
THE LATIN VOX (31 de julio del 2025).- Por Daniela Medina.
Un hallazgo insólito: el tomate como ancestro directo de la papa
Según un estudio publicado recientemente en Cell, el tomate jugó un rol crucial en el origen de la papa moderna. Hace entre 8 y 9 millones de años, un cruce genético entre un ancestro del tomate y una planta emparentada con la papa, llamada Etuberosum, dio origen a la primera especie del linaje petota, que incluye a la papa cultivada actual y 107 especies silvestres.
Este evento de especiación híbrida fue clave: la combinación genética resultante permitió desarrollar bulbos tuberosos estructuras que almacenan almidón y agua, y que habilitaron la adaptación de la papa a distintos ecosistemas andinos y mesoamericanos.
La ciencia detrás del descubrimiento
El equipo internacional analizó 128 genomas de especies relacionadas, confirmando que todos los miembros del linaje petota poseen un genoma híbrido derivado tanto de una rama de tomate como de otra de Etuberosum . Identificaron genes clave en el desarrollo de tubérculos: SP6A y IT1, heredados respectivamente de cada linaje, fundamentales para la formación de bulbos .
La especiación ocurrió en el contexto del surgimiento de la cordillera de los Andes (entre hace 6 y 10 millones de años), diversificando la papa en múltiples especies capaces de prosperar en valles secos, altas montañas y bosques andinos .
¿Por qué fue vital el cruce con el tomate?
Tradicionalmente se pensaba que la papa evolucionó de forma aislada dentro de la familia Solanaceae, junto al tomate, chile y berenjena. Sin embargo, esta nueva evidencia revela que la papa no surgió de una fotocopia, sino de un híbrido viable cuyo bulbo fue la innovación evolutiva .
Esto refuerza la idea de que la hibridación puede ser un motor poderoso de creatividad biológica, no solo un callejón evolutivo sin salida como se creía anteriormente .
Aplicaciones agroalimentarias y bioinnovación
El conocimiento del origen híbrido abre la puerta a la mejora genética: investigadores, como Sanwen Huang del Agricultural Genomics Institute at Shenzhen, buscan desarrollar papas más sanas, que se puedan cultivar a partir de semillas en lugar de tubérculos, y con menor acumulación de mutaciones indeseadas .
También existe la posibilidad de explorar combinaciones que fusionen atributos del tomate y la papa —por ejemplo, un fruto comestible en superficie con bulbos nutritivos bajo tierra, aunque enfatizan que el principal objetivo es optimizar la productividad, no crear híbridos inusuales .
Implicaciones evolutivas y biogeográficas
Este hallazgo obliga a repensar cómo surgieron los cultivos más relevantes para la alimentación humana. La papa actual, cultígena y silvestre, puede rastrearse hasta un evento puntual de hibridación prehistórica en Sudamérica .
Además, aporta insights sobre la microevolución en zonas montañosas, cómo las plantas responden a cambios geológicos y cómo la mezcla de linajes puede resultar en especies exitosas.
Un tomate como génesis de la papa
Este estudio histórico no solo redefine la genealogía de uno de los alimentos más populares del mundo, sino que también resalta la hibridación como una innovadora fuente evolutiva en las plantas. El tomate, lejos de ser solo un pariente lejano, fue progenitor de una especie fundamental para la dieta humana global.
Este conocimiento podría traducirse en nuevas estrategias de mejora sostenible de cultivos, aumentando la resiliencia de la papa frente al cambio climático, enfermedades y estrés ambiental.
Fuente: Fuente: Xinhua
Editor: huaxia
Foto: Xinhua/Yang Shiyao