Escasez de maestros a nivel nacional … ¿Qué se está haciendo para llenar el vacío el próximo año?

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THE LATIN VOX (29 de junio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

La educación en Canadá enfrenta uno de los retos más grandes de las últimas décadas: la escasez de maestros. Este problema afecta a casi todas las provincias y territorios, y se ha convertido en una preocupación recurrente para padres, estudiantes y, sobre todo, para los mismos educadores.

A medida que el sistema escolar se recupera de los efectos de la pandemia, la situación se vuelve más crítica, con clases dirigidas por sustitutos no calificados y una carga de trabajo insostenible para los profesionales en activo. Entonces, ¿qué se está haciendo para abordar este problema y garantizar que las aulas estén llenas de maestros capacitados el próximo año?

La realidad en las aulas

Katherine Korakakis, madre de dos hijos en Montreal, vivió en carne propia las consecuencias de esta crisis. Durante varios meses, sus hijos fueron enseñados por sustitutos no calificados que no dominaban las asignaturas que impartían. «No era un maestro de matemáticas enseñando matemáticas, ni un profesor de francés enseñando francés», relata Katherine.

Para ella, el impacto de esta falta de continuidad en la educación de sus hijos fue inmediato, especialmente después de la pérdida de aprendizaje derivada de la pandemia.

La situación la obligó a contratar tutorías privadas, un lujo que sabe que no todos los padres pueden permitirse. «Mi hijo tenía un puntaje alto en matemáticas el año pasado y luego, con un maestro sustituto, su calificación bajó a la mitad. Algo no está bien», comenta preocupada.

El problema de la escasez de maestros no es exclusivo de Quebec.

En todo el país, los estudiantes se enfrentan a situaciones similares: maestros sustitutos cada vez más frecuentes, asignaturas impartidas por profesionales sin las credenciales adecuadas y una enorme presión sobre los educadores que deben cubrir la falta de personal.

Las autoridades señalan el envejecimiento de la fuerza laboral y el crecimiento poblacional como factores clave de esta escasez. Sin embargo, los maestros mismos apuntan a las condiciones laborales como la raíz del problema.

Las causas detrás de la escasez

Aunque el número de educadores en las escuelas públicas ha aumentado ligeramente en los últimos años (un 3% entre 2018 y 2023, según Statistics Canada), las estadísticas muestran fluctuaciones significativas dependiendo de la región.

Las provincias de Columbia Británica, Alberta, Saskatchewan, Quebec y Nuevo Brunswick han señalado la escasez de maestros como un desafío constante, con múltiples factores que influyen en la situación. El retiro de una fuerza laboral envejecida y las dificultades económicas para vivir en algunas regiones rurales y remotas han hecho que muchos maestros no puedan mantenerse en esas áreas.

Según Clint Johnston, presidente designado de la Federación Canadiense de Maestros (CTF), las condiciones de trabajo son el verdadero motor detrás de la falta de maestros. «Hoy en día, tenemos muchos maestros certificados, pero no se quedan en el sistema. Las condiciones laborales son insostenibles», afirma Johnston desde Vancouver.

Un sondeo realizado por la CTF en 2024 arrojó datos alarmantes: el 80% de los maestros reportaron dificultades para manejar la carga de trabajo, el 55% sufrió agresiones o violencia en el último año y el 77% indicó que las necesidades de los estudiantes eran mucho más complejas que hace cinco años. Estos datos reflejan el desgaste de una profesión que, a pesar de su importancia vital, sigue siendo mal remunerada y mal valorada en comparación con otros sectores.

El «burnout» de los nuevos maestros

La desmotivación de los maestros novatos es otra pieza clave del rompecabezas. Jadine Kirst, quien comenzó a enseñar en una escuela francófona de Nuevo Brunswick, relata cómo su entusiasmo por la enseñanza desapareció rápidamente después de su primer año. “Tuve estudiantes que buscaban trucos para ver pornografía en sus iPads. Incluso uno de ellos me amenazó de muerte. Fue desgastante y no tenía a nadie a quien recurrir”, cuenta.

Tras ese primer año, Kirst decidió dejar el aula y cambiar de carrera. «La gente aún ve la enseñanza como un trabajo ideal, con dos meses de vacaciones y una gran pensión, pero hoy no es así. No vale la pena por las condiciones que enfrentamos», lamenta.

Iniciativas para abordar la escasez

El gobierno está tomando medidas para intentar paliar la situación. En algunas provincias se han lanzado campañas de reclutamiento para atraer a nuevos docentes, especialmente en regiones remotas. En Columbia Británica y Alberta, por ejemplo, se están ofreciendo becas y programas de formación para candidatos locales que puedan enseñar en sus comunidades. Además, se están desarrollando programas de certificación para aquellos que, aunque ya están trabajando en las escuelas, no cuentan con la formación académica adecuada.

Sin embargo, algunos expertos como el profesor David Hutchison, de la Universidad de Brock, advierten que acelerar la formación docente podría tener consecuencias negativas. «La formación intensiva de maestros podría sacrificar el tiempo valioso que pasan en las aulas, y lo que es peor, podrían no estar preparados para enfrentar los nuevos desafíos, como la salud mental de los estudiantes o el uso de la inteligencia artificial en el aula», explica Hutchison.

¿Qué opinan los futuros maestros?

A pesar de las dificultades, muchos aspirantes a docentes siguen eligiendo la carrera. Serzna Issadien, una futura maestra de la Universidad de Brock, señala que aunque sabe que los maestros son muy necesarios, le preocupa que las iniciativas de reclutamiento no vayan acompañadas de una formación adecuada. «He trabajado como sustituta de emergencia, y lo que he visto es caótico. El sistema está desbordado», comenta.

Por otro lado, Bridgette Walpole, otra estudiante de la misma universidad, expresa su entusiasmo por comenzar su carrera como docente, aunque también reconoce que muchas personas no comprenden completamente las dificultades del trabajo.

“Desde fuera parece sencillo: dar exámenes, estar al frente del aula. Pero en realidad, estamos haciendo malabares con muchos roles: psicólogos, consejeros, administradores, y por encima de todo, tratando de hacer que todos los estudiantes aprendan», dice Walpole.

Mirando hacia el futuro

Las soluciones para la escasez de maestros en Canadá no son simples ni inmediatas. Si bien se están tomando medidas, como incrementar los incentivos económicos y mejorar la formación docente, muchos educadores piden un compromiso a largo plazo por parte de los gobiernos.

Para que el sistema educativo canadiense sea realmente fuerte, debe haber una inversión constante en las condiciones de trabajo de los maestros: mejores salarios, mayor apoyo en el aula y una estructura más flexible que permita a los educadores prosperar a lo largo de sus carreras.

Es necesario recordar que la calidad educativa no depende solo de la cantidad de maestros, sino de su bienestar y su motivación para seguir en la profesión. Sin estas condiciones, la escasez de maestros seguirá siendo un problema cada vez más grave para el futuro de los estudiantes en todo Canadá.

Fuente : CBC News

Crédito fotográfico: HMH


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