THE LATIN VOX (16 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Un informe del medio israelí-palestino +972 Magazine reveló la existencia de una unidad especial dentro del ejército israelí encargada de “legitimar” ataques contra periodistas en Gaza, vinculándolos falsamente con actividades de Hamás para reducir el impacto del rechazo internacional frente a los asesinatos de trabajadores de prensa.
De acuerdo con tres fuentes de inteligencia citadas en el reportaje, la llamada “célula de legitimación” fue creada tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, con el objetivo de reunir y difundir información que reforzara la imagen de Israel en el exterior y asegurara el respaldo diplomático y militar de sus principales aliados.
Periodistas convertidos en blancos
El informe sostiene que en al menos un caso la unidad manipuló pruebas para presentar a un reportero como militante encubierto, aunque la designación fue revertida antes de que se ejecutara un ataque.
Sin embargo, la misma lógica se habría aplicado recientemente en la muerte del periodista de Al Jazeera, Anas al-Sharif, y tres de sus colegas, abatidos en su improvisada sala de redacción en Gaza.
Israel justificó la acción alegando que al-Sharif era comandante de Hamás, una acusación que organizaciones de prensa califican como infundada.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) advierte que la Franja de Gaza es hoy el lugar más peligroso del mundo para ejercer el periodismo. En menos de dos años, más de 180 comunicadores palestinos han muerto por ataques israelíes, incluidos 26 en ejecuciones selectivas, consideradas por la organización como asesinatos deliberados.
Guerra informativa y legitimidad internacional
Fuentes militares citadas por +972 Magazine señalaron que el objetivo principal de la célula no era la seguridad nacional, sino la gestión de relaciones públicas. “Si los medios internacionales hablan de Israel matando a periodistas inocentes, inmediatamente se buscaba a un reportero que ‘no fuera tan inocente’, como si eso justificara la muerte de los demás”, relató uno de los informantes.
La estrategia incluía difundir datos sobre el presunto uso de hospitales y escuelas por parte de Hamás, así como informes de ataques fallidos de grupos armados palestinos, con el fin de reforzar la narrativa israelí en el escenario global. Un oficial citado en el artículo aseguró que la finalidad era clara: “permitir al ejército seguir operando sin presiones externas, asegurando que países como Estados Unidos continuaran suministrando armas”.
Silencio oficial y nuevas víctimas
Hasta ahora, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no han respondido a las acusaciones. Entretanto, la violencia en Gaza continúa. El viernes, al menos 16 palestinos murieron por ataques israelíes, incluidos cinco que hacían fila para recibir ayuda alimentaria, según fuentes médicas citadas por Al Jazeera.
Israel también emitió nuevas órdenes de evacuación en el barrio de Zeitún, en la Ciudad de Gaza, en el marco de una intensificación de operaciones terrestres que ha sido objeto de críticas dentro y fuera del país.
El caso pone en el centro del debate no solo la vulnerabilidad extrema de los periodistas palestinos, sino también las tácticas de desinformación empleadas en un conflicto donde la verdad se ha convertido en un campo de batalla tan disputado como el territorio mismo.
Crédito fotográfico: CPJ