EE.UU: Elon Musk inaugura un restaurante retrofuturista en Hollywood

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THE LATIN VOX (27 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Bajo el sol californiano y entre un desfile de Cybertrucks tuneados, Elon Musk ha inaugurado oficialmente su nuevo experimento gastronómico y tecnológico: el Tesla Diner, un restaurante de estilo retrofuturista que combina comida rápida de lujo, estaciones de carga para vehículos eléctricos, robots sirviendo palomitas y una pantalla gigante donde se proyectan clásicos como The Twilight Zone o Star Trek.

Al menos, esa era la promesa.

El restaurante, ubicado en el corazón de Hollywood sobre Santa Monica Boulevard, ha generado furor desde que abrió sorpresivamente a las 4:20pm del lunes (sí, esa hora). Apenas tres días después, las filas superaban las 100 personas, con fanáticos esperando horas bajo el sol para probar hamburguesas servidas en cajas con forma de Cybertruck.

Alta expectativa, baja ejecución

La experiencia en el Tesla Diner ha sido, hasta ahora, más caótica entusiasmo que futurismo funcional. El miércoles por la mañana, la aplicación que permite a los dueños de Tesla ordenar desde sus autos estaba fallando, lo que forzó a los clientes a hacer filas físicas interminables. Aún así, la jerarquía era clara: los propietarios de Tesla eran “priorizados”, mientras que el resto aguantaba pacientemente el calor.

El menú, creado con la asesoría del reconocido chef Eric Greenspan y el empresario Bill Chait, incluye desde hamburguesas de pan artesanal de Tartine Bakery, hasta waffles con el logo de Tesla y ensaladas de kale servidas en cajas de cartón con forma de Cybertruck.

Pero en la práctica, muchos platillos estaban agotados o llegaban fríos a la mesa. Una empleada avisó con resignación que no había pollo, ni batidos, ni los codiciados «charged sodas» con boba y cerezas.

Fieles a Musk, pase lo que pase

A pesar de las fallas, los fans no abandonaron. Padres con niños, turistas internacionales, creadores de contenido y curiosos esperaban con entusiasmo. “Es Elon Musk. Claro que las cosas están rotas, pero también es parte de la experiencia”, dijo Ivan Daza, un residente de Los Ángeles que tardó dos días en conseguir su comida.

Una familia proveniente de China, que intentó parar “rápidamente” en el restaurante antes de ir al aeropuerto, se encontró con la misma realidad: largas esperas y expectativas frustradas. “Es un restaurante común, solo con cajas cool”, dijo Rick Yin, mientras sostenía su Cybertruck de cartón.

El espectáculo no estaba solo en la comida. En el techo, durante la noche inaugural, un robot humanoide llamado Optimus servía palomitas de maíz. Pero el miércoles, Optimus estaba “fuera de servicio”. “Tal vez mañana”, dijo un empleado, como si hablara de una estrella pop con agenda llena.

¿Retro o distopía?

La decoración del Tesla Diner es impecable: cromo brillante, sillas blancas estilo años 50, iluminación de diseño y escaleras curvas decoradas con robots en vitrinas. Pero más allá del brillo superficial, los problemas logísticos y técnicos apuntan a una constante en los proyectos de Musk: grandes promesas, entregas parciales.

En la planta superior, el Skypad, los clientes pueden ver las proyecciones mientras compran merchandising: sudaderas de $95, saleros y pimenteros Tesla por $65 y figuras flotantes de Cybertruck por $175.

En la última reunión de resultados de Tesla, mientras la empresa reportaba una caída en ingresos y beneficios, Musk celebró su nuevo local como “un faro brillante de esperanza en un paisaje urbano algo sombrío”. Puede que tenga razón, al menos para sus seguidores más devotos.

La era del espectáculo

Este restaurante no solo vende hamburguesas . Es una manifestación cultural del muskverso: autos eléctricos con estética militar, merchandising a precios de lujo, robótica fallida y filas interminables disfrazadas de experiencia exclusiva. Un espejo distorsionado del futuro que Musk vende —donde todo falla un poco, pero aún así resulta irresistible para muchos.

Después de esperar más de una hora, comer una comida tibia, subir una escalera decorada para bajar por otra sin adornos, y ver cómo un robot desaparece sin explicación, uno se queda con la sensación de que el Tesla Diner es menos un restaurante y más una alegoría del momento actual: nada funciona del todo, pero la estética sigue deslumbrando.

Y como todo en el universo de Elon Musk, más que saciar el hambre, el restaurante alimenta una narrativa. Una donde lo importante no es que funcione, sino que sea épico.

Crédito fotográfico: VegNews.com


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