
THE LATIN VOX (29 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
A partir de este otoño, las bibliotecas escolares de Edmonton verán vacíos sus estantes de más de 200 títulos, entre ellos clásicos de la literatura como El cuento de la criada de Margaret Atwood, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado de Maya Angelou.
La medida surge tras la implementación de una nueva política del Ministerio de Educación de Alberta que regula el acceso de los estudiantes a libros considerados “sexualmente explícitos”.
La lista, obtenida por CBC News y distribuida internamente a educadores, incluye también obras contemporáneas de autores como John Green y Emily Henry, así como libros con temáticas 2SLGBTQ+, entre ellos Gender Queer y Two Boys Kissing.
De acuerdo con el memorando de Edmonton Public Schools (EPSB), los textos fueron evaluados durante el verano y clasificados conforme a los criterios establecidos en la orden ministerial.
Una decisión polémica
En un comunicado, la presidenta de la Junta Escolar de Edmonton, Julie Kusiek, lamentó la pérdida:
“Como resultado de la orden ministerial, varios libros excelentes serán retirados de nuestras bibliotecas este otoño”, afirmó, subrayando que la decisión responde a un mandato del gobierno provincial, no a la voluntad de la división escolar.
La polémica se intensificó cuando trascendió que la lista no distingue entre estudiantes de secundaria y de grados inferiores.
Según CBC, una segunda sección del documento identifica más de 50 títulos adicionales que estarán vetados para los grados de kínder a noveno, entre ellos 1984 de George Orwell y El gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald. Estos textos podrían estar disponibles solo para alumnos de 10.º a 12.º grado, dependiendo de la evaluación de “adecuación para el desarrollo”.
Gobierno en revisión
El ministro de Educación de Alberta, Demetrios Nicolaides, aseguró que el gobierno no elaboró la lista y que pedirá explicaciones a las autoridades escolares de Edmonton: “Hemos solicitado que se aclare por qué se seleccionaron estos libros, y trabajaremos con ellos para garantizar que los estándares se implementen con precisión”, señaló en un comunicado.
Nicolaides ha insistido en que no se trata de prohibiciones, sino de establecer lineamientos claros sobre la edad apropiada para acceder a ciertos contenidos.
Riesgo de “una cultura del miedo”
No todos comparten esa visión. Para Laura Winton, expresidenta de la Asociación de Bibliotecas de Alberta, la medida abre la puerta a un precedente preocupante.
“El objetivo de esta orden ministerial es retirar materiales de las bibliotecas, y eso es exactamente lo que está ocurriendo”, denunció.
Según Winton, limitar el acceso a libros con referencias sexuales —incluso si son pertinentes para adolescentes— restringe la posibilidad de discutir temas relevantes en el aula. “Lo que crean estas listas es una cultura de miedo que reduce la libertad de aprendizaje y el pensamiento crítico”, advirtió.
Un debate que trasciende Edmonton
El caso se suma a una tendencia creciente en Norteamérica donde la literatura en escuelas se encuentra bajo escrutinio político y cultural. Para muchos padres y educadores, la eliminación de obras canónicas no solo afecta el patrimonio cultural de los estudiantes, sino que también condiciona su formación en valores democráticos, diversidad y libertad de expresión.
Mientras la controversia se expande, miles de estudiantes de Edmonton volverán a clases este otoño con menos opciones en sus bibliotecas, en medio de un debate nacional sobre quién debe decidir qué leen los jóvenes canadienses.
Fuente: CBC News
Crédito fotográfico: Yahoo! News Canada