Francia al borde del colapso político: Crisis fiscal y fragmentación parlamentaria

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THE LATIN VOX (2 de septiembre de 2025). Por Daniela Medina. 

Francia, la segunda economía más grande de la eurozona y miembro fundador de la Unión Europea, se encuentra de nuevo en el epicentro de una tormenta política y financiera.

El gobierno del primer ministro François Bayrou, aliado del presidente Emmanuel Macron, encara una moción de censura que podría hundirlo apenas meses después de su nombramiento.

De fracasar, Bayrou se convertiría en el cuarto jefe de gobierno destituido en apenas 18 meses, un récord de inestabilidad que sacude la credibilidad institucional de la Quinta República.

La crisis llega en un momento especialmente delicado: Francia arrastra un déficit presupuestario de casi 6 % del PIB, una deuda pública que rebasa el 114 %, y una economía que muestra señales de estancamiento en medio de una presión social creciente por la inflación, el desempleo juvenil y la pérdida de poder adquisitivo.

El detonante: Un plan de austeridad de 44.000 millones de euros

El gobierno de Bayrou presentó hace una semana un plan de ajuste fiscal sin precedentes recientes. La propuesta busca recortar 44.000 millones de euros para contener el déficit y recuperar la confianza de los mercados financieros. Entre las medidas se incluyen:

  • La supresión de dos feriados nacionales, con el objetivo de aumentar la productividad anual.
  • Nuevos impuestos a los pensionistas y a los trabajadores autónomos.
  • Recortes en programas sociales, subsidios y beneficios a familias de bajos ingresos.
  • Revisión de contratos estatales y congelación parcial de salarios en el sector público.

Bayrou defendió el plan como “doloroso pero inevitable” para evitar que Francia caiga en una crisis similar a la griega de 2010. Sin embargo, la iniciativa provocó una ola de rechazo inmediato.

La izquierda, agrupada en el Nuevo Frente Popular, calificó las medidas de “brutalidad neoliberal” que cargan sobre los más vulnerables el peso del ajuste. La extrema derecha de Marine Le Pen y Jordan Bardella, por su parte, denunció la propuesta como una “rendición al diktat de Bruselas y de los mercados financieros”.

La consecuencia es que ambos polos, normalmente irreconciliables, han encontrado un terreno común: votar unidos contra el gobierno de Bayrou en la moción de censura prevista para el 8 de septiembre.

Un Parlamento dividido: La raíz de la parálisis

El origen de la crisis se remonta a las elecciones legislativas anticipadas de junio de 2024, convocadas por Macron tras el auge del ultraderechista RN en las europeas. Aquellos comicios dejaron un Parlamento extremadamente fragmentado:

  • El Nuevo Frente Popular (izquierda) obtuvo la primera minoría.
  • El partido de Macron y sus aliados centristas quedaron en segundo lugar.
  • El Rassemblement National (RN) se consolidó como tercera fuerza con un resultado histórico.

Ninguna de estas fuerzas logró construir una mayoría estable. Macron recurrió primero a Gabriel Attal, luego a Élisabeth Borne y después a Bruno Le Maire, pero ninguno logró sostenerse en el cargo más de unos meses. Bayrou fue designado como una figura de consenso moderado, aunque sin base parlamentaria sólida.

El resultado: cada intento de aprobar presupuestos o reformas se convierte en una batalla campal, con alianzas cambiantes y mociones de censura recurrentes.

Costo económico: Mercados inquietos y bancos en caída

El impacto de la crisis política ya se refleja en los mercados financieros:

  • El CAC 40, principal índice bursátil francés, cayó un 2 % en apenas 48 horas.
  • Las acciones de BNP Paribas y Société Générale perdieron cerca de un 6 % de su valor.
  • Los bonos soberanos franceses vieron aumentar su prima de riesgo, alcanzando niveles comparables a los de Italia.

El Financial Times advirtió que, de continuar la incertidumbre, Francia podría entrar en una recesión técnica antes de fin de año. Empresas como Carrefour y AXA han alertado sobre una posible reducción de inversiones si la inestabilidad persiste.

Además, varios analistas comparan la situación con la crisis del Reino Unido bajo Liz Truss en 2022, cuando un plan fiscal desató el pánico en los mercados. “El riesgo de un colapso estilo Truss es real”, señaló un economista del Banco de Francia.

El desgaste del legado de Macron

El presidente Macron, que aún tiene mandato hasta 2027, observa cómo su autoridad se erosiona. Tras haber llegado al poder en 2017 como el gran centrista capaz de superar la dicotomía izquierda-derecha, hoy se enfrenta a un país profundamente polarizado y con instituciones en crisis.

Sus reformas más emblemáticas —como el aumento de la edad de jubilación— generaron protestas masivas en 2023. Ahora, la percepción generalizada es que sus políticas fiscales favorecieron a las élites mientras la deuda nacional se disparaba.

El riesgo es que Macron quede relegado a un papel meramente decorativo, incapaz de gobernar ni de disolver nuevamente el Parlamento sin agravar la fragmentación.

Reacciones internacionales: Europa mira con preocupación

Bruselas sigue con atención el desenlace. Francia no es solo una economía clave del euro, sino también un motor diplomático y militar dentro de la Unión Europea.

  • Alemania expresó “gran preocupación” por la posibilidad de una crisis presupuestaria francesa que contagie al resto de la eurozona.
  • Italia teme que el aumento de los costes de endeudamiento en Francia repercuta en sus propios bonos, ya de por sí vulnerables.
  • Los mercados estadounidenses también observan con atención, ante el riesgo de turbulencias financieras globales si Francia pierde la confianza de los inversores.

El propio Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió un comunicado advirtiendo que Francia debe “encontrar urgentemente un camino creíble hacia la estabilidad fiscal sin socavar la cohesión social”.

Un país al límite: La calle responde

En las calles de París, Lyon, Marsella y Lille ya se han registrado manifestaciones contra los recortes propuestos por Bayrou. Sindicatos como la CGT y Force Ouvrière preparan una huelga general para el 10 de septiembre, en caso de que el gobierno sobreviva a la moción de censura.

“Quieren hacernos trabajar más días al año mientras los multimillonarios reciben exenciones fiscales. No lo vamos a permitir”, declaró Philippe Martinez, líder sindical histórico.

La posibilidad de una explosión social recuerda a la crisis de los chalecos amarillos en 2018, cuando protestas masivas contra el precio del combustible paralizaron el país.

¿Italia del norte o Grecia del oeste?

La situación actual ha llevado a muchos analistas a preguntarse si Francia se está convirtiendo en una especie de “nueva Italia”, con gobiernos que caen cada pocos meses, o peor aún, en una “nueva Grecia”, atrapada en un espiral de deuda, austeridad y recesión.

Lo cierto es que Francia encara un dilema existencial: o logra construir un pacto político mínimo que permita gobernar, o quedará atrapada en un ciclo de colapsos sucesivos que dañarán no solo su economía, sino también su rol en Europa y el mundo.

La moción de censura del próximo 8 de septiembre será más que una votación parlamentaria: será una prueba de supervivencia para la V República y un punto de inflexión en la historia contemporánea de Francia.

Fuente: Al Jazeera

Foto: Google Images


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