
THE LATIN VOX (24 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El programa de trabajadores temporales extranjeros de Canadá vuelve a estar bajo el escrutinio público, luego de que el líder conservador Pierre Poilievre lo señalara como culpable del aumento del desempleo juvenil, que durante el verano rondó el 14,5 %.
Sin embargo, varios economistas advierten que no hay evidencia clara de que vincule directamente el programa con las dificultades que enfrentan los jóvenes canadienses al buscar empleo.
Más allá del debate sobre el desempleo juvenil, los expertos coinciden en que el programa presenta desafíos propios que requieren atención.
En 2024, se aprobaron 238.157 puestos de trabajo para trabajadores temporales, casi el doble que en 2018, antes de la pandemia. Aunque algunas restricciones se reintrodujeron el otoño pasado, el debate sobre la necesidad de reformar o incluso eliminar el programa continúa.
Tres problemas destacados
- Presión sobre los salarios y la innovación
Aunque las empresas deben pagar a los trabajadores temporales un salario similar al de los canadienses, algunos economistas advierten que las corrientes de bajos salarios pueden frenar el crecimiento salarial y desalentar la innovación. Sin la opción de contratar extranjeros temporales, las empresas tendrían que aumentar salarios o invertir en nuevas tecnologías para cubrir vacantes. Según Christopher Worswick, economista de la Universidad de Carleton, el programa ofrece a los empleadores una alternativa que puede mantener los salarios bajos y reducir la inversión tecnológica. Sin embargo, empresarios rurales, como Osborne Burke, gerente de Victoria Co-operative Fisheries, argumentan que sin el programa muchas empresas cerrarían y los precios al consumidor aumentarían. - Desequilibrio de poder
El permiso laboral está vinculado a un único empleador, lo que genera vulnerabilidad. Jason Foster, experto en relaciones laborales, explica que los trabajadores deben actuar con cautela para no perder su empleo y ser deportados. Algunos trabajadores reportan pagos indebidos a intermediarios o que parte de su salario se devuelve “bajo la mesa”. Para Lisa Jane de Gara, trabajadora de apoyo a inmigrantes en Alberta, “es un programa que ha causado un daño monumental”. Por su parte, Kelly Higginson, CEO de Restaurants Canada, destaca que la mayoría de los empleadores cumplen con la normativa, aunque reconoce la existencia de casos de abuso. - Inestabilidad del programa
El programa ha sufrido vaivenes a lo largo de los años: tras crisis de desempleo en 2008 y 2014, Ottawa impuso límites que luego se relajaron durante la pandemia, para ser parcialmente reinstaurados en 2024. “Se abre la compuerta, luego se cierra, sin buscar soluciones permanentes para un programa con fallas estructurales”, afirma Foster.
Tres posibles soluciones
- Reducción gradual del programa
Mikal Skuterud, economista, propone eliminar progresivamente las corrientes de baja calificación en un periodo de 3 a 5 años, con tarifas variables según el empleo local y el sector. Esto permitiría a las empresas adaptarse, invertir en tecnología y acelerar la transición hacia la inmigración permanente para trabajadores calificados. - Mayor supervisión gubernamental
Foster sugiere que Ottawa tenga un rol más activo, evaluando de manera estricta qué empresas pueden contratar y asegurando transparencia en solicitudes masivas de empleo por grandes cadenas. De Gara propone que las aplicaciones sean consolidadas a nivel nacional para detectar irregularidades. - Nivelar el campo de juego para los trabajadores
Permitir permisos laborales abiertos daría a los trabajadores la posibilidad de cambiar de empleo, reduciendo su vulnerabilidad ante abusos. Además, se podrían formalizar vías claras hacia la residencia permanente, reconociendo que muchos aceptan trabajos temporales con esa meta. Worswick considera esta medida útil incluso si el programa no se elimina por completo.
El debate continúa
Mientras algunos economistas insisten en reformar o eliminar partes del programa, empresarios como Burke y Higginson están abiertos a ajustes, pero enfatizan la necesidad de mantenerlo para evitar cierres y escasez de mano de obra en regiones rurales y sectores estacionales.
El desafío de Canadá será encontrar un equilibrio: proteger a los trabajadores, fomentar la innovación y garantizar un sistema de inmigración predecible y justo, sin sacrificar la vitalidad de sectores clave de la economía.
Fuente: CBC News
Crédito fotográfico: Amnesty International