
THE LATIN VOX (23 de octubre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Luiz Inácio Lula da Silva no parece dispuesto a despedirse del poder. El presidente brasileño, símbolo de la izquierda latinoamericana y figura clave en la política de su país durante más de cuatro décadas, anunció que volverá a presentarse a las elecciones presidenciales de 2026, con la intención de gobernar Brasil hasta 2030.
“Estoy por cumplir 80 años, pero pueden estar seguros de que tengo la misma energía que cuando tenía 30”, declaró Lula durante un discurso en Yakarta, Indonesia, donde participaba en una cumbre internacional. “Y voy a postularme para un cuarto mandato en Brasil”, añadió, provocando una ovación entre los asistentes y reacciones inmediatas en todo el mundo político.
Una carrera política que desafía la biología
Si gana, Lula se convertiría en el primer presidente elegido democráticamente en Brasil en acumular 16 años en el cargo. Y lo haría tras una trayectoria que abarca desde su primera campaña electoral en 1982 hasta su regreso triunfal al poder en 2023, después de derrotar al ultraderechista Jair Bolsonaro.
Pese a su edad, quienes lo conocen aseguran que el mandatario conserva una vitalidad envidiable. Fernando Morais, su biógrafo y amigo cercano, lo describe como “un toro”. “No es Joe Biden”, afirmó en referencia al presidente estadounidense que tuvo que abandonar su reelección en 2024 tras un desastroso debate con Donald Trump. “Nunca le he visto perder el hilo, ni en público ni en privado. Tiene una energía física y espiritual asombrosa”.
Morais, autor de Lula: el hijo del Brasil, cuenta que el presidente “duerme cuatro o cinco horas por noche y sigue adelante como si nada”. Y muestra una foto en la que Lula, con guantes rojos de boxeo, golpea un saco de entrenamiento con una sonrisa desafiante.
Un escenario político favorable, pero no garantizado
Las encuestas actuales colocan a Lula como favorito para los comicios de octubre de 2026, impulsado por el colapso de la derecha tras la condena de Bolsonaro a 27 años de prisión por intentar impedir la toma de posesión del propio Lula mediante un golpe militar.
Con el bolsonarismo dividido y sin liderazgo claro, los sondeos apuntan a que el expresidente vencería a cualquiera de sus posibles rivales. Sin embargo, los analistas advierten que el panorama podría cambiar rápidamente. Celso Rocha de Barros, autor de un reciente estudio sobre el Partido de los Trabajadores (PT), considera que Lula “es el favorito, pero la elección está completamente abierta”.
Su oponente más probable, el gobernador paulista y exministro de Bolsonaro Tarcísio de Freitas, contaría con el respaldo de las élites económicas y políticas del país, lo que podría estrechar la contienda.
“Será una elección durísima”, advirtió Guilherme Boulos, ministro en el actual gobierno y considerado el heredero natural de Lula dentro del PT. “Brasil sigue profundamente polarizado, y las grandes plataformas digitales jugarán un papel decisivo. Va a ser una guerra”.
Entre la historia y la posteridad
Lula, que en 2002 se convirtió en el primer presidente obrero de Brasil, ha sabido reinventarse una y otra vez. Tras su encarcelamiento en 2018 por acusaciones de corrupción luego anuladas, volvió al poder con el discurso del perdón y la reconstrucción nacional.
Ahora busca sellar su legado con un cuarto mandato que, según su círculo íntimo, sería “el más ambicioso y transformador”.
“Estoy convencido de que será su mejor gobierno”, afirma Morais. “El que le permitirá entrar en la historia por la puerta grande”.
A sus casi 80 años, Lula parece decidido a demostrar que el tiempo, al menos en su caso, no dicta las reglas de la política.
Crédito fotográfico: Demócrata