
THE LATIN VOX (11 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Hace un buen tiempo los «dupes», es decir, las réplicas de productos populares a precios más bajos, han estallado en popularidad en los últimos años, especialmente entre los compradores más jóvenes.
Sin embargo, esta tendencia ha traído consigo una ola de demandas por parte de marcas que consideran que sus productos originales están siendo imitados de forma ilegal.
Desde ropa hasta cosméticos, el concepto de «dupe» ha llegado para quedarse, pero ¿pueden estos productos ser ilegales?
Auge de las réplicas o «dupes» de productos originales
Los «dupes» son réplicas de productos originales, que generalmente ofrecen un parecido visual, pero a un costo mucho más bajo.
Para los consumidores, la posibilidad de conseguir un producto que se ve igual, pero mucho más barato, parece una ganga.
Sin embargo, para las empresas que fabrican los productos originales, estos duplicados pueden ser una amenaza para su negocio, afectando tanto su imagen como sus ventas.
Aunque las imitaciones no son nada nuevo, el término «dupe» ha ganado notoriedad en los últimos años, especialmente en plataformas sociales como TikTok, donde los jóvenes exhiben sus hallazgos con orgullo.
Julie Zerbo, editora de la revista The Fashion Law, comentó que la percepción de los «dupes» ha cambiado: «Ahora, los consumidores los muestran con orgullo, como una especie de insignia de honor. Ya no hay estigma alrededor de comprarlos.»
¿Hasta dónde puede llegar la ilegalidad de una réplica?
El aumento en la popularidad de los «dupes» ha dado lugar a demandas por parte de marcas icónicas, como Lululemon, Ugg y Benefit Cosmetics, que afirman que sus productos no deben ser copiados.
Sin embargo, expertos en propiedad intelectual señalan que la legalidad de un «dupe» depende de varios factores, entre ellos, los derechos de propiedad que una empresa tenga sobre su producto y si el público podría confundir la réplica con el original.
En términos legales, los «dupes» pueden ser un terreno gris.
Según Alexandra Roberts, profesora de derecho en la Universidad Northeastern, las empresas están comenzando a construir casos legales en torno a la idea de que los productos duplicados no deberían existir, más allá de una simple infracción de marca registrada.
En el caso de Lululemon, por ejemplo, la pregunta es si los compradores de Costco sabían que estaban comprando una réplica más barata del hoodie Scuba de Lululemon.
El caso de Lululemon y Costco: ¿Traspasaron la línea?
Lululemon demandó a Costco, alegando que tres productos vendidos en la cadena eran copias de sus populares prendas. La cuestión central en el juicio será si los consumidores realmente pensaron que estaban comprando productos originales de Lululemon o si eran conscientes de que se trataba de una alternativa más económica.
A pesar de las acusaciones, Roberts señala que muchas personas compran «dupes» precisamente porque no son los originales y, por lo tanto, no esperan que se vendan con la misma calidad o precio. En muchos casos, los consumidores pueden identificar que lo que están comprando es una versión más barata, lo que podría ser una defensa para marcas como Costco.
Casos legales recientes: Ganni y Steve Madden
El mundo de las demandas por «dupes» no es un terreno completamente nuevo. Un caso reciente entre las marcas Steve Madden y Ganni en EE. UU. muestra cómo las cortes están tratando estas disputas.
Ganni, una marca danesa, envió cartas de «cesar y desistir» a varios minoristas que vendían zapatos similares a sus bailarinas con hebilla.
Sin embargo, Steve Madden demandó a Ganni, argumentando que no había nada de nuevo ni original en un zapato de cuero con hebillas y correas, elementos comunes en muchos zapatos. Eventualmente, Ganni retrocedió en sus amenazas legales, aunque en Dinamarca tuvo más éxito con sus demandas.
Zerbo explica que este tipo de casos demuestra que los tribunales, en general, no quieren otorgar monopolios a las marcas. «Eso sería perjudicial para la competencia y para los consumidores. Los precios subirían», afirmó.
¿Qué significa esto para las réplicas en el futuro?
A pesar de las demandas y las disputas legales, Zerbo cree que la tendencia de los «dupes» no disminuirá pronto. El mercado de las réplicas sigue siendo gigantesco y los consumidores buscan cada vez más alternativas económicas a los productos de marca.
Las empresas de moda rápida como H&M y Forever 21 han prosperado durante años imitando elementos de las pasarelas y vendiéndolos a precios más bajos. Según Zerbo, esto no es algo nuevo, sino que es parte de un mercado que siempre ha estado allí.
«Las marcas de lujo han descansado mucho en su nombre para atraer a los clientes y han dejado de innovar», afirma Zerbo. «Y ahora las empresas no pueden permitirse hacer eso».
Un mercado en evolución
Los dúplicas siguen siendo una tendencia que genera debate legal. Las marcas originales luchan por proteger sus diseños y productos, pero las cortes están siendo cada vez más cautelosas al concederles derechos exclusivos sobre elementos comunes que no necesariamente son innovadores.
Para los consumidores, las réplicas seguirán siendo una opción atractiva, y las empresas tendrán que adaptarse a un mercado donde las copias a precios bajos son una parte cada vez más aceptada del panorama comercial.
Mientras tanto, los tribunales continúan lidiando con las complejidades legales de las réplicas, y las marcas deben encontrar un equilibrio entre proteger sus derechos y no sofocar la competencia en el mercado.
Crédito fotográfico: