X‑59 QueSST de la NASA realiza su primer vuelo de pruebas: hacia una nueva era de vuelos supersónicos silenciosos

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THE LATIN VOX (28 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina. 

La NASA y el fabricante Lockheed Martin han alcanzado un hito histórico: el avión experimental X-59 QueSST diseñado para volar más rápido que el sonido sin producir el estruendoso estampido sónico convencional completó con éxito su primer vuelo de pruebas la mañana del martes.

El despegue se realizó desde la planta de Lockheed Martin en Palmdale (Plant 42), al norte de Los Ángeles, y tras una hora de vuelo la aeronave aterrizó sin contratiempos en la base Edwards de la Fuerza Aérea de EE.UU., en California.

Este logro marca el inicio de una misión denominada “Quesst” (Quiet SuperSonic Technology), con la visión de abrir la puerta a vuelos comerciales supersónicos sobre tierra, superando una de las barreras históricas de la aviación: el ruido del estampido sónico.

Diseño y características técnicas clave

  • El X-59 mide aproximadamente 30 metros (unos 100 pies) de largo, con una envergadura de cerca de 9 metros y está configurado para volar a una altitud de ≈ 55.000 pies (≈ 16.800 m) a velocidades de hasta Mach 1.4 (~925 mph / ~1.490 km/h).
  • Uno de sus rasgos más distintivos es la parte superior del fuselaje donde se ubica el motor, lo cual contribuye a reducir el impacto acústico en tierra.
  • El objetivo no es simplemente romper la barrera del sonido, sino hacerlo de modo que el estampido tradicional se transforme en un “sonic thump” un leve sonido comparado con el cierre de una puerta de automóvil minimizando la molestia para poblaciones que sobrevuelen.

¿Por qué es tan importante este vuelo?

Durante décadas, el gran “pero” del vuelo supersónico comercial radicó en que sobre poblaciones terrestres estaba en gran parte prohibido debido al estampido sónico que causaba vibraciones, daños y molestias. El legendario Concorde, por ejemplo, sólo pudo operar en rutas oceánicas por esa razón.

Con el X-59, la NASA pretende cambiar esa ecuación: generar datos que puedan cambiar las normas de ruido de los organismos reguladores (como la Federal Aviation Administration, FAA de EE.UU. y la International Civil Aviation Organization, OACI), permitiendo vuelos supersónicos sobre tierra abiertos al tráfico comercial.

El primer vuelo representa la fase de comprobación de sistema: en esta prueba el X-59 voló a velocidad sub-sónica (~230 mph / ~370 km/h) y alcanzó una altitud de ~12.000 pies (~3.660 m).

Qué sigue en el cronograma del programa

  1. Pruebas de vuelo progresivas: Tras este primer vuelo sub-sónico, se espera que las próximas pruebas incrementen altitud y velocidad hasta alcanzar la velocidad supersónica.
  2. Validación acústica: La campaña de pruebas incluye vuelos sobre zonas pobladas para medir cómo perciben los ciudadanos el “thump” generado, lo que será clave para la aceptación regulatoria.
  3. Datos para regulación y comercialización: Los datos que genere el X-59 permitirán aportar evidencia tangible para revisar la normativa de vuelos supersónicos sobre tierra y abrir nuevos mercados en la aviación comercial.
  4. Escalado hacia aviones comerciales: En un horizonte más amplio, la tecnología podría desembocar en jets de pasajeros que viajen entre ciudades continentales en tiempo reducido, con ruido reducido.

Desafíos y expectativas en el horizonte

  • Técnicos: Aún quedan pruebas críticas por delante: sistemas de control, aviónica, resistencia estructural a altitud y velocidad elevadas, integración en espacio aéreo civil, etc.
  • Regulatorios: Que el estampido acústico esté bajo control no significa que su aceptación sea automática; la percepción pública, normativas y estudios de impacto son determinantes.
  • Económicos y de mercado: Que exista la tecnología no implica que los vuelos comerciales supersónicos silenciosos sean de inmediato accesibles o sostenibles; los costos, la demanda y la infraestructura deben alinearse.
  • Ambientales: Aunque el ruido es un factor, también lo será el consumo energético, las emisiones y el impacto sobre rutas de vuelo más elevadas o veloces.

El primer vuelo del X-59 es un golpe simbólico e histórico: representa más que una máquina nueva en el aire, es una apuesta por redefinir los límites de la aviación. Si la NASA y Lockheed Martin logran cumplir los objetivos acústicos, técnicos y regulatorios, el mundo podría estar ante el preludio de una nueva era de vuelos supersónicos civiles, más rápidos, más accesibles y menos ruidosos.

En última instancia, lo que está en juego no es solo cuánto más rápido lleguemos de un ciudad a otra, sino cuánto mejor podemos volar sin molestar a quienes están abajo, y cómo transformamos nuestras conexiones globales. El X-59 ya ha despegado y, con él, también despega una visión para el futuro del transporte aéreo internacional.

Fuente: www.space.com

Foto: Google fotos


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