
THE LATIN VOX (13 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Un amplio estudio realizado en Suecia ha encontrado que el tratamiento farmacológico para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) podría aportar beneficios más allá del control de sus síntomas principales, incluyendo una reducción significativa en el riesgo de conductas suicidas, abuso de sustancias, accidentes de tráfico y conductas delictivas.
La investigación, publicada en el British Medical Journal, analizó los registros médicos de casi 150,000 personas diagnosticadas con TDAH entre 2007 y 2020.
Tras ajustar por variables como edad, sexo, nivel educativo, antecedentes psiquiátricos e historial médico, el uso de medicación se asoció con reducciones del 17% en el riesgo de conducta suicida, 15% en abuso de sustancias, 12% en accidentes de tráfico y 13% en criminalidad.
“Nuestros resultados deberían formar parte del debate sobre los efectos y la seguridad de los medicamentos para el TDAH”, señaló el profesor Samuele Cortese, psiquiatra infantil y de adolescentes de la Universidad de Southampton y autor principal del estudio.
Aunque el trabajo no fue un ensayo clínico aleatorizado –lo que impide establecer una relación de causalidad definitiva–, los investigadores afirman que el uso de técnicas de emulación de ensayos clínicos en datos observacionales lo convierte en uno de los análisis más rigurosos realizados hasta ahora.
El TDAH, que se estima afecta al 5% de los niños y al 2,5% de los adultos en todo el mundo, está relacionado con un mayor riesgo de problemas de salud mental, conductas suicidas y lesiones accidentales. Las personas con este diagnóstico también están sobrerrepresentadas en los sistemas judiciales penales.
Más allá de los síntomas
Los medicamentos como el metilfenidato han demostrado en ensayos clínicos reducir la hiperactividad, la impulsividad y la falta de atención. Sin embargo, había menos evidencia sobre si estos beneficios clínicos se traducían en mejoras en la vida cotidiana. Este estudio apunta a que sí, aunque los expertos advierten que los fármacos no funcionan igual para todas las personas.
“Si el medicamento para el TDAH funciona para un paciente o un niño, es probable que también tenga impactos positivos en otros aspectos de la vida”, afirmó el profesor Adam Guastella, de la Universidad de Sídney.
En Inglaterra, las prescripciones de medicamentos para el TDAH han aumentado un 18% anual desde la pandemia, un crecimiento que ha alimentado debates sobre un posible “sobrediagnóstico”.
Los autores del estudio sostienen que este nuevo conjunto de datos puede ayudar a equilibrar la discusión, recordando que no tratar el TDAH también implica riesgos concretos y cuantificables para la vida y la seguridad de los pacientes.
Crédito fotográfico: PowerBrain RX