
THE LATIN VOX (24 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Después de una semana marcada por controversias, amenazas políticas y una oleada de apoyo desde Hollywood, Jimmy Kimmel regresó el martes por la noche a la televisión, rompiendo su silencio con una potente defensa de la libertad de expresión y una crítica directa al expresidente Donald Trump.
“Este programa no es importante”, dijo Kimmel en su primer monólogo desde que Disney, propietaria de ABC, suspendiera abruptamente Jimmy Kimmel Live! tras presión de funcionarios afines a Trump. “Lo que sí importa es que vivimos en un país que nos permite tener un programa como este.”
La suspensión del programa —provocada por comentarios de Kimmel sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk— desató un debate nacional sobre los límites de la sátira política y la libertad de expresión en Estados Unidos, dividiendo opiniones incluso dentro del Partido Republicano y movilizando a la industria del entretenimiento.
La controversia que encendió la mecha
El conflicto se originó el 15 de septiembre, cuando Kimmel afirmó en su monólogo que “la pandilla MAGA está desesperadamente tratando de caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa que no sea uno de ellos”.
La declaración fue inmediatamente denunciada por medios y figuras conservadoras, y generó una ofensiva desde el círculo de Trump, incluyendo amenazas por parte del presidente de la FCC, Brendan Carr, quien insinuó posibles sanciones contra las licencias de afiliados de ABC si Disney no “tomaba medidas”.
En respuesta, dos grandes conglomerados de medios —Nexstar y Sinclair, que poseen cientos de afiliados de ABC en todo el país— se negaron a emitir el programa, presionando aún más a Disney, que optó por suspender temporalmente la producción.
Hollywood reacciona, Disney recula
La decisión de suspender a Kimmel fue rápidamente condenada por más de 400 estrellas de Hollywood, incluyendo a Meryl Streep, Tom Hanks, Jennifer Aniston, Ben Affleck y Robert De Niro, en una carta abierta publicada por la ACLU. El texto calificó la suspensión como “un momento oscuro para la libertad de expresión en nuestra nación”.
Frente a la presión, Disney anunció el lunes el regreso del programa, argumentando que las conversaciones con Kimmel habían sido “reflexivas” y que, aunque sus comentarios fueron considerados “mal sincronizados”, su intención no fue maliciosa.
Un regreso cargado de mensaje
El regreso de Jimmy Kimmel Live! no fue tibio. En su monólogo, el presentador agradeció a sus colegas y a su audiencia, pero también se dirigió directamente a quienes no lo apoyan: “Gracias a quienes no están de acuerdo conmigo, pero apoyan mi derecho a expresarme. Eso es lo que significa ser estadounidense.”
Kimmel también abordó con seriedad el asesinato de Charlie Kirk, dejando claro que “no era su intención trivializar el asesinato de un joven” ni culpar a un grupo político específico. “Entiendo por qué algunos se sintieron ofendidos”, dijo. “Si la situación fuera al revés, probablemente me sentiría igual.”
Pero su tono se endureció al hablar del presidente Trump: “El presidente hizo todo lo posible por cancelarme”, afirmó. “En lugar de eso, logró que millones de personas vieran este programa.”
Kimmel acusó a Trump de buscar “despedir a cientos de personas que trabajan en este show solo porque no puede soportar una broma”, y recordó que comediantes como Lenny Bruce y George Carlin enseñaron que la censura por parte del gobierno es, en sus palabras, ‘antiestadounidense’.
Una nación dividida ante una broma
La tensión continúa: aunque ABC emitió nuevamente el programa, casi una cuarta parte de las estaciones afiliadas siguen sin transmitirlo, debido a las decisiones de Nexstar y Sinclair, que condicionan el regreso a una disculpa pública y una donación a Turning Point USA, el grupo fundado por Kirk.
Mientras tanto, Trump volvió a atacar a Kimmel en redes sociales, criticando a ABC por “devolverle el trabajo” y sugiriendo represalias legales. “Vamos a ver cómo nos va. La última vez que fui contra ellos, me dieron 16 millones de dólares”, escribió Trump, en referencia a una demanda anterior contra ABC News.
Un cierre con reflexión y humanidad
En un momento inesperadamente emotivo, Kimmel cerró su monólogo citando a Erika Kirk, viuda de Charlie Kirk, quien en el funeral de su esposo perdonó al asesino.“Eso me conmovió profundamente”, dijo Kimmel. “Si hay algo que podamos llevarnos de esta tragedia, ojalá sea eso, no lo otro.”
¿Libertad de expresión o irresponsabilidad mediática?
El regreso de Kimmel deja abierta una pregunta clave: ¿Dónde trazamos la línea entre la sátira y la sensibilidad? En un clima político cada vez más polarizado, el caso pone en evidencia los riesgos de la censura —ya sea gubernamental o corporativa— y el papel de la comedia como espejo, a veces incómodo, de la sociedad.
Lo que está claro es que, al menos por ahora, Jimmy Kimmel no tiene intenciones de bajar el micrófono.
Crédito fotográfico: CNN