
THE LATIN VOX (2 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, anunció una propuesta para desarrollar un oleoducto de exportación de petróleo desde las arenas petrolíferas de Alberta hasta la costa norte de la Columbia Británica. La iniciativa está siendo planificada con participación del sector privado, operadores de oleoductos y con promesas de medidas ambientales condicionadas. Sin embargo, la propuesta ha generado una fuerte oposición de comunidades indígenas costeras, grupos ecologistas y el gobierno provincial de la Columbia Británica, quienes advierten que el proyecto atenta contra derechos territoriales, ecosistemas sensibles y legislaciones vigentes, como la prohibición de petroleros en la costa norte de BC.
El gobierno provincial de Alberta afirma que aproximadamente el 80 % de los términos del proyecto ya están alineados con el gobierno federal, siempre y cuando Alberta se comprometa con ciertas medidas ambientales. El proyecto, según lo expresado públicamente, no sería construido directamente por el gobierno provincial, sino que se espera que una compañía privada lo ejecute tras la planificación inicial.
Características de la propuesta
- Alberta planea presentar una solicitud al Major Projects Office federal en la primavera del próximo año, lo que permitiría una evaluación regulatoria acelerada, si el proyecto es considerado de interés nacional.
- Los actores involucrados en la fase de asesoría incluyen empresas de oleoductos ya existentes, como Enbridge, South Bow y Trans Mountain, que ofrecerían soporte técnico.
- Alberta ha reservado aproximadamente 14 millones de dólares canadienses para el trabajo de planificación inicial. Se prevé que el oleoducto transporte hasta 1 millón de barriles diarios si llega a concretarse.
Reacciones de Primeras Naciones y comunidades indígenas
Firmes oposiciones en la costa de BC
- Marilyn Slett, jefa consejera del Heiltsuk Tribal Council y presidenta de Coastal First Nations – Great Bear Initiative, declaró que las Primeras Naciones costeras no apoyan el oleoducto ni la idea de petroleros pasando por sus aguas. Reiteró que su postura de oposición no ha cambiado y que harán uso de todas las herramientas legales, políticas y comunitarias para proteger su territorio marítimo.
- La comunidad Gitxaała, parte de las Naciones de la Gran Osa (Great Bear), también ha expresado que no aceptarán ningún proyecto que introduzca transporte de crudo por sus aguas costeras, alegando que representa un riesgo inaceptable para su ambiente, cultura y modo de vida.
Derechos territoriales y leyes vigentes
- Se destaca que existe un veto legal en la costa norte de Columbia Británica que prohíbe los petroleros oceánicos (tanker ban), como parte de leyes federales. Cualquier proyecto que requiera pasar por esas aguas implicaría derogar o modificar estas leyes, lo que es visto por muchos como una afrenta a la legislación existente y a los derechos indígenas.
- Grand Chief Stewart Phillip de la Unión de Jefes Indígenas de BC expresó que el proyecto sería un ataque directo sobre los derechos y títulos consuetudinarios de las Primeras Naciones que custodian esas tierras y aguas.
Apoyos, preocupaciones económicas y ambientales
Posiciones del gobierno de Alberta
- Danielle Smith ha sostenido que este oleoducto es clave para “desbloquear el potencial económico” de Alberta, especialmente en exportaciones petroleras, y que la provincia está “80 % alineada” con el gobierno federal si éste aprueba medidas ambientales necesarias y cambios legales, incluyendo posiblemente modificaciones al veto a los petroleros.
- Se menciona la posibilidad de que alguna empresa privada financie la construcción, si se cumplen los permisos y condiciones regulatorias.
Críticas del sector ambiental y analistas
- Grupos como Environmental Defence criticaron la propuesta calificándola de poco seria (“fantasiosa”), señalando que no hay empresas comprometidas, que los inversores privados dudan y que el proyecto enfrenta riesgos financieros fuertes, tanto por infraestructuras ya costosas en oleoductos recientes como por la transición energética global.
