
THE LATIN VOX (5 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Dieciséis años después de su explosiva separación, Oasis volvió a conquistar los escenarios este viernes en un histórico concierto en Cardiff, Gales, marcando el inicio de una gira mundial que muchos pensaban imposible. Con más de 60.000 fanáticos coreando cada palabra, la banda británica ofreció un potente viaje musical por su icónico repertorio de los años 90, avivando una nostalgia que cruzó generaciones y fronteras.
¿Y qué hay del eterno drama entre los hermanos Gallagher? Como dirían ellos: Definitely Maybe.
«Hello… it’s good to be back»
La noche comenzó con una secuencia de titulares proyectados en pantallas gigantes, recordando las legendarias peleas entre Noel y Liam Gallagher, hasta que apareció el mensaje final: «The guns have fallen silent» («Los cañones han callado»). En ese instante, el estadio Principality estalló en un rugido ensordecedor.
La banda abrió con «Hello», una declaración audaz con un mensaje claro: “Es bueno estar de vuelta.” Liam, con su característico abrigo parka y su actitud desafiante intacta, no perdió el filo en su voz. Noel, más sereno, dejó que su guitarra hablara por él. Aunque compartieron un fugaz gesto de reconciliación —un medio abrazo al final del show—, mantuvieron la distancia física y emocional durante gran parte del concierto.
Una banda, muchos recuerdos
El repertorio fue una celebración de sus dos primeros álbumes, Definitely Maybe y (What’s the Story) Morning Glory?, con clásicos como Supersonic, Live Forever, Morning Glory y Cigarettes & Alcohol. Noel se adueñó del micrófono en joyas como Half the World Away, y los bises incluyeron los himnos eternos Don’t Look Back in Anger, Wonderwall y Champagne Supernova.
Entre tema y tema, Liam no pudo evitar lanzar una de sus bromas:
“¿Valieron la pena las 40.000 libras que pagaron por la entrada?”, soltó, provocando carcajadas y vítores del público.
Por lo visto, sí lo valieron.
Una espera que terminó en lágrimas
Fanáticos de todo el mundo llegaron a Cardiff con la esperanza de revivir una parte de su juventud. “Es algo muy, muy especial, muy emocional,” dijo Rob Maule, un escocés de 44 años que asistió junto a tres amigos de la infancia. “Solíamos seguir a Oasis por todo el país. Nunca pensamos que veríamos esto otra vez.”
Las calles alrededor del estadio vibraban desde horas antes del concierto. Grupos espontáneos entonaban Don’t Go Away, mientras se vendían sombreros tipo “bucket” con el logo de Oasis a 35 libras cada uno. El espíritu de los 90 volvió, aunque sea por una noche.
Del caos a la catarsis: la historia de Oasis
Formados en 1991 en Manchester, Oasis fue la banda insignia del movimiento Britpop. Con ocho álbumes número uno en el Reino Unido, su éxito se basó en melodías irresistibles, letras que tocaban fibras emocionales, y, por supuesto, la dinámica explosiva entre los Gallagher.
Las riñas públicas, insultos creativos —Liam llamó a Noel “el chico del tofu”, Noel lo describió como “un hombre con un tenedor en un mundo hecho de sopa”— y un altercado tras bastidores en Francia en 2009, llevaron a la ruptura definitiva… hasta ahora.
La gira, que pasará por Irlanda, América del Norte, América del Sur, Asia y Australia, culminará en São Paulo el 23 de noviembre. En el escenario se reunieron además los exmiembros Paul “Bonehead” Arthurs y Gem Archer (guitarras), Andy Bell (bajo) y Joey Waronker (batería).
Una gira única… ¿o el inicio de algo más?
No hay planes confirmados para grabar música nueva, y la gira ha sido presentada como una experiencia única. Aun así, muchos se preguntan si este renacer no será el prólogo de un nuevo capítulo en la historia de Oasis.
Por ahora, los fanáticos se aferran a cada acorde y cada palabra, sabiendo que están presenciando el regreso de una banda que marcó una era.
Y en un mundo cambiante, con incertidumbres por todas partes, hay algo profundamente reconfortante en escuchar a 60.000 personas gritar al unísono:
“Because maybe / You’re gonna be the one that saves me…”
Crédito fotográfico: Darryl Dyck/AP