
THE LATIN VOX (7 de septiembre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La revolución de la inteligencia artificial (IA) está sacudiendo los cimientos del periodismo digital. Lo que antes era una fuente confiable de tráfico y clics —los motores de búsqueda como Google— ahora se ha convertido en un desafío existencial para los editores de noticias.
Jon Slade, directivo de un medio digital británico, describe un descenso “rápido y sostenido” del 25% al 30% en el tráfico que llegaba a su sitio a través de buscadores.
Este fenómeno no es aislado: la implementación de Google AI Overviews —resúmenes automáticos de noticias en la parte superior de los resultados de búsqueda— y el nuevo modo AI Mode, que responde consultas al estilo de un chatbot, está cambiando radicalmente la manera en que los usuarios consumen información.
En otras palabras, cada vez hay menos necesidad de hacer clic en los artículos originales.
“Es el cambio más grande en búsqueda que he visto en décadas”, asegura un ejecutivo tecnológico editorial. “Google siempre se percibió como un aliado para los editores. Hoy, esa constante del mundo digital está experimentando una transformación que puede cambiar completamente el panorama”.
Los datos recientes revelan el impacto: el Daily Mail reportó caídas de hasta un 89% en el tráfico proveniente de clics, y organizaciones como Guardian Media Group y la asociación británica Periodical Publishers Association (PPA) han pedido a la autoridad de competencia que obligue a Google a transparentar cómo AI Overview y AI Mode afectan el tráfico hacia los medios.
La doble amenaza de la IA
El problema no se limita a la pérdida de visitas. La IA también plantea riesgos de precisión. Aunque los algoritmos han mejorado, siguen existiendo “alucinaciones”: errores o información inventada presentada como cierta, así como sesgos al decidir qué fuentes resumir.
Casos como el de Apple, que difundió alertas falsas de la BBC sobre Rafael Nadal o un homicidio en Estados Unidos, muestran los peligros de confiar ciegamente en la IA para informar.
Paralelamente, las compañías de IA están utilizando contenidos periodísticos para entrenar sus modelos, a menudo sin compensación. Este doble impacto —resúmenes automáticos que reducen clics y extracción de contenido para entrenamiento de IA— ha sido calificado por expertos como una verdadera “crisis existencial” para los editores.
Respuesta de los medios
Frente a esta situación, los medios están explorando múltiples estrategias: acuerdos de licencia con empresas de IA, demandas por violación de derechos de autor y presión regulatoria. Algunos, como el Financial Times y The Washington Post, han lanzado sus propios chatbots para responder preguntas usando únicamente contenido propio, buscando mantener la relación directa con el lector.
Christoph Zimmer, director de producto de Der Spiegel, advierte que el tráfico de referencia seguirá disminuyendo y recalca la importancia de generar contenido de calidad y establecer relaciones directas con los lectores, más allá de depender de plataformas externas.
Un futuro incierto, pero no desesperado
Saj Merali, CEO de la PPA, apunta al corazón del problema: “La IA necesita contenido confiable. Los consumidores exigen información precisa, y los medios deben ser recompensados justamente por proporcionarla”.
La industria periodística se encuentra ante un momento decisivo: adaptarse a la era de la IA, proteger sus fuentes de ingresos y garantizar la calidad de la información. La tecnología cambia, los hábitos de consumo evolucionan, pero la necesidad de un periodismo fiable sigue siendo universal.
Crédito fotográfico: Infobae