- Se advierte que el oleoducto atravesaría ecosistemas frágiles, territorios indígenas, ríos y costas sensibles, poniendo en peligro especies, recursos marinos y rutas de pesca, además de aumentar la probabilidad de derrames petroleros.
Economistas y mercados
- Analistas del banco CIBC dicen valorar la iniciativa como un esfuerzo audaz pero señalan que enfrenta muchos escollos: la falta de promotores privados confirmados, los tiempos largos para permisos ambientales, la necesidad de remover barreras legales como el veto a los petroleros y la posible oposición gubernamental de provincias como BC.
Tensión interprovincial y legal
- El gobierno de la Columbia Británica, representado por su primer ministro David Eby, ha sido claro en mantener que el veto petrolero en la costa norte es fundamental para proteger la economía local, el medio ambiente y los intereses ciudadanos. Cualquier cambio o derogación del mismo sería polémico y requeriría amplios procesos legales y políticos.
- Existe escepticismo sobre si infraestructuras claves se aprobarán, cuánto tiempo llevará vencer los obstáculos regulatorios y qué costo tendrá para las comunidades afectadas.
Escenarios posibles y desenlaces futuros
- Aprobación condicionada
Si Alberta y el gobierno federal acuerdan medidas ambientales sólidas, compensaciones para comunidades indígenas, y obtienen permisos, podría presentarse formalmente el proyecto al Major Projects Office y comenzar evaluaciones formales. - Rechazo o bloqueo legal
Las Primeras Naciones costeras tienen títulos legales y costumbres que podrían usar para detener el proyecto en cortes; el comercio políticamente sensible del veto petrolero, además, lo hace vulnerable. - Negociación y mitigación
Es probable que Alberta intente negociar acuerdos con algunas comunidades indígenas, ofrecimientos de participación económica, protección ambiental reforzada o rutas alternativas para minimizar impactos. - Demora significativa
Aun en caso de acuerdo parcial, los permisos ambientales, evaluaciones de impacto, cambio legal de prohibiciones y oposición pública podrían postergar el proyecto por años, elevando su costo y reduciendo su viabilidad. - Impacto en la política energética
Si el proyecto no prospera, podría afianzar la división política entre provincias exportadoras de petróleo y aquellas que priorizan protección ambiental, afectando alianzas, políticas federales de cambio climático y la reputación internacional de Canadá en compromisos climáticos.
Contexto global y comparación
- En muchas partes del mundo, proyectos similares enfrentan dilemas similares: derechos indígenas vs. desarrollo extractivo, marcos legales que protegen ecosistemas vs. exigencias económicas y corporativas.
- La transición energética obliga a países como Canadá a ponderar si nuevas infraestructuras petroleras tienen sentido económico en un mundo que tiende hacia la reducción de emisiones y uso más limitado de combustibles fósiles.
- Transparencia, participación de comunidades locales y consentimiento libre, previo e informado aparecen repetidamente como condiciones exigidas a nivel internacional para legitimidad de este tipo de proyectos.
La propuesta del nuevo oleoducto que conectaría Alberta con la costa de la Columbia Británica se ubica en el centro de un cruce de fuerzas: económicas, políticas, ambientales y culturales. Para Alberta, representa una oportunidad de expansión y exportación. Para comunidades indígenas y defensores del medio ambiente, es una amenaza que pone en juego ecosistemas, derechos territoriales y leyes establecidas.
El desenlace dependerá de cuánto estén dispuestos a negociar todos los actores: gobierno provincial, gobierno federal, empresas privadas y, sobre todo, las Primeras Naciones. Y también habrá que ver cuánto pesa la opinión pública, la ley y el factor tiempo en definir si este proyecto es viable o acaba siendo un símbolo de tensiones irreconciliables.
Fuente: www.cbc.ca
Foto: Google fotos