
THE LATIN VOX (17 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Google DeepMind ha anunciado lo que considera un avance “histórico” en inteligencia artificial, comparable con momentos icónicos como la victoria de Deep Blue sobre Garry Kasparov en 1997 o el triunfo de AlphaGo frente a un campeón mundial de Go en 2016.
Esta vez, el protagonista es Gemini 2.5, la última versión del modelo de IA de DeepMind, que logró resolver un complejo problema de programación en una competencia internacional que dejó perplejos incluso a los mejores programadores humanos del mundo.
Un oro que hizo historia
Durante la Competencia Internacional Universitaria de Programación (ICPC), celebrada este mes en Azerbaiyán, Gemini 2.5 se convirtió en el primer modelo de inteligencia artificial en ganar una medalla de oro en esta exigente arena.
El modelo resolvió un desafío de ingeniería en menos de media hora: calcular la forma óptima de distribuir un líquido a través de una red de conductos hacia múltiples reservorios interconectados. El objetivo era lograrlo en el menor tiempo posible, considerando una cantidad prácticamente infinita de posibles rutas.
Ninguno de los equipos humanos participantes —incluidos representantes de élite de universidades de China, Rusia y Japón— logró dar con la solución correcta. Gemini sí.
Aunque falló en 2 de las 12 tareas planteadas, su desempeño lo colocó en el segundo puesto general entre 139 de los mejores programadores universitarios del mundo.
Más allá del tablero de ajedrez
Quoc Le, vicepresidente de Google DeepMind, describió el momento como “aún más trascendental” que los logros anteriores de la IA en juegos como el ajedrez o el Go. “Esto se acerca mucho más al mundo real, no a un entorno cerrado con reglas fijas. Es un salto profundo en el razonamiento abstracto”, afirmó.
Según Google, este logro representa un paso significativo hacia la AGI (inteligencia general artificial): una IA capaz de desempeñarse al nivel humano en una amplia gama de tareas cognitivas.
Gemini fue entrenado específicamente para enfrentar problemas de razonamiento lógico, matemático y de programación de alta complejidad, y su desempeño fue comparable al de un “top 20” global entre los mejores programadores humanos.
¿Revolución o exageración?
No todos comparten el entusiasmo. Stuart Russell, reconocido profesor de ciencias de la computación en la Universidad de California en Berkeley, señaló que, aunque el logro es impresionante, “las afirmaciones de que estamos ante un momento de época parecen exageradas”.
Añadió que los sistemas de IA ya venían destacándose en tareas de programación, aunque reconoció que este tipo de competencia exige que el código funcione de manera precisa y rigurosa.
Michael Wooldridge, profesor de fundamentos de IA en la Universidad de Oxford, también expresó su admiración por el avance, pero planteó dudas sobre los recursos computacionales utilizados. Google no reveló cifras concretas, pero indicó que fue mucho más de lo que un usuario promedio de su servicio Gemini AI Ultra de $250 mensuales podría acceder.
Un nuevo estándar para la educación y la ciencia
Para el Dr. Bill Poucher, director ejecutivo del ICPC, la participación y el éxito de Gemini “marcan un momento clave para definir las herramientas de IA y los estándares académicos que regirán la próxima generación”.
Más que una simple demostración tecnológica, el avance plantea preguntas fundamentales sobre cómo se entrenará a los científicos e ingenieros del futuro, y qué rol tendrán las máquinas en ese proceso.
Hitos en la historia de la IA
El logro de Gemini 2.5 se suma a una serie de hitos que han definido la evolución de la inteligencia artificial:
- 1957 – El Perceptrón: Frank Rosenblatt desarrolla uno de los primeros sistemas basados en redes neuronales, pionero de los actuales modelos de aprendizaje automático.
- 1997 – Deep Blue: IBM derrota al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov.
- 2016 – AlphaGo: DeepMind vence al campeón de Go Lee Sedol, un hito en la creatividad algorítmica.
- 2020 – AlphaFold: IA de DeepMind predice cómo se pliegan las proteínas, revolucionando la biología molecular y dando lugar a un Nobel en 2024.
El futuro está escribiéndose en código
Aunque algunos expertos piden cautela, el avance de Gemini 2.5 sugiere un futuro donde la inteligencia artificial no solo colabora con los humanos, sino que los complementa y, en ciertas tareas, los supera.
Desde el diseño de fármacos hasta la ingeniería de semiconductores, Google DeepMind sostiene que esta nueva capacidad de razonamiento algorítmico tiene el potencial de transformar campos enteros de la ciencia y la tecnología.
Como dijo Quoc Le: “Estamos presenciando el inicio de una nueva era, donde la inteligencia artificial ya no es solo una herramienta. Es un socio intelectual”.
Crédito fotográfico : Dirox