Doug Ford insta a Mark Carney a “pelear con fuerza” en su próxima reunión con Donald Trump

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THE LATIN VOX (4 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.   

El premier de Ontario, Doug Ford, lanzó recientemente una advertencia pública al primer ministro canadiense Mark Carney de cara a su reunión con el presidente estadounidense Donald Trump: “Carney better fight like hell” (“mejor que pelee con todas sus fuerzas”). Con esa expresión contundente, Ford instó a Carney a que no se muestre débil ni haga concesiones fáciles en las negociaciones. La frase fue captada en redes sociales luego de que Ford la pronunciara en declaraciones públicas y se viralizara por medios como CTV National News.

Este cruce verbal ocurre en un momento de alta tensión bilateral: Canadá se prepara para negociaciones clave sobre comercio, aranceles y defensa con Estados Unidos, y el tono que adopte Carney frente a Trump será observado tanto en Ottawa como en Washington y más allá.

El contexto del enfrentamiento retórico

Relaciones Canadá–Estados Unidos: un clima de batalla política

  • Desde el inicio de 2025, la relación bilateral ha vivido episodios de confrontación: aranceles impuestos por EE. UU. sobre productos canadienses, amenazas de “hacer de Canadá el estado 51”, disputas sobre suministro energético y críticas hacia la soberanía canadiense.
  • El 7 de octubre está programada la reunión entre Carney y Trump en Washington, donde se espera abordar la revisión del USMCA (tratado trilateral entre EUA, México y Canadá) y otros temas estratégicos de seguridad y comercio.
  • Ford, aliado de Carney a nivel provincial, ha sido uno de los más vocales respecto a la necesidad de que el gobierno federal adopte una postura firme frente a Trump, especialmente cuando se trata de defender intereses de Ontario y la industria local.

Ford y su papel como “consejero beligerante”

  • Al instar a Carney a “pelear como el infierno”, Ford intenta proyectar una imagen de firmeza y determinación política frente a lo que considera posibles concesiones excesivas ante EE. UU.
  • Con esta declaración, Ford se posiciona como protector de los intereses provinciales, presionando desde su trinchera para que la negociación no descuide sectores industriales vulnerables que dependen del comercio con EE. UU.
  • También es probable que Ford busque capital político: al enfatizar la necesidad de defensa agresiva ante Trump, cultiva una postura de liderazgo dentro del electorado que exige fortaleza frente al vecino del sur.

Riesgos y tensiones que implica el mensaje de Ford

Presión política sobre Carney

La advertencia pública de Ford pone a Carney en una posición complicada: debe demostrar firmeza sin caer en la confrontación innecesaria que amenace la diplomacia o genere reacciones negativas en los medios estadounidenses.

Si Carney accede a una postura excesivamente dura para satisfacer expectativas provinciales, podría complicarse el diálogo bilateral. Si responde con moderación, arriesga críticas de falta de coraje o coherencia con el propio gabinete provincial.

Rivalidades provinciales vs. política nacional

El mensaje de Ford, aunque proactivo, puede alimentar tensiones entre gobierno provincial y federal: decisiones de política exterior o comercial quedan en manos del gobierno central, que debe equilibrar múltiples intereses canadienses. La interferencia pública de los líderes provinciales en asuntos diplomáticos puede generar fricciones internas.

Riesgo de escalada verbal

El uso de expresiones beligerantes como “fight like hell” puede incentivar respuestas más agresivas del lado de Trump o su administración, que ya ha demostrado usar retórica fuerte con Canadá en materia de comercio. Un intercambio público adversarial podría afectar la negociación hacia un ambiente más de batalla que de diplomacia.

Lo que Carney debe negociar: expectativas clave

En este contexto de presión ancillada por Ford, las áreas que probablemente estén sobre la mesa en Washington incluyen:

  1. Eliminación o reducción de los aranceles estadounidenses
    Canadá solicita que Trump desactive o levante las tarifas impuestas a bienes canadienses, especialmente aquellas no cubiertas claramente por el USMCA.
  2. Inclusión en el programa “Golden Dome”
    Canadá ha expresado su interés en participar en proyectos de defensa militar compartida propuestos por Trump, aunque a cambio ha sido objeto de comentarios polémicos (por ejemplo, referencias al “estado 51”).
  3. Revisión del USMCA antes de 2026
    Las negociaciones conjuntas ya están en marcha para evaluar renovaciones o ajustes en el tratado entre Canadá, EE. UU. y México. Carney debe intentar defender los intereses canadienses sin sacrificar parte de la integración comercial que beneficia al país.
  4. Soberanía energética y recursos estratégicos
    Canadá busca asegurar que su acceso y comercio de minerales, energía, agua y otros recursos no se vean comprometidos por presiones externas o cláusulas desventajosas.

Posibles escenarios y resultados tras la reunión

  1. Logros moderados con concesiones tácticas
    Carney podría conseguir que Trump retire algunos aranceles sectoriales, otorgue compromisos simbólicos en defensa o acepte ciertos ajustes al USMCA, mientras concede aspectos menores de negociación.
  2. Estancamiento con declaraciones públicas fuertes
    Si Trump no ofrece avances, la reunión podría convertirse en plataforma para difundir discursos duros, pero con pocos acuerdos concretos—a lo sumo memorandos de intención.
  3. Pacto con cláusulas condicionadas
    Podrían alcanzarse acuerdos preliminares que dependan de ratificaciones, condiciones tecnológicas o aprobación del Congreso estadounidense. Estos acuerdos “pilotos” podrían marcar el camino para soluciones duraderas.
  4. Revés diplomático si Carney acepta demasiadas concesiones
    Si el primer ministro es percibido como débil ante Trump, podría sufrir repercusiones políticas internas, particularmente en elecciones provinciales o críticas de la oposición.

La frase de Doug Ford no es un simple grito de aliento: es una estrategia política, un llamado a mostrar fuerza en diplomacia y un recordatorio de que las negociaciones con los EE. UU. se están jugando en múltiples frentes, no sólo oficiales. Carney, al recibir ese desafío provincial y resolverlo a nivel federal e internacional, enfrentará una prueba de liderazgo crucial.

La reunión con Trump será una batalla no solo de tratados y aranceles, sino de simbolismos políticos, de credibilidad nacional y de cómo Canadá proyecta su autonomía frente a su vecino poderoso. Lo que decida Carney bajo esta presión definirá, en buena parte, si Canadá actúa como país íntegro o como actor vulnerable en la mesa global.

Fuente: www.ctvnews.ca

Foto: www.ctvnews.ca


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