
THE LATIN VOX (30 de Octubre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Una investigación exclusiva del diario inglés The Guardian ha revelado que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) mantiene a cientos de personas detenidas durante días e incluso semanas en instalaciones secretas y sin supervisión, en clara violación de sus propias políticas internas.
Estas salas de detención —ubicadas en oficinas de ICE, edificios federales y otros puntos a lo largo del país— están diseñadas para retener temporalmente a los detenidos durante unas pocas horas antes de su traslado o liberación. Sin embargo, los nuevos datos muestran que las detenciones se están extendiendo por periodos mucho más largos, con aumentos de hasta un 600% en algunos casos.
Una de las situaciones más alarmantes ocurrió en un edificio federal en el centro de Manhattan, donde un hombre de 62 años fue retenido durante dos meses y medio en una pequeña habitación sin cama ni acceso adecuado a atención médica. En ese mismo lugar, al menos 63 personas fueron confinadas por más de una semana.
De 12 horas a semanas de encierro
Hasta hace poco, las políticas internas de ICE prohibían mantener a una persona más de 12 horas en estas salas. Pero un memorando emitido en junio flexibilizó esa norma, permitiendo hasta tres días de retención. Sin embargo, la investigación demuestra que ICE ha seguido deteniendo a personas mucho más allá de ese límite.
La expansión del uso de estas instalaciones coincide con el endurecimiento de las políticas migratorias de la administración Trump, que ha impulsado un aumento masivo de arrestos y deportaciones. Según los datos analizados, desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, el tiempo promedio de detención en al menos 127 centros de retención del país se ha incrementado de manera drástica.
Sin supervisión, sin abogados, sin derechos
A diferencia de los centros de detención oficiales, estas instalaciones no están sujetas a auditorías, inspecciones ni estándares de supervisión. Tampoco permiten la entrada de abogados o visitas familiares.
En algunos casos, incluso miembros del Congreso han sido bloqueados al intentar ingresar para realizar inspecciones.
“Hay una ausencia total de supervisión”, denunció Paige Austin, abogada de la organización Make the Road New York, que ha demandado a ICE por las condiciones en el centro de Manhattan. “El aislamiento y la falta de acceso a abogados son mecanismos diseñados para impedir la transparencia y la rendición de cuentas.”
Un exfuncionario de ICE, que trabajó en temas de supervisión y pidió el anonimato, fue tajante:
“Las personas no deberían pasar más de 12 horas allí. Lo que está ocurriendo es, simplemente, una barbaridad.”
El exfuncionario agregó que el riesgo de abusos —incluyendo agresiones sexuales o negligencia médica— aumenta cuanto más tiempo permanecen las personas detenidas sin vigilancia.
Condiciones indignas
Las descripciones de las salas son estremecedoras: espacios de cemento con bancos fríos, iluminación permanente, baños sin privacidad y mantas térmicas de aluminio. Los detenidos duermen en el suelo, sin ducharse durante días, y con escaso acceso a comida o agua.
En julio, un video grabado clandestinamente dentro del centro de Manhattan mostró a más de 20 personas hacinadas, algunas acostadas en el suelo, bajo luces encendidas las 24 horas. La grabación, difundida por la New York Immigrant Coalition, dio al mundo una rara mirada al interior de estas instalaciones.
Tras una orden judicial en septiembre, ICE se vio obligado a proporcionar colchonetas, cepillos de dientes y tres comidas diarias, además de permitir contacto con abogados. Pero organizaciones defensoras de derechos humanos sostienen que las mejoras son superficiales y que el problema de fondo —la detención prolongada sin supervisión— persiste.
“Un problema creado por ICE”
Casos similares han sido denunciados en Baltimore, Los Ángeles y Atlanta. En Maryland, por ejemplo, abogados denunciaron que en un centro del edificio federal George H. Fallon no había personal médico y que ICE mentía sobre la comida suministrada, presentando recibos de supermercados en lugar de los supuestos menús “listos para comer” que declaró ante la corte.
“La crisis es completamente de su propia creación”, señaló la abogada Amelia Dagen, del Amica Center for Immigrant Rights. “ICE se impone cuotas de arrestos arbitrarias que no puede sostener sin violar derechos humanos básicos.”
A pesar de múltiples solicitudes, ni el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ni ICE respondieron a las preguntas del diario inglés The Guardian antes del cierre de la edición.
Mientras tanto, miles de personas —hombres, mujeres y niños— siguen siendo encerradas en habitaciones ocultas, invisibles al escrutinio público, donde las normas se han desdibujado y los derechos humanos parecen haberse quedado fuera de la puerta.
Crédito fotográfico: The New York Times.