
THE LATIN VOX (29 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
La alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, lanzó una advertencia urgente esta semana: la ciudad podría regresar a una realidad que muchos consideraban superada —ver personas durmiendo en las aceras— si no se actúa con rapidez para fortalecer el sistema de refugios. Chow atribuye el riesgo no solo a la demanda creciente, sino a recortes provinciales que agravan la crisis habitacional y de servicios sociales.
La gravedad de su advertencia subraya la tensión creciente en las ciudades canadienses frente a la falta de vivienda, el aumento del costo de vida y la presión sobre los servicios municipales para proteger a los más vulnerables.
El contexto actual: refugios bajo presión y recortes provinciales
Sistema de refugios al límite
Toronto ya arrastra un sistema de alojamiento temporal con sobreocupación constante. Muchos refugios operan al tope de su capacidad, con cuartos compartidos, largos tiempos de espera y poca flexibilidad para nuevos casos. En ese escenario, cualquier falla o recorte puede desbordar la capacidad de respuesta.
Chow ha señalado que los recursos actuales no son suficientes para absorber nuevos flujos de personas sin hogar producido por crisis económicas, inflación de vivienda y personas que pierden su techo por evicción o falta de accesibilidad.
Recortes provinciales que empeoran la crisis
La alcaldesa acusa al gobierno provincial de recortar fondos clave para servicios sociales, vivienda asequible y apoyo a refugios, lo que reduce la capacidad de la ciudad para responder. Según reportes, esos ajustes presupuestales reducen subsidios operativos que muchas organizaciones sin fines de lucro necesitan para mantener sus servicios.
Los recortes han sido justificados por autoridades provinciales como medidas necesarias en tiempos de ajuste fiscal, pero el efecto inmediato recae sobre los municipios que ya cargan con la presión social.
Implicaciones fiscales para la ciudad
Chow advirtió que, para compensar la carencia de fondos provinciales, la ciudad podría verse obligada a aumentar los impuestos municipales hasta en 2 %, con el fin de garantizar recursos para refugios y asistencia social. Esa posibilidad no ha sido descartada en discusiones internas del ayuntamiento y podría formar parte del próximo presupuesto municipal.
Aunque un aumento de impuestos es impopular, según la alcaldesa es preferible eso a ver un retroceso dramático en la esperanza y dignidad de quienes viven en la vulnerabilidad ciudadana.
Declaraciones clave y reacción pública
Durante una rueda de prensa, Olivia Chow dijo:
“Si no actuamos ahora —fortaleciendo refugios, asegurando fondos estables y colaborando con la provincia— podríamos ver nuevamente personas durmiendo en las aceras de Toronto. Eso sería una tragedia regresiva.”
La frase resuena fuerte en una ciudad que se enorgullece de sus redes de servicios sociales y de haberse comprometido históricamente con políticas progresistas ante la vivienda.
En redes sociales, ciudadanos manifestaron preocupación: algunos apoyan la advertencia como realista y necesaria; otros critican a los gobiernos provincial o federal por desentenderse del problema estructural.
Organizaciones que trabajan en contra de la falta de vivienda han respaldado el llamado de la alcaldesa, recordando que muchos refugios operan gracias al apoyo de donaciones, voluntariados y contratos públicos mínimos.
Desafíos estructurales frente a la advertencia
Escasez de vivienda asequible
El gran problema estructural detrás de la crisis es la falta crónica de vivienda asequible. En muchas zonas de Toronto los precios de alquiler y la demanda han escalado, dejando a personas con ingresos modestos sin opciones viables.
Evicciones y crisis económica
El aumento de costos, la pérdida de empleo o cambios económicos abruptos están empujando a hogares al límite financiero. Cuando la renta o gastos esenciales superan los ingresos, la vivienda es lo primero que suele perderse, especialmente en familias con recursos escasos.
Falta de coordinación entre niveles de gobierno
La municipalidad pide más responsabilidad y apoyo financiero de los gobiernos provincial y federal. Muchos municipios enfrentan la carga directa de responder al problema, aun cuando las competencias de vivienda social y subsidios dependen en gran medida de niveles superiores del gobierno.
Capacidad operativa de refugios
Refugios y organizaciones sociales señalan que no basta con construir más espacio: hay que asegurar personal, servicios de salud mental, acompañamiento social y mantenimiento operativo constante. Sin esos pilares, nuevos refugios podrían replicar los mismos problemas estructurales.
Escenarios y posibles respuestas
- Incremento presupuestario municipal
Si la ciudad asigna más recursos, puede expandir refugios temporales, subsidios de emergencia y ampliar programas de prevención antes que ocurra el drama de personas en la calle. - Negociación con la provincia
Toronto intentará presionar para que la provincia restituya o aumente fondos sociales y programas de vivienda para aliviar la presión local. - Alianzas con ONG y sector privado
Una estrategia mixta podría incluir colaboración con organizaciones no gubernamentales, empresas y donantes para expandir cobertura rápida de apoyo habitacional o de alojamiento temporal. - Programas de prevención intensiva
Enfocar recursos preventivos en personas con riesgo de perder vivienda (por deudas, recortes de ingreso, salud) para intervenir antes de que deban acudir a refugios. - Consecuencias políticas y electorales
La advertencia de Chow puede tener eco en elecciones locales. Su gestión ante esta crisis será un punto clave de evaluación de su mandato por votantes, partidos y medios.
Reflexión final
La advertencia de Olivia Chow es un llamado a la acción urgente: Toronto enfrenta un momento crítico en su red social y urbana. Ver personas durmiendo en la acera no es un escenario remoto: es un retroceso por la incapacidad colectiva de sostener una red humana digna.
El desafío es estructural: no basta con refugios temporales si no se actúa también en vivienda, prevención, coordinación gubernamental y apoyo social. La credibilidad de la ciudad progresista se juega en estos meses. Si Toronto evita el escenario sombrío que describe su alcaldesa, será una lección para muchas urbes que enfrentan presión creciente en vivienda y desigualdad. Pero si la advertencia se convierte en realidad, será un golpe doloroso al principio de dignidad ciudadana.
Fuente:www.thestar.com
Foto: Google fotos