
THE LATIN VOX (30 de agosto del 2025).- Por Daniela Medina.
La pequeña localidad de Fergus, reconocida a nivel internacional por su fuerte identidad cultural escocesa y por albergar uno de los festivales de herencia celta más importantes de América del Norte, enfrenta un momento cargado de nostalgia y controversia.
El municipio ha confirmado que la emblemática figura del “guerrero escocés”, que durante décadas presidió el corazón del centro urbano, será derribada en los próximos días debido al avanzado deterioro estructural que amenaza su estabilidad.
Un guardián del espíritu escocés en Canadá
La estatua, conocida popularmente como “el guerrero escocés de Fergus”, no solo ha sido un punto de referencia arquitectónico, sino también un poderoso símbolo de la historia de la inmigración escocesa a Canadá.
Erigida en la segunda mitad del siglo XX, la figura representaba a un guerrero de las Tierras Altas, vestido con kilt, espada en alto y gesto desafiante, evocando la resistencia cultural y el orgullo de los primeros colonos escoceses que llegaron a la región de Wellington County en el siglo XIX.
Para generaciones de residentes y visitantes, el guerrero ha sido más que una estatua: un emblema de pertenencia.
Muchos lo consideran un guardián que dio la bienvenida a quienes recorrían el centro histórico de Fergus, especialmente durante el Fergus Scottish Festival & Highland Games, un evento anual que atrae a miles de personas de todo el mundo y que celebra la música, la danza, los deportes tradicionales y la genealogía de la diáspora escocesa.
Razones para el derribo
Las autoridades locales explicaron que tras varios estudios de ingeniería se determinó que la estructura del guerrero ya no es segura. Grietas visibles, corrosión en los cimientos y la exposición prolongada a los duros inviernos canadienses han debilitado la base hasta el punto de convertirla en un riesgo potencial para transeúntes y comercios aledaños.
“Es una decisión difícil, pero priorizamos la seguridad pública. El guerrero ha servido a Fergus con orgullo, y ahora nos corresponde despedirlo con dignidad”, declaró la alcaldesa interina, Margaret McLeod.
Un debate que divide a la comunidad
El anuncio ha generado intensas reacciones entre la ciudadanía. Para algunos vecinos, el derribo supone un acto de traición hacia la memoria cultural que distingue a Fergus de otras localidades de Ontario.
En redes sociales locales circulan mensajes con hashtags como #SaveTheWarrior o #FergusHeritage, exigiendo alternativas como la restauración, el traslado a un museo o la reconstrucción con materiales más resistentes.
Otros, en cambio, aceptan la medida como inevitable y miran al futuro. “Ha sido parte de nuestra historia, pero no podemos arriesgar la seguridad de nuestros hijos por un símbolo de piedra. Lo importante es que la memoria del guerrero continúe en otros espacios”, expresó John Campbell, comerciante de la calle principal.
Proyectos de legado y memoria
El ayuntamiento no descarta levantar una nueva figura en honor al guerrero escocés. Según fuentes oficiales, se estudia la posibilidad de crear una réplica moderna con materiales duraderos, acompañada de un espacio interpretativo que narre la historia de la inmigración escocesa en la región.
Asimismo, la Biblioteca Pública de Fergus y el Museo del Condado de Wellington han manifestado su disposición a organizar exposiciones temporales con fotografías históricas, documentos y testimonios sobre la relevancia cultural de la estatua.
Incluso algunos artistas locales han propuesto reinterpretar al guerrero en clave contemporánea, como una instalación pública que combine tradición y modernidad. Esta idea, sin embargo, ha despertado tanto entusiasmo como recelo: mientras unos la ven como una oportunidad de renovación cultural, otros consideran que diluye la fuerza simbólica del monumento original.
Impacto en el turismo y la identidad local
La inminente desaparición del guerrero plantea interrogantes sobre su impacto en el turismo. Fergus recibe miles de visitantes cada verano atraídos por sus raíces escocesas, y muchos solían fotografiarse junto al imponente guerrero como parte de su experiencia.
Expertos en patrimonio señalan que la pérdida del monumento puede afectar la visibilidad internacional de la localidad si no se reemplaza por un referente cultural de igual fuerza.
“Los símbolos urbanos son vitales para la narrativa de una ciudad. El guerrero de Fergus no era solo un adorno: era un puente entre la memoria y el presente. Su ausencia obligará a la comunidad a replantear cómo quiere ser vista por el mundo”, afirmó la profesora Fiona Stewart, historiadora de la Universidad de Guelph.
Una despedida con ceremonia
Para rendir homenaje a la estatua antes de su retiro, el municipio planea organizar una ceremonia pública en la plaza central. Bandas de gaitas, grupos de danza escocesa y líderes comunitarios participarán en un acto conmemorativo que incluirá discursos, música tradicional y una procesión simbólica.
Se espera la asistencia de cientos de personas vestidas con trajes típicos, en un gesto de respeto y gratitud hacia el guerrero que acompañó la vida cotidiana de Fergus durante generaciones.
Entre la nostalgia y la esperanza
El derribo del icónico guerrero escocés marca el fin de una era para Fergus, pero también abre un debate crucial sobre cómo las comunidades preservan su memoria cultural en un mundo cambiante.
Mientras algunos lloran la pérdida inminente de una figura que encarnaba orgullo y pertenencia, otros miran hacia adelante con el deseo de renovar y adaptar los símbolos de identidad a los desafíos del siglo XXI.
En cualquier caso, el guerrero de Fergus ya forma parte de la historia, no solo de esta localidad canadiense, sino también de la extensa diáspora escocesa que ha encontrado en América del Norte un lugar para mantener vivas sus tradiciones.
Su caída no será un simple acto de demolición, sino un recordatorio del poder que tienen los monumentos para dar forma a la memoria colectiva.
Fuente: Guelph Today
Foto cortesía de @TeenainToronto