
THE LATIN VOX (23 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
La administración estadounidense, bajo el mandato de Donald Trump, ha implementado una medida que estipula una tarifa de US$100,000 para cada nueva solicitud de visa H-1B, un programa clave para trabajadores extranjeros altamente especializados. Aunque la medida ha generado controversia, en Canadá muchos la ven como una oportunidad. El país norteño espera convertirse en un destino alternativo para profesionales que ahora consideran demasiado oneroso obtener trabajo legal en EE.UU., especialmente en los sectores tecnológico, de salud y ciencia. Bloomberg reporta que expertos y responsables en Ottawa están evaluando formas de ajustar políticas de inmigración para atraer a quienes anteriormente hubieran optado por los EE.UU. como destino.
¿Qué cambia con la tarifa de US$100,000 para las visas H-1B?
- La medida exige un pago significativo por parte de empleadores estadounidenses que presenten nuevas solicitudes de visas H-1B, no aplica (al menos inicialmente) para renovaciones ni para quienes ya poseen la visa.
- También se propone reformar el sistema de selección de estas visas tradicionalmente mediante lotería cuando la demanda supera el cupo anual para dar preferencia a quienes ofrezcan salarios más altos.
Canadá en la mira: ventajas y estrategias
Factores favorables para Canadá
- Presión en EE.UU.: La nueva tarifa generará barreras económicas para trabajadores extranjeros que de otro modo buscarían oportunidades laborales en EE.UU. Muchos podrían reconsiderar su destino profesional, decantándose por países con sistemas migratorios más accesibles.
- Demanda interna de talento: Canadá tiene una escasez reconocida de trabajadores especializados en varios campos: tecnología, infraestructura digital, salud, investigación científica, entre otros. Atraer talento extranjero es parte de sus estrategias de crecimiento.
- Política migratoria existente: Canadá dispone de programas de inmigración para trabajadores calificados, permisos bilingües, vías rápidas para ciertos tipos de profesionales. Estas estructuras favorecen que, con incentivos adicionales, muchos consideren emigrar a Canadá en lugar de enfrentar los costos elevados y la incertidumbre de la visa H-1B en EE.UU.
Posibles planes y ajustes estratégicos
- Modificar los criterios del Express Entry y programas provinciales para favorecer a profesionales que antes optaban por los EE.UU., incluyendo reconocer más rápido cualificaciones extranjeras, agilizar licencias profesionales y mejorar ofertas de visa para desarrollo tecnológico.
- Ofrecer incentivos fiscales, subvenciones o apoyos para quienes lleguen con alta calificación, especialmente en zonas de Canadá que necesitan población especializada.
- Potenciar las universidades, centros de investigación y empresas tecnológicas canadienses como polos de atracción para talentos internacionales, con acuerdos de colaboración internacional, becas, asociaciones con empresas multinacionales.
Riesgos, desafíos y puntos críticos para Canadá
- Competencia creciente: No solo Canadá se perfila como alternativa. Otros países con políticas de inmigración más flexibles podrían captar ese talento. Atractivos como calidad de vida, costos de vivienda, servicios de salud, estabilidad política y facilidad burocrática jugarán un papel determinante.
- Infraestructura y capacidad de integración: Atraer talento extranjero no basta; Canadá deberá asegurar que las ciudades tengan viviendas accesibles, servicios públicos adecuados, reconocimiento de títulos extranjeros, y redes de apoyo para la integración (idiomas, comunidades, redes laborales).
- Costo para empresas canadienses: Muchos empleadores canadienses compiten globalmente por talento. Si los salarios que se ofrecen no son competitivos, o si los programas de inmigración son lentos, el talento podría aún juzgar que trasladarse a EE.UU. vale la pena pese al arancel.
- Políticas migratorias fluctuantes: Las leyes de inmigración están sujetas a cambios dependiendo de los gobiernos. La incertidumbre política en Canadá o en EE.UU. puede afectar decisiones de profesionales. Además, el cambio de EE.UU. podría generar contra-medidas o ajustes legales que compliquen aún más la comparación competitiva.
Impactos esperados
- Aumento de postulaciones de profesionales extranjeros hacia programas canadienses, especialmente en áreas como ingeniería de software, inteligencia artificial, biotecnología, investigación médica, ciencias aplicadas.
- Talento que anteriormente evaluaba EE.UU. ahora podría preferir ciudades canadienses (Toronto, Vancouver, Montreal, Calgary etc.), lo que puede traducirse en mayor innovación, crecimiento económico en esas regiones y fortalecimiento del ecosistema tecnológico canadiense.
- Fomento del “brain circulation”: profesionales que trabajaban para compañías estadounidenses podrían considerar trasladarse o colaborar desde Canadá, manteniendo vínculos internacionales, lo que podría aumentar inversiones, startups y colaboración transfronteriza.
Escenarios futuros
- Si EE.UU. implementa totalmente la tarifa y los criterios de selección diferenciada, es probable que el efecto sobre la emigración de talento hacia Canadá sea notable dentro de 1-2 años.
- Si Canadá responde con políticas agresivas para atraer talento, ajustando sus programas migratorios, mejorando servicios de integración, podría capturar una parte significativa del talento que ahora encuentre el camino a EE.UU. demasiado caro.
- Reacción del mercado laboral estadounidense: empresas que tradicionalmente dependían del programa H-1B podrían cambiar estrategias usar más trabajadores remotos, descentralizar operaciones, contratar fuera de EE.UU. lo que podría beneficiar indirectamente a economías como la canadiense.
- Presión política interna en EE.UU. sobre estas medidas: ya hay críticas de empresas tecnológicas, organizaciones de innovación, entidades académicas que creen que estos cambios podrían dañar la competitividad del país a largo plazo.
Reflexión final
El nuevo arancel de US$100,000 para visas H-1B por parte de la administración Trump no solo redefine las barreras de entrada para trabajadores extranjeros, sino que tiene potencial para reconfigurar los flujos migratorios de talento altamente especializado internacionalmente. Canadá, con sus fortalezas en calidad de vida, políticas migratorias más estables y necesidades concretas de profesionales, aparece como opción atractiva para quienes se sienten excluidos por el nuevo esquema estadounidense.
No obstante, atraer talento no será automático ni garantizado: se requiere visión política estratégica, inversión social, integración efectiva y adaptación de sistemas. La historia contada en los próximos años mostrará si Canadá logra convertir esta circunstancia en una ventaja competitiva duradera, o si las barreras estructurales internas lo limitan.
Fuente: www.bloomberg.com
Foto: Google fotos