Elecciones municipales en Nueva York: Mamdani, Cuomo y Sliwa confrontan visiones opuestas en el primer debate electoral

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THE LATIN VOX (17 de octubre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El primer debate por la alcaldía de Nueva York confirmó lo que las encuestas ya sugerían: la contienda no solo enfrenta a tres candidatos, sino a tres concepciones antagónicas del poder, la ciudad y su futuro.

El demócrata Zohran Mamdani, el exgobernador Andrew Cuomo, ahora independiente, y el republicano Curtis Sliwa ofrecieron ayer una radiografía política de una urbe que oscila entre el cambio generacional, la nostalgia del orden y el deseo de estabilidad.

En el centro del escenario, y del debate, estuvo Mamdani, un asambleísta de 33 años, autodenominado socialista democrático, que representa la corriente más joven y progresista del Partido Demócrata.

Enfrente, Cuomo —símbolo del viejo aparato político neoyorquino, que intenta reconstruir su reputación tras su caída en 2021—, y Sliwa, figura mediática de la derecha urbana, fundador de los Guardian Angels.

Durante dos horas, los tres candidatos discutieron sobre crimen, vivienda, transporte, relaciones con Washington y el alto el fuego en Gaza. Pero más allá de los temas, el debate fue una lucha por definir qué significa gobernar Nueva York en la era post-Adams y bajo la sombra persistente de Donald Trump.

Cuomo: el regreso imposible

Andrew Cuomo sigue siendo un político hábil, con dominio de los tiempos y una memoria institucional que pocos conservan. Pero su retorno parece limitado por la percepción pública de un liderazgo agotado y marcado por escándalos.

En el debate, insistió en que Mamdani “no tiene experiencia para dirigir una ciudad compleja”, repitiendo el argumento de que el gobierno requiere “gestión, no ideología”.

Sin embargo, su apelación al pragmatismo sonó anacrónica en un contexto donde el electorado urbano busca autenticidad más que pericia tecnocrática. Su negativa a abordar con autocrítica las acusaciones que precipitaron su renuncia como gobernador evidenció, más que fortaleza, una falta de introspección política.

Mamdani: la política como relato de pertenencia

Mamdani representa la nueva narrativa demócrata: diversidad, experiencia vivida y moralidad política frente al cinismo institucional. En el debate, contrarrestó los ataques de Cuomo con un discurso de cercanía: “He pagado alquiler en esta ciudad, he esperado el autobús que nunca llega”.

Sus frases sonaron ensayadas, pero conectaron con una sensibilidad creciente entre votantes jóvenes y clases medias urbanas que sienten que la ciudad se ha vuelto inalcanzable.

Aunque en el pasado defendió recortes presupuestarios a la policía, ahora modera su posición y propone un “Departamento de Seguridad Comunitaria” enfocado en salud mental. Su giro, más táctico que ideológico, refleja un cálculo claro: Nueva York valora la seguridad tanto como la justicia social.

Mamdani también arriesgó al abordar el conflicto en Gaza, reafirmando su postura crítica hacia el gobierno israelí y apelando a la empatía como principio político. En un entorno mediático polarizado, su disposición a sostener esa posición podría consolidar su base progresista, pero alienar al electorado centrista que alguna vez fue clave para los demócratas metropolitanos.

Sliwa: el eco de otra época

Curtis Sliwa, con su característico estilo populista, funcionó como catalizador del conflicto. Llamó “fantasías” a las propuestas de Mamdani y ridiculizó a Cuomo por haber perdido las primarias.

Su discurso de “ley y orden” —plantea contratar 7,000 agentes y restaurar la inmunidad policial— sigue teniendo eco entre votantes conservadores de los distritos exteriores, aunque su base sigue siendo minoritaria en una ciudad cada vez más diversa y progresista.

El factor Trump y el dilema de la cooperación

La sombra del expresidente Donald Trump planeó sobre el debate. Los tres candidatos rechazaron el envío de tropas federales a la ciudad, pero se diferenciaron en su disposición a trabajar con la Casa Blanca.

Cuomo se presentó como el único capaz de “resistir sin romper”, Sliwa apeló al pragmatismo negociador y Mamdani ofreció una fórmula que sintetiza su ambición política: “Trabajaré con Trump si ayuda a bajar el costo de vida; pero si ataca a los neoyorquinos, tendrá que enfrentarse conmigo”.

Esa frase, simple y contundente, encapsula su estrategia: presentarse como defensor de la gente común frente a cualquier poder externo, sea Wall Street, Washington o Albany.

Una elección de época

Con Mamdani liderando las encuestas (46% de intención de voto frente al 33% de Cuomo y el 15% de Sliwa), el debate dejó entrever una transición política más profunda que una simple competencia electoral. La ciudad que alguna vez simbolizó la hegemonía del centrismo liberal ahora podría tener como alcalde a un socialista millennial.

La elección del 4 de noviembre será, más que una disputa por la alcaldía, un referéndum sobre qué modelo de liderazgo quiere Nueva York: la experiencia sin inspiración de Cuomo, el orden sin matices de Sliwa o el idealismo ambicioso de Mamdani.

Sea cual sea el resultado, el debate del jueves confirmó que la política neoyorquina ya no gira en torno a la figura del poder, sino a la lucha por redefinir lo que significa gobernar en una ciudad donde la desigualdad, la diversidad y la fatiga política conviven cada día.

Crédito fotográfico: NBC New York


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