Columbia Británica anuncia nuevas instalaciones de cuidado involuntario: un paso controversial en la política de salud mental

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THE LATIN VOX (26 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.

El primer ministro de la provincia de Columbia Británica (B.C.), David Eby, presentó recientemente un plan para crear nuevas instalaciones de cuidado involuntario (involuntary care) en Surrey y Prince George, como parte de una ampliación de la capacidad mental-sanitaria bajo la Ley de Salud Mental provincial. Según el anuncio oficial, estas instalaciones atenderán a personas que padecen trastornos mentales severos, adicciones o lesiones cerebrales, y que requieren intervención incluso sin su consentimiento, por su propio riesgo o el de terceros.

El proyecto forma parte de una estrategia más amplia anunciada por Eby para construir más de 140 camas nuevas de salud mental y modernizar otras 280 en hospitales existentes, con el fin de enfrentar la grave presión sobre los sistemas de salud mental en la provincia.

Antecedentes y justificación política

Situación actual de la salud mental en B.C.

La provincia ha sufrido en los últimos años una crisis creciente de salud mental: falta de camas, largas listas de espera, servicios comunitarios saturados y un aumento en crisis agudas asociadas con adicciones, traumas y enfermedades mentales agudas. Muchos pacientes no reciben atención oportuna, lo que agrava los costos personales, familiares y sociales.

Ante esta realidad, el gobierno provincial ha sostenido que el enfoque voluntario no siempre es suficiente: hay casos en que las personas no pueden reconocer su propia necesidad de tratamiento, o bien representan un riesgo para sí mismas o para otros. El modelo de cuidado involuntario busca intervenir en esos extremos donde el sistema actual falla.

Autoridad legal bajo la Mental Health Act

Estas instalaciones operarán bajo los poderes de la Mental Health Act (Ley de Salud Mental) de B.C., que permite la certificación de individuos como sujetos a tratamiento involuntario si cumplen ciertos criterios definidos por los profesionales de salud mental. El año pasado, la provincia ya había lanzado instalaciones seguras para personas con daño cerebral bajo esa misma ley.

Eby enfatizó que estas instalaciones no están destinadas a criminales, sino a personas que requieren atención médica urgente y que en muchas ocasiones no pueden otorgar su consentimiento. Esta aclaración busca disminuir temores de que los centros se conviertan en cárceles encubiertas.

Lo anunciado en Surrey y Prince George

Surrey Pretrial Services Centre: 10 camas

  • En Surrey, se habilitarán 10 camas nuevas de atención involuntaria dentro del centro de servicios preliminares (“Pretrial Services Centre”), destinadas a personas en custodia que atraviesan crisis mentales.
  • Estas camas son parte de una expansión inicial, aprovechando instalaciones ya existentes. El gobierno afirma que esta estrategia permitirá acelerar la implementación sin esperar nuevas construcciones.

Prince George: expansión futura

  • En Prince George se planea otra instalación de cuidado involuntario, aunque Eby no ofreció aún detalles completos sobre su capacidad exacta ni fecha de apertura.
  • El gobierno pretende usar infraestructura ya disponible para reducir costos y tiempo de habilitación.

Eby manifestó que se encuentran en fase de diseño y planeamiento, y que el objetivo es que estas instalaciones estén operativas lo antes posible para aliviar el estrés del sistema.

Reacciones, críticas y controversias

Preocupaciones de derechos civiles

  • Organizaciones defensoras de libertades civiles han advertido que el cuidado involuntario puede vulnerar derechos fundamentales si no se garantiza supervisión judicial, revisión independiente y mecanismos de apelación.
  • Algunos críticos temen que esos centros puedan estigmatizar a las personas con enfermedades mentales, o utilizarse para controlar poblaciones vulnerables.

Debate sobre eficacia y ética médica

  • Los defensores del plan sostienen que es una medida necesaria para casos extremos donde la salud pública o la vida están en riesgo y no hay otras alternativas.
  • Por otro lado, algunos psiquiatras y expertos en salud mental han cuestionado si los recursos deberían priorizarse en intervenciones tempranas, apoyo comunitario y redes de prevención antes que ampliar mecanismos coercitivos.

Logística, financiamiento y personal

  • Aún no hay fechas definitivas ni detalles financieros completos para la apertura de las instalaciones en Prince George. Alcanzar el personal calificado (psiquiatras, enfermeros, psicólogos) será uno de los mayores desafíos.
  • Usar edificios ya existentes es una estrategia inteligente para acortar tiempos, pero puede implicar limitaciones de diseño, infraestructura o adaptación a estándares clínicos modernos.

Riesgos y oportunidades del proyecto

Riesgos potenciales

  1. Abusos o errores diagnósticos: personas que podrían recuperarse con apoyo voluntario podrían ser sometidas a tratamiento involuntario por error.
  2. Desconfianza pública: si no se implementan salvaguardas claras, la iniciativa podría generar rechazo social, protestas o demandas.
  3. Saturación futura: si la necesidad crece más rápido que la capacidad, las instalaciones podrían volverse insuficientes muy pronto.

Oportunidades y beneficios esperados

  1. Reducción de crisis no atendidas: personas en crisis agudas podrían recibir atención más rápida, evitando hospitalizaciones más costosas o daños mayores.
  2. Alivio de presión en hospitales: con más camas y servicios especializados, los hospitales podrían enfocarse mejor en casos menos agudos.
  3. Innovación en atención mental: si se administra bien, este modelo podría servir de ejemplo para otras provincias o países que enfrentan crisis similares.

El anuncio de David Eby de extender el cuidado involuntario en salud mental en Columbia Británica refleja una apuesta audaz y polémica. En un contexto donde muchas personas con condiciones graves no acceden al tratamiento a tiempo, el gobierno provincial propone intervenir incluso sin consentimiento, bajo el argumento de salvar vidas y reducir emergencias no atendidas.

El éxito de este proyecto dependerá en gran medida de la calidad ética de su implementación: que los derechos de los pacientes estén garantizados, que existan controles judiciales y de supervisión independientes, y que no se pierda de vista que lo ideal sigue siendo prevenir y tratar voluntariamente siempre que sea posible.

Este paso pone a B.C. en la vanguardia de un debate global sobre cómo equilibrar libertad individual, atención médica urgente y responsabilidad social en el tratamiento de casos críticos de salud mental.

Fuente: www.vicnews.com

Foto: Google fotos


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