China anuncia un compromiso histórico para reducir sus emisiones y busca liderar la lucha global contra el cambio climático

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THE LATIN VOX (24 de septiembre de 2025).- Daniela Medina. 

En un anuncio que ya está siendo calificado como un hito histórico en la política ambiental internacional, el gobierno de China declaró oficialmente un nuevo compromiso para reducir de manera significativa sus emisiones de gases de efecto invernadero durante las próximas décadas. El plan, presentado en un foro global sobre sostenibilidad celebrado en Pekín, marca un giro decisivo en la estrategia energética y medioambiental de la segunda economía más grande del planeta, y podría redefinir el rumbo de la lucha mundial contra el cambio climático.

Un objetivo ambicioso con impacto mundial

El compromiso de China incluye alcanzar un pico máximo de emisiones mucho antes de lo proyectado inicialmente y acelerar la transición hacia un modelo energético sustentado en fuentes limpias como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y la nuclear. El país también prometió fortalecer su inversión en tecnologías de captura de carbono y en proyectos de reforestación a gran escala.

En palabras de altos funcionarios, el objetivo no es solo “cumplir” con los acuerdos internacionales, sino “liderar la transformación energética del siglo XXI”. Con esta promesa, China busca situarse a la vanguardia de un cambio global en un momento en que las tensiones climáticas ya no pueden ser ignoradas.

El contexto internacional

La noticia llega mientras el planeta enfrenta olas de calor sin precedentes, incendios forestales devastadores y fenómenos climáticos extremos que han puesto a prueba la resiliencia de millones de personas. En foros como la ONU, expertos han subrayado que sin la participación activa de China —responsable de más del 25 % de las emisiones globales— los objetivos de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C serían prácticamente inalcanzables.

El anuncio fue recibido con una mezcla de alivio y expectativa entre los socios internacionales. La Unión Europea celebró el compromiso, señalando que “la cooperación con China es esencial para que el Acuerdo de París se mantenga vivo”. Estados Unidos, en medio de sus propias tensiones diplomáticas con Pekín, reconoció que se trata de un “paso constructivo”, aunque advirtió que el éxito dependerá de la transparencia en la implementación.

El desafío interno

Para China, cumplir con este plan no será sencillo. El país sigue dependiendo fuertemente del carbón, que representa cerca del 60 % de su matriz energética. Además, el crecimiento económico y el aumento del consumo energético de su población urbana ejercen presión sobre los esfuerzos de descarbonización.

El gobierno chino ha insistido en que las medidas estarán acompañadas de programas de reconversión laboral para los millones de trabajadores vinculados a industrias de alta emisión, en un intento por garantizar que la transición sea “justa y equilibrada”.

Implicaciones geopolíticas

Más allá del plano ambiental, este compromiso también tiene un fuerte componente geopolítico. China aspira a presentarse como líder responsable en un momento en que el orden internacional atraviesa una profunda fragmentación. El país busca ganar legitimidad no solo entre sus aliados tradicionales, sino también entre las naciones en desarrollo, muchas de las cuales ya dependen de la financiación y la tecnología chinas para sus proyectos de energía renovable.

Expertos señalan que este movimiento puede ser interpretado como un intento de Pekín por ocupar el espacio que en ocasiones Estados Unidos ha dejado vacante en materia de liderazgo climático.

Reacciones de la sociedad civil

Organizaciones medioambientales internacionales celebraron la noticia, aunque con cautela. Greenpeace y WWF señalaron que, si bien los compromisos son ambiciosos, “la clave estará en la implementación efectiva, en la transparencia de los datos y en la eliminación gradual de las subvenciones a los combustibles fósiles”.

En redes sociales chinas, el anuncio fue tendencia, con mensajes de orgullo nacional, pero también de escepticismo. Algunos ciudadanos manifestaron preocupación por el impacto económico inmediato de las medidas, en particular en regiones industriales fuertemente dependientes del carbón.

Un futuro en construcción

El compromiso histórico de China reconfigura la narrativa global sobre la lucha climática. En un momento en que el mundo exige acciones más firmes, la decisión de Pekín envía una señal clara: no se trata solo de reducir emisiones, sino de rediseñar la economía global hacia un futuro sostenible.

Si China cumple con sus promesas, podría convertirse en el motor de una transformación energética planetaria sin precedentes. Pero el camino será largo y complejo, y el resto del mundo observará con atención cada paso en este proceso.

Fuente: /www.bbc.com

Foto: /www.pagina12.com.ar


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