
THE LATIN VOX (5 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Después de casi 21 meses de guerra devastadora, Hamas ha declarado haber dado una «respuesta positiva» a la más reciente propuesta de alto el fuego presentada por el presidente de EE. UU., Donald Trump. Sin embargo, el grupo militante palestino advirtió que aún se requieren más negociaciones sobre los mecanismos de implementación del plan, que contempla una tregua inicial de 60 días con Israel.
El anuncio llega en medio de un viernes particularmente sangriento: al menos 15 palestinos murieron en ataques aéreos israelíes y otros 20 mientras intentaban recibir ayuda humanitaria. La comunidad internacional observa con creciente urgencia, mientras las esperanzas de una pausa en la violencia se enfrentan a una realidad cada vez más cruda.
¿Alto el fuego o una pausa táctica?
Aunque el comunicado de Hamas no confirma explícitamente la aceptación del acuerdo propuesto por EE. UU., indica que el grupo está dispuesto a iniciar conversaciones inmediatas sobre su implementación. Según una fuente cercana a las negociaciones, Hamas exige:
- La retirada de las tropas israelíes a las posiciones que ocupaban el 2 de marzo, antes del colapso de la última tregua.
- Garantías de flujo suficiente de ayuda humanitaria, canalizada a través de la ONU y otras organizaciones internacionales.
- Un compromiso firme de que el proceso de negociación se extienda más allá de los 60 días, con el objetivo final de terminar la guerra y liberar a todos los rehenes restantes.
Israel, por su parte, ha mantenido su postura firme: el primer ministro Benjamin Netanyahu insiste en que cualquier cese de hostilidades será temporal y que Israel retomará los combates si considera que Hamas no ha sido desmantelado.
Trump busca consolidar el acuerdo
La propuesta estadounidense, revelada el martes, contempla un cese del fuego de dos meses durante el cual Washington actuaría como mediador para un acuerdo permanente. «Hamas debe aceptar antes de que la situación empeore», advirtió Trump, quien espera recibir a Netanyahu en la Casa Blanca la próxima semana para avanzar en las negociaciones.
Mientras tanto, la guerra continúa cobrando un alto precio humano.
Ayuda humanitaria bajo fuego
Según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, 613 palestinos han muerto en el último mes mientras intentaban acceder a ayuda alimentaria. La mayoría falleció cerca de puntos de distribución gestionados por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), una organización respaldada por EE. UU. e Israel. Las fuerzas israelíes han sido acusadas de abrir fuego contra multitudes hambrientas que recorren zonas militares para llegar a los centros de distribución.
Ayer al menos 17 personas murieron esperando camiones de ayuda en Khan Younis, en el sur de Gaza.
Testigos relataron que los disparos provinieron de tanques y drones. “Era una multitud desesperada, gente que solo quería comer y vivir”, dijo Seddiq Abu Farhana, herido en la pierna mientras intentaba llevar una bolsa de harina.
El GHF ha negado su responsabilidad directa, argumentando que los hechos ocurrieron fuera de sus instalaciones y bajo control militar israelí. Sin embargo, la ONU insiste en que las víctimas fueron alcanzadas mientras intentaban obtener ayuda humanitaria.
Una crisis médica fuera de control
El hospital Nasser, el más grande del sur de Gaza, opera al borde del colapso, según la Organización Mundial de la Salud. Recibe decenas o cientos de heridos a diario, muchos con impactos de bala. El Comité Internacional de la Cruz Roja informó que su hospital de campaña ha sido sobrepasado en más de 20 ocasiones por víctimas que se dirigían a centros de distribución de alimentos.
“Gaza se ha convertido en una sala de emergencias masiva”, declaró Rik Peeperkorn, representante de la OMS en los Territorios Palestinos.
Evacuaciones forzadas y bombardeos continúan
Mientras las negociaciones intentan abrirse paso entre los escombros, Israel emitió nuevas órdenes de evacuación en el sur de Gaza, empujando a miles de palestinos hacia zonas costeras ya saturadas. Al mismo tiempo, se reportaron nuevos bombardeos en la zona de Al-Muwasi, donde viven cientos de miles de desplazados. Entre los 15 muertos por los ataques aéreos, ocho eran mujeres y uno era un menor.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Gaza —cuyas cifras son citadas por la ONU y organizaciones internacionales— informó que más de 57.000 palestinos han muerto desde el inicio de la guerra. Más de la mitad serían mujeres y niños. Del lado israelí, el ejército confirmó la muerte de más de 860 soldados, incluidos dos en enfrentamientos recientes en el norte de Gaza.
Una tregua frágil, una guerra prolongada
El conflicto, que comenzó el 7 de octubre de 2023 con un ataque de Hamas que dejó 1.200 muertos en Israel y unos 250 rehenes, ha escalado en intensidad y complejidad. Ahora, el mundo observa con cautela si esta nueva oportunidad de tregua logrará algo más que un respiro temporal.
“Vamos a saberlo en las próximas 24 horas”, dijo Trump desde el Air Force One el jueves por la noche. Lo que está en juego no es solo una pausa en los combates, sino la posibilidad, aún tenue, de que la diplomacia recupere terreno frente a una guerra que ha dejado cicatrices imborrables.
Crédito fotográfico: Eyad Baba / AFP – Getty Images