THE LATIN VOX (12 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La batalla por el partido inaugural del Mundial 2026 ha tomado un nuevo giro inesperado. De acuerdo con reportes provenientes de medios mexicanos como La Política Online y La Columna Digital, el gobierno de Canadá, encabezado por el primer ministro Mark Carney, estaría ejerciendo presión para que el encuentro que dará inicio al torneo no se juegue en el Estadio Azteca, como está previsto actualmente, sino en territorio canadiense.
Según funcionarios cercanos a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), esta iniciativa surge tras una serie de protestas y actos vandálicos ocurridos el pasado 4 de julio en la Ciudad de México, específicamente en las zonas de Roma y Condesa, durante una manifestación contra la gentrificación.
Estas tensiones, junto con recientes hechos violentos, estarían alimentando la narrativa de que la capital mexicana podría no ofrecer las condiciones óptimas para albergar el evento inaugural del torneo más grande en la historia del fútbol.
Contexto social y político tensa la sede
Además de las protestas, otra razón que habría encendido las alertas es el asesinato de dos colaboradores cercanos a la jefa de Gobierno, Clara Brugada, ocurrido en mayo sobre la Calzada de Tlalpan, una de las principales vías de acceso al Estadio Azteca. Este hecho ha generado preocupaciones sobre la seguridad en la zona, de cara a un evento de escala mundial.
Mark Carney, según las mismas fuentes, también estaría considerando el contexto político en Estados Unidos, especialmente las estrictas políticas migratorias que podría implementar nuevamente Donald Trump si regresa a la presidencia. Esto abriría una ventana estratégica para que Canadá se posicione como la opción más «estable y segura» para el arranque del Mundial.
FIFA aún no cambia sede inaugural
A pesar de estas versiones, ni la FIFA ni las autoridades deportivas de los tres países anfitriones han emitido declaraciones oficiales al respecto. El calendario del torneo, que por primera vez se celebrará de forma conjunta en México, Estados Unidos y Canadá, mantiene como sede inaugural al Estadio Azteca el jueves 11 de junio de 2026, con la selección mexicana disputando el primer partido del torneo.
México acogerá un total de 13 partidos distribuidos entre el Estadio Azteca en la Ciudad de México, el Estadio Akron en Guadalajara y el Estadio BBVA en Monterrey. El icónico “Coloso de Santa Úrsula” se encuentra actualmente en remodelación, y su reapertura está programada para marzo de 2026. Durante el Mundial, llevará el nombre de Estadio Ciudad de México, con capacidad para cerca de 90,000 personas.
Un movimiento político más que deportivo
El intento de Canadá por reubicar el partido inaugural parece ser más un movimiento geopolítico que deportivo. Al vincular temas como la seguridad ciudadana y las políticas migratorias con la organización del evento, Carney estaría aprovechando un momento de tensión regional para reforzar la imagen internacional de Canadá como anfitrión confiable.
Sin embargo, esta maniobra podría generar tensiones diplomáticas, especialmente con México, que tiene en el Mundial una oportunidad única para reafirmar su papel histórico en el fútbol internacional, al ser el único país que habrá albergado tres Copas del Mundo (1970, 1986 y 2026).
Crédito fotográfico: Getty Images.
Por ahora, la decisión está en manos de la FIFA, pero este episodio revela cómo los grandes eventos deportivos ya no se libran solo en los estadios, sino también en los pasillos del poder político.