THE LATIN VOX (31 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En una decisión que sacude el tablero político de California, Kamala Harris, ex vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial demócrata en 2024, anunció este miércoles que no competirá por la gobernación del estado en 2026.
“Por ahora, mi liderazgo – y mi servicio público – no estarán en un cargo electo”, afirmó Harris en un comunicado difundido desde su residencia en Los Ángeles. “Seguiré luchando por la libertad, la justicia y la dignidad de todos los estadounidenses, pero lo haré desde otros espacios”.
La decisión pone fin a meses de especulación sobre su futuro político y deja la carrera para suceder al gobernador Gavin Newsom completamente abierta, en un contexto de agitación interna en el Partido Demócrata tras su derrota ante Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024.
Un tablero redefinido
Harris, de 60 años, había sido la favorita en las primeras encuestas para liderar California, el bastión demócrata más grande del país. Su retirada allana el camino a una competencia intensa entre veteranos y nuevas figuras del partido. Entre los nombres ya confirmados destacan:
- Xavier Becerra, ex fiscal general de California y ex secretario de Salud y Servicios Humanos.
- Antonio Villaraigosa, ex alcalde de Los Ángeles.
- Katie Porter, ex representante y figura ascendente del ala progresista.
- Eleni Kounalakis, actual vicegobernadora y aliada cercana de Harris.
Del lado republicano, figuras como Chad Bianco, alguacil del condado de Riverside, y Steve Hilton, ex presentador de Fox News, ya han iniciado campañas preliminares. También se especula con una posible candidatura de Ric Grenell, ex embajador y leal a Trump.
Reflexión y reinvención
La decisión de Harris no cierra la puerta a una futura candidatura, ya sea para la Casa Blanca o para otro cargo público. Fuentes cercanas a su entorno aseguran que está explorando proyectos fuera del ámbito electoral, como dirigir un centro de pensamiento o fundar una organización sin fines de lucro enfocada en la democracia y los derechos civiles.
“No descarto volver a postularme”, escribió. “Pero ahora, el momento exige nuevos métodos, nuevas ideas y la misma convicción de siempre”.
Eco en el Partido Demócrata
Su retiro ha generado reacciones divididas dentro del partido. Algunos lo ven como un gesto generoso para dar paso a nuevos liderazgos en medio de una crisis de identidad demócrata, mientras otros lamentan que no esté al frente del esfuerzo por reconstruir una oposición fuerte frente al segundo mandato de Trump.
“Kamala sigue siendo una fuente de inspiración para una generación joven que vibra con su autenticidad y valentía”, dijo la congresista californiana Sydney Kamlager-Dove. “Aunque no esté en la boleta, su influencia se sentirá”.
Aplausos y críticas
Tanto aliados como rivales reaccionaron rápidamente. Antonio Villaraigosa elogió su compromiso con el servicio público. Xavier Becerra calificó la decisión como “un punto de inflexión” que cambia el juego electoral.
En cambio, desde el Partido Republicano, Kollin Crompton, portavoz de la Asociación de Gobernadores Republicanos, celebró la noticia como una “victoria política para Trump”, afirmando que “los estadounidenses podrán respirar tranquilos al no tener que ver ni escuchar más a Kamala Harris”.
¿Y ahora qué?
Desde que dejó la vicepresidencia, Harris ha mantenido un perfil relativamente bajo, limitando sus apariciones públicas y declaraciones políticas. No obstante, se ha pronunciado con fuerza en momentos clave, como durante los operativos migratorios ordenados por Trump en Los Ángeles, o al criticar la militarización de las protestas civiles este verano.
“Las protestas pacíficas son una herramienta poderosa de democracia”, dijo en su momento, reafirmando su respaldo a quienes “luchan por nuestros derechos fundamentales”.
Ahora, Harris promete mantenerse políticamente activa, aunque desde otra trinchera.
“Seguiré luchando por el pueblo”, concluyó. “Porque el poder – el verdadero poder – siempre ha estado en manos del pueblo”.
Una era termina, otra comienza.
Con la salida de Kamala Harris del tablero electoral inmediato, California entra en una nueva etapa política donde el protagonismo podría pasar a una generación diferente, más joven y más combativa, decidida a renovar el liderazgo demócrata en un contexto nacional cada vez más polarizado.
Crédito fotográfico: Axios