
THE LATIN VOX (01 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
El primer ministro canadiense Mark Carney admitió públicamente que levantar los aranceles que el People’s Republic of China impuso sobre productos canadienses como la colza, el cerdo y los mariscos no será algo que ocurra de un día para otro. Durante un discurso en la cumbre del Asia‑Pacific Economic Cooperation (APEC) en Gyeongju, Corea del Sur, Carney afirmó que, aunque existen avances diplomáticos, el camino hacia una resolución comercial plena es más largo de lo que muchos esperaban.
¿Qué dijo exactamente Carney?
- “Eliminar los aranceles chinos de la noche a la mañana no era nunca una expectativa realista”, señaló Carney en rueda de prensa.
- Al responder si esperaba que Pekín levantara pronto sus gravámenes sobre la colza canadiense, Carney fue cauto: “No espero ese tipo de avance inmediato. Tenemos que ver este asunto como parte de un diálogo más amplio”.
- También recordó que Canadá debe tener en cuenta su relación con los Estados Unidos, un socio comercial dominante cuya posición hacia China puede condicionar las negociaciones bilaterales entre Ottawa y Pekín.
Contexto: de qué aranceles estamos hablando
Canadá y China mantienen tensiones comerciales crecientes:
- China impuso medidas antidumping y elevó aranceles sobre exportaciones canadienses clave, entre ellas la colza, el cerdo y los mariscos, como reacción a lo que considera “prácticas desleales”.
- Por su parte, Canadá impuso y mantiene aranceles sobre diversos productos chinos, incluidos vehículos eléctricos, lo que ha complicado el restablecimiento de comercio fluido entre ambos países.
- Este intercambio arancelario se desarrolla en el marco de un sistema comercial global que Carney definió recientemente como “el fin de la era del libre comercio plenamente basado en reglas”, señalando que Canadá debe adaptarse a un mundo comercial más complejo.
¿Por qué Carney plantea expectativas tan moderadas?
- Complejidad del comercio bilateral: No se trata solo de levantar gravámenes; también hay que negociar acceso al mercado, cumplimiento regulatorio de China, estándares fitosanitarios, propiedad intelectual y otras condiciones. Carney lo resumió como “un diálogo mucho más amplio que dos productos”.
- Influencia estadounidense: Dado que EE.UU. sigue siendo el principal socio comercial de Canadá, cualquier acuerdo con China debe contemplar cómo responderá Washington, y eso añade un nivel de cautela canadiense.
- Riesgo político interno: En Canadá, sectores agrícolas y exportadores afectados por los aranceles chinos exigen resultados concretos; sin embargo, el gobierno no quiere dar expectativas que luego queden incumplidas.
- Plazo estructural: Las negociaciones de este tipo suelen tardar meses o años. Carney lo reconoce abiertamente al afirmar que “no es algo de hoy para mañana”.
¿Qué implicaciones tiene para Canadá?
Para los exportadores
Las industrias canadienses que sufren los aranceles como la colza, el cerdo y los mariscos seguirán enfrentando barreras en el mercado chino por un tiempo. Esto podría implicar:
- Presión sobre precios y márgenes de exportación
- Necesidad de diversificar mercados o encontrar rutas alternativas
- Riesgo de pérdida de cuota en el mercado chino frente a competidores
Para la política exterior canadiense
- La declaración de Carney indica una estrategia de realismo: Canadá busca normalizar relaciones con China, pero sin ingenuidad.
- El país se posiciona para diversificar sus socios comerciales, reduciendo dependencia de EE.UU., aunque sin descuidar esa relación estratégica.
- En el plano global, esta admisión puede interpretarse como un signo del nuevo orden comercial: menos “rápidas victorias” y más negociaciones prolongadas en un mundo multipolar.
Para la economía canadiense
- Las exportaciones a China representan un componente relevante para ciertas provincias (por ejemplo, Saskatchewan en colza). La demora en resolver los aranceles puede generar impacto regional.
- A nivel macro, Canadá refuerza la urgencia de acelerar su meta de duplicar exportaciones fuera de EE.UU. en los próximos diez años.
Escenarios hacia el futuro
- Progreso gradual: Canadá y China acuerdan plazos específicos para reducción de aranceles, por ejemplo eliminarlos parcialmente en ciertos productos a cambio de compromisos de Canadá.
- Estancamiento prolongado: China mantiene aranceles elevados mientras demanda concesiones canadienses más amplias; el comercio bilateral se ralentiza.
- Escalada adversa: Si Canadá lanza iniciativas unilaterales o EE.UU. los presiona, China podría mantener o incluso aumentar los gravámenes, lo que generaría pérdidas mayores para exportadores canadienses.
Las declaraciones de Mark Carney marcan una postura consciente de los límites de la diplomacia comercial: levantar aranceles chinos ya no es factible, pero eso no significa que Canadá se rinda. Más bien, indica que Ottawa entrará en una fase de paciencia estratégica, mientras gestiona las tensiones con China, equilibra su alianza con EE.UU. y busca abrir nuevos caminos comerciales.
Para los exportadores canadienses, el mensaje es claro: la espera continúa, y la diversificación es prioridad. Para el mundo, es un recordatorio de que el comercio global ya no opera como antes: los acuerdos rápidos y de una sola pieza pertenecen al pasado. En esta nueva era, las negociaciones serán más complejas, más lentas… pero también más realistas.
Fuente: www.bloomberg.com
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