THE LATIN VOX (26 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En medio de una creciente competencia tecnológica entre las dos mayores potencias del mundo, el primer ministro chino, Li Qiang, ha hecho un llamado contundente a la cooperación global en inteligencia artificial (IA), destacando los riesgos de seguridad y la urgencia de construir un marco internacional de gobernanza.
Sus declaraciones llegan pocos días después de que la administración del expresidente estadounidense Donald Trump anunciara una estrategia agresiva de desregulación para impulsar su liderazgo en el sector.
Durante la inauguración de la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial (WAIC) en Shanghái, Li describió la IA como “un nuevo motor para el crecimiento económico”, pero advirtió que su desarrollo sin regulaciones adecuadas podría volverse exclusivo, excluyendo a países menos avanzados tecnológicamente.
“Los riesgos y desafíos de la inteligencia artificial han atraído una atención generalizada. ¿Cómo equilibrar el desarrollo con la seguridad? Esto requiere un consenso urgente de toda la sociedad,” declaró el premier.
Un llamado a la acción internacional
Li propuso la creación de una organización internacional dedicada a coordinar la cooperación tecnológica, desarrollar estándares éticos y compartir avances, especialmente con países en desarrollo del sur global.
Reafirmó el compromiso de China con el desarrollo de plataformas de código abierto, señalando que el conocimiento y los beneficios de la IA deben estar al alcance de todos.
Aunque evitó mencionar directamente a Estados Unidos, Li alertó sobre los peligros de un “juego exclusivo” entre un pequeño número de países y grandes empresas.
Entre las preocupaciones que compartió se encuentran la escasez de chips avanzados para IA y las crecientes restricciones al intercambio internacional de talento, temas que reflejan las actuales tensiones geopolíticas.
El contraste con la estrategia de EE.UU.
El contraste con la nueva política estadounidense no podría ser más evidente. La semana pasada, Trump anunció una orden ejecutiva que impulsa la desregulación del sector, con la intención de acelerar el desarrollo y despliegue de modelos de IA.
Una parte polémica del plan se centra en frenar los llamados modelos “woke” de inteligencia artificial, una etiqueta que ha generado críticas por su ambigüedad y trasfondo político.
La estrategia norteamericana, si bien busca posicionarse a la vanguardia, ha levantado alarmas entre expertos que señalan los peligros de un avance descontrolado. Geoffrey Hinton, conocido como “el padrino de la IA”, reiteró en la conferencia la necesidad urgente de establecer límites éticos claros y mecanismos de supervisión.
Riesgos globales, soluciones compartidas
Más allá del conflicto entre potencias, la IA plantea desafíos universales: desde la propagación de desinformación hasta su impacto en el empleo y el control humano sobre los sistemas autónomos.
Un estudio reciente advirtió que la integración de resúmenes generados por IA en los motores de búsqueda podría provocar una caída de hasta el 80% en el tráfico hacia medios de comunicación, amenazando seriamente la sostenibilidad del periodismo digital.
La WAIC, patrocinada por el gobierno chino, se ha consolidado como uno de los foros más importantes del mundo en el ámbito de la IA.
Esta edición reúne a figuras destacadas como Anne Bouverot, enviada especial del presidente francés para IA, y Eric Schmidt, ex CEO de Google. Aunque Elon Musk, quien ha participado en años anteriores, brilló por su ausencia en esta ocasión.
Las grandes empresas tecnológicas chinas como Huawei y Alibaba lideran la exhibición, mientras que algunas firmas occidentales como Tesla, Alphabet y Amazon mantienen una presencia más discreta.
¿Hacia un marco común?
La disyuntiva está planteada: ¿será la IA una herramienta para el progreso compartido o un instrumento de dominio geopolítico? El llamado de China a una gobernanza global llega en un momento clave, cuando el desarrollo acelerado de esta tecnología exige una respuesta coordinada.
Mientras Estados Unidos opta por el camino de la velocidad y la competencia, China propone uno de consenso y seguridad compartida. La pregunta es si el resto del mundo está listo para elegir —o si, en cambio, seguirá dividido frente al mayor avance tecnológico de nuestro tiempo.
Crédito fotográfico: The Japan Times/ REUTERS/Aly Song