ha rechazado todas las acusaciones, calificándolas de “ficción política”. Aseguran que el clérigo es víctima de una campaña de represión diseñada para silenciar la disidencia.

Canadá entra en escena

El caso ha provocado inquietud en Canadá. El gobierno federal, a través de Asuntos Globales Canadá, confirmó que está al tanto de la detención de un ciudadano canadiense en Armenia y que funcionarios consulares están en contacto con las autoridades locales. Debido a motivos de privacidad, no se han ofrecido más detalles.

Cabe destacar que Canadá inauguró su embajada en Armenia en octubre de 2023, en parte como respuesta a las crecientes tensiones en la región, incluidas las derivadas del conflicto entre Irán e Israel, que ha generado desplazamientos hacia la frontera armenia.

Una historia de fe y conflicto

El papel de Galstanyan en la vida pública armenia va más allá de lo político. Durante los últimos días de la guerra de 2020 por el enclave de Nagorno-Karabaj, el arzobispo fue filmado entonando un himno litúrgico armenio en la catedral de la ciudad de Shushi, mientras estallaban bombas en el exterior. El video se volvió viral, incluso fue compartido por el exministro canadiense de inmigración Jason Kenney, quien lo describió como “conmovedor” y llamó a Galstanyan “un querido amigo”.

Pero la armonía entre iglesia y estado en Armenia se ha deteriorado. El año pasado, Pashinyan acusó públicamente al jefe de la Iglesia Armenia, Catholicos Karekin II, de haber tenido un hijo en secreto, desafiando su voto de celibato. La tensión escaló al punto de que un sacerdote insinuó en redes sociales que el primer ministro no es “verdadero cristiano”.

En un inusual giro de los acontecimientos, Pashinyan respondió en Facebook diciendo que está dispuesto a invitar al clérigo y al catholicos a su casa para “demostrar lo contrario”.

¿Crisis de estado o persecución religiosa?

Para algunos observadores internacionales, el arresto de Galstanyan y la creciente hostilidad hacia la Iglesia podrían marcar un punto de inflexión en la historia política de Armenia. Las acusaciones de terrorismo contra una figura religiosa con respaldo popular y conexiones en el extranjero —incluido Canadá— plantean preguntas sobre la independencia judicial, la represión política y la libertad de expresión.

Galstanyan no es simplemente un ciudadano dual o un clérigo activista: es un símbolo de una nación que aún busca reconciliar su doloroso pasado con un futuro incierto. Su arresto podría fortalecer al gobierno a corto plazo, pero a un alto costo para la cohesión social y la estabilidad democrática del país.

Crédito fotográfico: Photolure


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