EE.UU: Día del Trabajo bajo Trump 2.0 … promesas vacías y políticas antiobreras

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THE LATIN VOX (1 de septiembre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En su primer Día del Trabajo desde que regresó a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump celebra con un gigantesco cartel colgado en el Departamento de Trabajo: su retrato junto a las palabras “American Workers First” (“Primero los Trabajadores Estadounidenses”).

Pero para millones de trabajadores y líderes sindicales en todo el país, este gesto no es más que una fachada propagandística que oculta una realidad muy distinta: un gobierno que, según sus críticos, ha sido abiertamente hostil hacia la clase trabajadora.

“Trump habla como defensor del obrero, pero sus acciones son descaradamente antiobreras”, afirma Heidi Shierholz, presidenta del Economic Policy Institute. “Ha recortado salarios, ha debilitado protecciones laborales y ha promovido medidas que ponen en peligro la vida de los trabajadores”.

La retórica frente a la realidad

Durante su campaña y su primer mandato, Trump prometió ser el presidente de los “olvidados” —trabajadores de fábricas, mineros, empleados del gobierno— pero en su segundo mandato, sus políticas han favorecido de manera abrumadora a las grandes corporaciones y a los multimillonarios.

Bajo su dirección, el gobierno ha:

  • Eliminado protecciones salariales para 3.7 millones de trabajadoras domésticas y del cuidado en el hogar.
  • Cancelado regulaciones que protegían a mineros del carbón de enfermedades pulmonares mortales como la silicosis.
  • Recortado un 12% del personal de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), debilitando la capacidad de supervisar condiciones laborales.
  • Terminado con el aumento salarial mínimo para contratistas federales, provocando pérdidas anuales de hasta $9,200 para algunos trabajadores.

Liz Shuler, presidenta de la federación sindical AFL-CIO, no oculta su indignación: “Es una gran traición. Sabíamos que sería malo, pero no imaginamos la rapidez y magnitud de sus ataques contra los trabajadores y sus sindicatos”.

El golpe al sindicalismo

En un movimiento que expertos consideran histórico por su agresividad, Trump anuló el derecho a la negociación colectiva para un millón de empleados públicos y desmanteló sus contratos sindicales. Julie Su, ex secretaria de Trabajo en funciones durante la administración Biden, afirma: “Trump es peor que Reagan en su enfoque hacia los sindicatos. Está intentando hacer del gobierno una zona libre de sindicatos”.

Justin Chen, representante de los empleados de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), fue contundente: “Todo lo que dijo sobre luchar por los trabajadores fue una mentira. Desprecia a los empleados federales”.

Las consecuencias económicas y sociales

Aunque el gobierno de Trump insiste en que su agenda “pone a los trabajadores primero”, múltiples análisis económicos sugieren lo contrario. Las tarifas comerciales están elevando los precios y ralentizando el crecimiento económico. Su recorte fiscal de 2017 ha resultado en menos recursos para asistencia alimentaria y cobertura médica para familias trabajadoras.

Shierholz advierte que el plan de deportar un millón de inmigrantes al año podría destruir 5.9 millones de empleos, al afectar tanto a trabajadores extranjeros como estadounidenses. “Si no tienes inmigrantes para construir casas, tampoco necesitarás electricistas ni plomeros. Todo se detiene”.

Corey Mahoney, trabajador de carga en el aeropuerto JFK, lo vive en carne propia: “Muchos compañeros fueron deportados o no pudieron regresar al trabajo. Los que quedamos tenemos que hacer el doble. Es injusto”.

“Un gobierno para los CEOs”

“El gobierno actual está hecho por y para los CEOs”, sentenció Shuler. “Pedimos alimentos más baratos y nos dan tanques en las calles. Queremos atención médica accesible y están por quitarle la cobertura a 16 millones de personas”.

Jenny Smith, cuidadora en Illinois, también se siente abandonada: “Trump quiere eliminar nuestras protecciones salariales. La mayoría de nosotras somos mujeres negras, latinas y madres solteras. Nos está quitando el pan de la boca”.

Una movilización obrera en marcha

Este Día del Trabajo, más de 1,000 manifestaciones y eventos sindicales están teniendo lugar en todo Estados Unidos. El mensaje es claro: la clase trabajadora está en pie de lucha. “El estado de la clase obrera en este país es que está bajo ataque”, concluyó Shuler.

Mientras Trump promueve una imagen de prosperidad y liderazgo económico, las voces desde fábricas, hogares y oficinas públicas relatan otra historia: la de un presidente cuya retórica pro-trabajador se desvanece frente a políticas que, según muchos, están desmontando décadas de conquistas laborales.

Crédito fotográfico: AOL.com


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