
THE LATIN VOX (1 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Meses después del fallecimiento de Virginia Giuffre, una de las principales voces en la denuncia de la red de abuso sexual liderada por Jeffrey Epstein y su colaboradora Ghislaine Maxwell, su familia ha alzado la voz con un mensaje claro: Virginia quería justicia, no olvido.
En una emotiva entrevista con NBC News, los hermanos de Giuffre expresaron su dolor ante el uso que el presidente Donald Trump ha hecho de su historia y reiteraron el deseo de su hermana de que los archivos relacionados con Epstein se hagan públicos.
«No fue robada. Fue reclutada por Maxwell»
El comentario que más indignación provocó fue el del propio Trump, quien esta semana afirmó que Epstein “robó” a Giuffre y a otras jóvenes trabajadoras del club Mar-a-Lago, donde Virginia trabajaba como masajista a los 16 años.
En declaraciones posteriores, Trump aseguró que expulsó a Epstein de su club por comportamientos inapropiados hacia sus empleadas, pero sus palabras han dejado un sabor amargo en la familia Giuffre.
“Ella no era una cosa que se roba. Era una persona”, dijo Sky Roberts, hermano de Virginia, con lágrimas en los ojos. “Era una madre, una hermana, y fue reclutada por Maxwell. No fue robada”.
Una lucha por la verdad hasta el final
Virginia Giuffre murió en abril de este año, dejando tras de sí un legado de valentía al haber sido una de las primeras mujeres en denunciar públicamente a Epstein y a Maxwell. En sus declaraciones judiciales, Giuffre afirmó haber sido abusada por ambos y luego “prestada” a hombres poderosos, entre ellos el príncipe Andrés del Reino Unido, quien niega cualquier delito.
Su cuñada, Amanda Roberts, aseguró que Giuffre “tenía un poco de esperanza” porque se había anunciado que los archivos del caso Epstein podrían ser desclasificados. “Estaba luchando para que eso pasara hasta el final”, declaró Roberts. “Ella quería que el público supiera los crímenes que ellos habían cometido”.
Maxwell busca clemencia, Trump guarda silencio
Mientras tanto, Ghislaine Maxwell, actualmente cumpliendo una condena de 20 años por tráfico y abuso de menores, ha apelado ante la Corte Suprema de EE.UU. en un intento por anular su sentencia. También se rumorea que está solicitando un perdón presidencial.
Ante la posibilidad de que Trump, quien mantiene una campaña activa para regresar a la Casa Blanca, considere dicha solicitud, la familia Giuffre fue tajante: No a la impunidad. Un funcionario de la administración Trump aseguró que actualmente no se contempla ninguna acción de clemencia para Maxwell, aunque el silencio oficial ha dejado la puerta abierta a la especulación.
Una deuda con las víctimas
La familia Giuffre ha subrayado que su hermana no luchó sola, sino en nombre de todas las víctimas que aún no han sido escuchadas. Para ellos, la transparencia no es una opción, sino una obligación moral.
“Virginia creía en la justicia”, dijo Sky Roberts. “Ella no quería venganza, quería que el mundo viera la verdad. Que se hiciera justicia, aunque no le tocara verla”.
La presión para que se desclasifiquen los llamados “archivos Epstein” crece día a día. Estos documentos contienen nombres, testimonios y evidencias que podrían implicar a figuras de alto perfil en una red de explotación que se extendió por décadas.
Mientras tanto, el eco de la voz de Virginia Giuffre sigue resonando. Aunque ya no está, su lucha por la verdad continúa viva en quienes se niegan a olvidar.
Más allá de las luchas judiciales y los enfrentamientos políticos, este caso revela una herida aún abierta en la conciencia pública: el poder ha protegido a demasiados durante demasiado tiempo. La historia de Virginia Giuffre pone rostro a un sistema que falló a las víctimas, y el acceso a la verdad será un paso imprescindible para evitar que vuelva a ocurrir.
Crédito fotográfico: The Australian