THE LATIN VOX (04 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
El gobierno peruano anunció este lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con México luego de que las autoridades mexicanas concedieran asilo en su embajada en Lima a la ex primera ministra Betssy Chávez, quien enfrenta cargos por rebelión en el marco del fallido intento de golpe de Estado de Pedro Castillo en diciembre de 2022.
El ministro de Relaciones Exteriores peruano, Hugo de Zela, calificó el acto mexicano como una “ofensiva inamistosa” y señaló que el país ha decidido “romper relaciones diplomáticas” ante lo que considera una intromisión sistemática de México en los asuntos internos de Perú.
Los hechos que desencadenaron la crisis
La tensión estalló cuando se conoció que Betssy Chávez quien ocupó el cargo de primera ministra durante el gobierno de Pedro Castillo buscó refugio en la residencia de la embajada mexicana en Lima. Chávez fue detenida en junio de 2023 y liberada en septiembre bajo fianza, mientras enfrenta una acusación penal por su supuesta participación en el intento de disolver el Congreso peruano.
El comunicado del ministerio peruano mencionó que “en respuesta a este acto inamistoso, y considerando las reiteradas ocasiones en que los actuales y anteriores mandatarios de ese país han interferido en los asuntos internos del Perú”, se decidía romper con México.
Por su parte, la cancillería mexicana calificó la decisión peruana de “excesiva y desproporcionada”, asegurando que la concesión del asilo se realizó conforme a la legislación internacional sobre refugiados y protección complementaria.
Antecedentes de una relación ya deteriorada
La ruptura no surge en el vacío. Desde la destitución de Castillo en 2022, las relaciones entre ambos países han estado marcadas por choques diplomáticos:
- México apoyó públicamente a Castillo tras su destitución, lo que generó duras críticas por parte del gobierno peruano.
- En 2023, Perú ya había declarado “persona non grata” al embajador mexicano y temporalmente retirado a su encargado de negocios.
- La concesión de asilo a Betssy Chávez se interpreta por Lima como un acto más de intervención directa, en un contexto de acusaciones de “injerencia sistemática” por parte de México.
Las implicaciones de la ruptura
Diplomáticas:
- Perú y México suspenden el intercambio pleno de embajadores y relaciones diplomáticas formales. Sólo se mantendrán de momento relaciones consulares básicas para proteger a nacionales de ambos países.
- El gobierno peruano ha solicitado la salida de la encargada de negocios mexicana en Lima, lo que podría traducirse en una retirada completa de la representación diplomática.
Políticas internas:
- La gestión del presidente peruano José Jerí afirma defender la soberanía nacional frente a lo que considera actos de interferencia extranjera.
- En México, el gobierno de Claudia Sheinbaum insiste en que la concesión del asilo fue legal, lo que puede ser utilizado políticamente en el país como una reafirmación de su postura en diplomacia latinoamericana.
Regional y geopolítico:
- Esta crisis se suma a una serie de rupturas o fricciones similares en América Latina, donde las concesiones de asilo diplomático han desatado conflictos entre países. La estabilidad entre estados latinoamericanos se ve afectada por tensiones ideológicas, diplomáticas y de soberanía.
- La decisión peruana podría motivar a otros países de la región a replantear sus relaciones con México, y plantea un precedente sobre cómo se interpreta el asilo diplomático en el continente.
¿Qué sucede con Betssy Chávez?
Chávez, de 36 años, fue jefa del gabinete de Pedro Castillo y afronta cargos de rebelión y conspiración por su presunta implicación en la intentona de disolución del Congreso, que buscaba instaurar un gobierno de facto en 2022. Está procesada y los fiscales han solicitado una condena superior a los 25 años de prisión.
Aunque su abogado afirma no haber tenido contacto reciente con ella y desconoce si solicitó formalmente el asilo, su presencia en la residencia diplomática de México constituye el catalizador de la ruptura.
Escenarios posibles a futuro
- Escalada diplomática: Perú podría ampliar la ruptura por ejemplo, abandonar organismos multilaterales o reclamar sanciones en foros regionales lo que deterioraría aún más los vínculos latinoamericanos.
- Negociación de emergencia: Bajo mediación internacional, ambos países podrían acordar un restablecimiento parcial de relaciones, condicionadas a acuerdos sobre el caso Chávez y garantías de no intervención mutua.
- Estancamiento prolongado: La ruptura podría convertirse en un estado de facto de “enfriamiento” diplomático prolongado, con pérdida de oportunidades comerciales, cooperación regional y afectación de ciudadanos de ambos países (movilidad, comercio, inversiones).
La ruptura de relaciones diplomáticas entre Perú y México tras el asilo otorgado a Betssy Chávez marca un episodio de alta tensión en la política latinoamericana reciente. El conflicto no sólo tiene raíces jurídicas y políticas, sino que pone en evidencia cómo el asilo, la intervención extranjera y la protección de la soberanía estatal pueden desencadenar choques bilaterales.
Para Perú, la señal es clara: defenderá lo que considera su autonomía frente a lo que percibe como intromisión. Para México, la concesión de asilo reafirma un rol activo en la región, aunque con costos diplomáticos concretos.
En el tablero latinoamericano, el desenlace de esta crisis definirá no sólo el futuro de las relaciones LIMA-CDMX, sino también los límites de la diplomacia de asilo, la cooperación intergubernamental y la soberanía de las naciones en una era donde los vínculos regionales parecen cada vez más frágiles.
Fuente: www.theguardian.com
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