THE LATIN VOX (14 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El Gobierno ruso anunció la restricción de llamadas en las populares aplicaciones de mensajería WhatsApp y Telegram, acusando a ambas plataformas de propiedad extranjera de negarse a compartir información con las autoridades en casos relacionados con fraude y terrorismo.
El regulador de comunicaciones, Roskomnadzor, afirmó que las medidas buscan “contrarrestar actividades criminales” y precisó que no se han impuesto otras limitaciones a las funciones de mensajería.
El Ministerio de Desarrollo Digital señaló que el acceso a las llamadas será restablecido solo cuando las empresas cumplan con la legislación rusa.
Según reportes de Reuters, las llamadas de voz en Telegram prácticamente dejaron de funcionar desde el 11 de agosto, mientras que las de WhatsApp son imposibles debido a cortes intermitentes y un zumbido metálico constante.
La decisión es el último capítulo de un prolongado enfrentamiento entre Moscú y las grandes tecnológicas extranjeras, que se intensificó tras la invasión a gran escala de Ucrania en 2022. Críticos sostienen que las medidas forman parte de la estrategia del Kremlin para ampliar su control sobre el espacio digital y limitar la influencia de plataformas no controladas por el Estado.
El presidente Vladímir Putin ha autorizado el desarrollo de una aplicación estatal de mensajería integrada con servicios gubernamentales, como parte de un plan para lograr lo que el Kremlin llama “soberanía digital”, fomentando el uso de servicios nacionales y reduciendo la dependencia de plataformas extranjeras.
Meta, propietaria de WhatsApp, calificó el servicio como “privado y cifrado de extremo a extremo”, asegurando que se opone a “los intentos gubernamentales de violar el derecho a la comunicación segura” y acusando a Rusia de intentar bloquearlo para más de 100 millones de usuarios.
Telegram, por su parte, declaró que combate activamente el uso indebido de su plataforma y elimina millones de contenidos dañinos cada día.
Autoridades rusas han advertido que para levantar las restricciones, las plataformas deberán abrir oficinas legales en Rusia, cooperar con Roskomnadzor y cumplir con las exigencias de las fuerzas de seguridad.
Mientras tanto, defensores de derechos humanos advierten que la nueva aplicación estatal podría vigilar de forma masiva las actividades de los usuarios y que el Gobierno podría ralentizar deliberadamente WhatsApp para forzar la migración hacia su alternativa nacional.
Human Rights Watch alertó recientemente de que Rusia está ampliando sus capacidades tecnológicas para bloquear, filtrar y controlar el acceso a internet, fortaleciendo la censura y debilitando las herramientas para eludirla.
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