Barack Obama rompe el silencio y responde con firmeza a las acusaciones de Trump

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THE LATIN VOX (24 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En una ruptura inusual del protocolo que los expresidentes de Estados Unidos suelen mantener tras abandonar el cargo, Barack Obama emitió un comunicado contundente rechazando las más recientes y explosivas acusaciones de Donald Trump, quien afirmó que su predecesor lideró un intento de “golpe de Estado” tras las elecciones presidenciales de 2016.

Trump, en una conferencia de prensa junto al presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., señaló directamente a Obama como el cabecilla de una supuesta conspiración para desacreditar su victoria frente a Hillary Clinton. Calificó la acción como “traición” y afirmó que el expresidente estaba implicado en “una conspiración sediciosa” para fabricar pruebas de interferencia rusa.

Frente a estas acusaciones, la oficina de Obama respondió con inusual claridad: “Por respeto a la presidencia, nuestra oficina normalmente no responde a las constantes falsedades que emanan de esta Casa Blanca. Pero estas afirmaciones son lo suficientemente escandalosas como para merecer una respuesta. Estas acusaciones son absurdas, ridículas y un débil intento de distracción”.

El detonante fue un documento de 11 páginas publicado por la actual directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, una figura polémica que ha sido acusada de politizar la inteligencia. En su informe, Gabbard sugiere que funcionarios de seguridad nacional del gobierno de Obama habrían manipulado deliberadamente conclusiones para incriminar a Trump y recomienda su enjuiciamiento.

Sin embargo, la respuesta de Obama hace énfasis en que “nada en ese documento desacredita la conclusión ampliamente aceptada de que Rusia intentó influir en las elecciones de 2016”. Esa conclusión fue validada tanto por el informe del fiscal especial Robert Mueller en 2019, como por el informe bipartidista del Comité de Inteligencia del Senado en 2020, entonces liderado por el republicano Marco Rubio.

Analistas de inteligencia han criticado duramente el documento de Gabbard. Fulton Armstrong, exanalista de la CIA, calificó el informe como “evidentemente redactado con una conclusión predeterminada”, señalando que su confusión deliberada entre probabilidad y certeza mina su validez. “El mayor problema es que el documento de Tulsi es un desastre. Hablar del ‘estado profundo’ es amateur y socava todo el texto”, añadió.

Lo que sorprende es que Trump ha utilizado estas acusaciones en momentos clave en los que enfrenta múltiples frentes judiciales y una creciente presión política. Su insistencia en que Obama, junto a figuras como Joe Biden, James Comey y James Clapper, orquestaron un golpe, ha sido vista por muchos analistas como una estrategia de distracción.

Además, la afirmación de que se presentarán “miles de documentos adicionales” refuerza la percepción de una narrativa diseñada para mantener a sus seguidores movilizados y desviar la atención de otros temas delicados, como los vínculos entre figuras de alto perfil y el caso del fallecido Jeffrey Epstein.

La irrupción de Obama en el debate marca un punto de inflexión en el discurso político estadounidense, donde las normas no escritas entre expresidentes están siendo desafiadas por una polarización creciente. En una democracia que ya ha experimentado tensiones inéditas en los últimos años, la defensa de la verdad, la institucionalidad y la transparencia parece estar cada vez más en juego.

Crédito fotográfico: CNN


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