THE LATIN VOX (29 de julio del 2025).- Daniela Medina.
Una vieja confrontación que revive en Brasil
El 29 de julio de 2025, la empresa noruega de navegadores Opera presentó formalmente una denuncia ante la autoridad antimonopolio brasileña, CADE, acusando a Microsoft de favorecer de manera injusta su navegador Edge a través de prácticas de integración con el sistema operativo Windows, que excluyen a competidores como Opera. Esta acción marca un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre ambas compañías, que se remonta a un caso similar con Internet Explorer en 2007 y que culminó con una multa de 561 millones de euros impuesta por la Unión Europea.
Prácticas cuestionadas: «dark patterns» y exclusividad en preinstalación
Opera afirma que Microsoft ha empleado tácticas coercitivas encaminadas a consolidar Edge como navegador predeterminado en los dispositivos con Windows, tales como trabas para cambiar de navegador, bloqueos indirectos y mensajes emergentes («dark patterns») que disuaden al usuario de buscar alternativas . Asimismo, Opera acusa a Microsoft de ofrecer incentivos a fabricantes (OEMs) para que preinstalen Edge de forma exclusiva.
El contexto global: una estrategia de Opera para impulsar regulación efectiva
Esta operación legal forma parte de la estrategia global de Opera para presionar contra el dominio de Microsoft en el mercado de navegadores. En 2007, la empresa ya había logrado que se implementara la «pantalla de elección de navegador» en Windows. En 2024, intentó que Microsoft Edge fuese designado como un servicio puerta de entrada (“gatekeeper”) bajo el Reglamento de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea, reclamo que fue rechazado.
Opera ahora busca en Brasil una respuesta más firme, donde asegura ser el tercer navegador más usado en PC, con un 6,78 % de participación en junio de 2025, frente al 11,52 % de Edge y el 75 % de Chrome .
Demandas concretas: igualdad de oportunidades y elección real del usuario
Opera solicita a CADE que investigue las prácticas de Microsoft y exija medidas correctivas como la autorización para que los fabricantes preinstalen navegadores alternativos por defecto en Windows. También pide el cese de las tácticas de diseño coercitivo que limitan el acceso del usuario a otros navegadores .
Según Aaron McParlan, consejero general de Opera: “Microsoft bloquea la competencia en cada oportunidad. Primero impide que navegadores como Opera accedan a preinstalaciones importantes; luego frustra la capacidad del usuario para descargar y usar navegadores alternativos”.
Implicaciones regulatorias y precedente internacional
Si CADE acogiera la denuncia, Brasil marcaría un precedente clave para otros países preocupados por prácticas monopolísticas en el sector digital. Sería la primera región desde la UE en tomar acción concreta contra Microsoft respecto al caso Edge, consolidando expectativas de una regulación más estricta sobre diseño de interfaces y control de opciones del usuario.
Para Microsoft, esta acusación abre otro frente legal en su largo conflicto antimonopolio global, mientras Opera consolida su lucha por una competencia más abierta.
¿Por qué Brasil? Un mercado clave para Opera y la competencia tecnológica
Opera ha destacado a Brasil como un mercado estratégico: pese a que Edge no domina, Opera afirma ser ampliamente utilizado y considera que el país puede liderar regulaciones contra prácticas abusivas en Windows. Su petición llega además como respuesta a los límites observados en Europa bajo el DMA .
Un nuevo capítulo en las reglas del juego digital
Este nuevo recurso ante CADE representa un desafío directo a Microsoft por parte de Opera, que busca una elección de navegador genuina para los usuarios y frenar las tácticas que considera coercitivas. El caso podría reavivar el debate internacional sobre la conducta de las grandes tecnológicas, el derecho del consumidor y la competencia justa en el ecosistema digital.
Desde Brasil, Opera impulsa el siguiente paso en una batalla global que ya ha definido el curso del internet en dos décadas.
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Foto: Reuters/ Foo Yun Chee