THE LATIN VOX (13 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La lucha por sobrevivir se ha vuelto aún más peligrosa en Gaza, donde al menos 30 palestinos murieron este sábado mientras intentaban acceder a ayuda alimentaria en las cercanías de Rafah, al sur del enclave, según informaron testigos y personal médico.
El hecho, ocurrido cerca de un centro de distribución operado por la organización estadounidense Gaza Humanitarian Foundation (GHF), respaldada por Israel, marca otro episodio sangriento en medio de una crisis humanitaria que ha alcanzado niveles alarmantes.
Los relatos de los sobrevivientes son estremecedores. “Estábamos sentados esperando cuando comenzaron a dispararnos. Fueron cinco minutos bajo fuego directo. No era al azar. Vi a gente recibir disparos en la cabeza y en el corazón”, contó Mahmoud Makram a la agencia Reuters desde el hospital Nasser, donde decenas de heridos fueron atendidos, la mayoría con heridas de bala.
Las cifras de víctimas varían según las fuentes: mientras la agencia AP reportó 31 fallecidos, Reuters citó 17 y Al Jazeera elevó el número a 34. La dificultad para verificar los datos se debe a la prohibición israelí de ingreso para periodistas extranjeros a Gaza.
No obstante, la Cruz Roja confirmó que su hospital de campaña recibió el mayor número de muertos en más de un año de operaciones, y denunció la «frecuencia alarmante» de estos incidentes.
El ejército israelí, por su parte, afirmó haber realizado disparos de advertencia hacia personas que consideró sospechosas y declaró no tener constancia de bajas. La GHF también negó que se produjera algún incidente cerca de sus instalaciones.
Pero los testimonios desmienten esa versión. Abdullah al-Haddad, herido en una pierna, relató que un tanque israelí comenzó a disparar cuando él y otros palestinos estaban a escasos 200 metros del punto de distribución de alimentos. Otro testigo, Mohammed Jamal al-Sahloo, aseguró que los soldados israelíes les habían indicado que avanzaran hacia el sitio minutos antes de que comenzara el tiroteo.
Una catástrofe en desarrollo
El ataque en Rafah no fue un hecho aislado. En Deir al-Balah, en el centro de Gaza, 13 personas, incluidos cuatro niños, murieron en bombardeos aéreos israelíes, según el hospital Al-Aqsa. En Khan Younis, al sur, otras 15 personas perdieron la vida. Mientras tanto, en el norte, la zona de Beit Hanoun sufrió intensos bombardeos por la noche.
La situación humanitaria es desesperada. Más de 2 millones de personas dependen de ayuda externa para subsistir, y expertos advierten sobre una hambruna inminente. Desde la ruptura del último alto el fuego en marzo, Israel ha bloqueado o restringido severamente el ingreso de ayuda, lo que ha exacerbado el sufrimiento de la población.
Desde que comenzó la guerra en octubre de 2023, más de 57,800 palestinos han muerto, según el Ministerio de Salud de Gaza. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños. La ONU considera estos datos como las estadísticas más fiables del conflicto. La cifra no incluye a miles de personas sepultadas bajo los escombros ni a aquellas fallecidas por causas indirectas como el hambre o la falta de atención médica.
Estancamiento en las negociaciones
Mientras el conflicto continúa, los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego parecen estancarse. Según fuentes palestinas citadas por la agencia AFP, Israel se niega a aceptar la retirada total de sus tropas de Gaza, una condición clave para Hamas. Otra fuente reveló que las negociaciones se han aplazado hasta la llegada del enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, a Doha.
Israel acusa a Hamas de obstaculizar el proceso al negarse a comprometerse con las propuestas sobre la mesa, mientras que Hamas asegura que los mapas presentados por Israel implican una reocupación parcial de Gaza y la fragmentación del territorio en zonas aisladas.
El conflicto se inició tras el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando militantes liderados por Hamas mataron a 1,200 personas en Israel y secuestraron a 251. De ellos, unos 50 rehenes siguen en manos del grupo, con al menos 20 que se cree aún están vivos.
Mientras los líderes discuten mapas y condiciones, la población de Gaza sigue atrapada entre la desesperación y la muerte. “No hay piedad aquí”, dijo Makram desde su camilla. “La gente va porque tiene hambre, pero vuelve en bolsas negras”.
Crédito fotográfico: The New York Times