
THE LATIN VOX (23 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El gobierno canadiense anunció ayer viernes un giro estratégico en su política comercial frente a Estados Unidos, en medio de la mayor transformación del sistema de intercambio global en décadas.
El Primer Ministro canadiense afirmó que el objetivo central de su administración es claro: proteger a los trabajadores y familias canadienses, reforzar la competitividad empresarial y consolidar la economía más fuerte del G7.
Sin embargo, reconoció que la nueva política arancelaria de Washington obliga a Ottawa a adaptarse rápidamente a una realidad menos integrada y más confrontativa.
El nuevo paradigma estadounidense
La Casa Blanca ha redefinido sus relaciones comerciales imponiendo aranceles sectoriales muy elevados en industrias estratégicas como el acero, el aluminio, los automóviles y el cobre, además de medidas específicas contra la industria maderera canadiense.
Bajo esta estrategia, los países deben, en palabras de Ottawa, “comprar acceso al mayor mercado del mundo” a través de tarifas, inversiones y concesiones de política interna.
En paralelo, el gobierno estadounidense ha reforzado el uso de la Ley de Poderes Económicos Internacionales de Emergencia (IEEPA), justificando aranceles contra Canadá y México con base en preocupaciones de seguridad fronteriza y narcotráfico de fentanilo.
Ventajas y riesgos para Canadá
Pese a este endurecimiento, Estados Unidos reafirmó recientemente su compromiso con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC o CUSMA). Gracias a ello, más del 85% del comercio bilateral permanece libre de aranceles, y el promedio efectivo de tarifas sobre productos canadienses es de apenas 5,6%, el más bajo entre todos los socios comerciales de Washington.
“Hoy por hoy, Canadá tiene el mejor acuerdo comercial con Estados Unidos”, destacó el Primer Ministro, aunque advirtió que la prioridad inmediata será resolver las tensiones en acero, aluminio y automóviles, sectores vitales para la economía canadiense.
Decisiones estratégicas
Como parte de este reajuste, el gobierno canadiense anunció que a partir del 1 de septiembre de 2025 eliminará todos los aranceles sobre bienes estadounidenses amparados por el T-MEC, buscando mantener la reciprocidad y preservar ventajas en un entorno comercial cada vez más complejo.
El Ejecutivo también confirmó el lanzamiento de un nuevo plan industrial nacional para defender empleos, estimular la competitividad, fomentar la compra de productos nacionales y diversificar exportaciones.
Entre las medidas, se incluyen proyectos de infraestructura estratégica, la duplicación del ritmo de construcción de viviendas, la creación de una nueva industria de defensa y seguridad, y la apertura de mercados alternativos fuera de Norteamérica.
De la integración a la resiliencia
El Primer Ministro reconoció que el proceso de integración económica entre Canadá y Estados Unidos, que durante décadas se profundizó gracias a tratados de libre comercio, ha llegado a su fin.
“Algunas de nuestras mayores fortalezas históricas se han convertido en vulnerabilidades”, señaló. “Ahora debemos pasar de la dependencia a la resiliencia, fortaleciendo nuestra soberanía, diversificando nuestros mercados y asegurando que la economía canadiense se consolide como la más robusta del G7”.
Con este anuncio, Ottawa busca equilibrar su relación con su socio y vecino más poderoso, mientras prepara el terreno para un nuevo ciclo de alianzas estratégicas en un mundo cada vez más fragmentado por tensiones comerciales y geopolíticas.
Crédito fotográfico: MSN