
THE LATIN VOX (13 de noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
En un rara comparecencia pública, Dan Rogers, director de la agencia canadiense de inteligencia CSIS, anunció hoy que su organismo ha detectado, investigado y neutralizado “amenazas potencialmente letales” dirigidas por los servicios de inteligencia iraní contra personas establecidas en Canadá que el régimen de Teherán considera adversarios.
Según Rogers, este tipo de intervenciones constituyen «la primera vez» que el CSIS admite públicamente haber actuado para proteger a residentes en Canadá de ataques ordenados o inspirados por Irán. Además, el director afirmó que la agencia ha tenido que reformular sus prioridades operativas ante lo que calificó como un incremento significativo del riesgo procedente de servicios de inteligencia extranjeros.
Qué se sabe hasta ahora
- Rogers no proporcionó detalles concretos sobre los nombres de los individuos amenazados, la forma exacta de la operación o los métodos de neutralización, señalando únicamente que en “más de un caso” se trató de intervenciones destinadas a detener amenazas graves dentro de Canadá.
- En su discurso, el director reforzó que Irán no es el único actor que preocupa al CSIS: también se identificaron redes vinculadas a Rusia que intentaron adquirir bienes y tecnología canadiense mediante empresas fachada ubicadas en Europa. Estas operaciones fueron bloqueadas tras alertas emitidas a compañías canadienses.
- Rogers recalcó que la relación entre Canadá e Irán ha sido históricamente “muy frágil”: El país norteamericano rompió relaciones diplomáticas con Teherán en 2012 y en 2024 designó al Guardia Revolucionaria Islámica de Irán como organización terrorista, lo que marcó un endurecimiento en su respuesta.
¿Por qué esta declaración pública del CSIS es relevante?
- Visibilidad del riesgo interno: Aunque los servicios de inteligencia rara vez revelan detalles operativos, el anuncio subraya que Canadá considera que personas bajo su protección —residentes, disidentes, exiliados u opositores a Irán— están siendo objetivos activos de operaciones extranjeras.
- Cambio de estrategia en seguridad: Rogers admitió que tuvo que “reasignar recursos” para hacer frente al creciente número de amenazas provenientes del exterior, lo que evidencia que la prioridad de la agencia ha evolucionado hacia un enfoque más defensivo y proactivo frente a servicios de inteligencia de estados adversarios.
- Impulso a la política de “ofensiva competitiva”: La mención de operaciones rusas y la conjunción con la mención de Irán sugieren que Canadá está afrontando un entorno de espionaje y operaciones encubiertas mucho más activo y peligroso, obligando al país a redoblar sus esfuerzos de contrainteligencia.
- Mensaje de disuasión: Al hacer el anuncio público, Canadá envía una señal a los actores estatales adversarios de que está al tanto de sus actividades y que está preparado para responder; también refuerza el mensaje de que considera ciertas amenazas como un problema de seguridad nacional, no solo diplomático.
¿Qué implicaciones tiene para Canadá, Irán y la comunidad internacional?
Para Canadá
- El país tendrá que fortalecer no solo sus capacidades de inteligencia, sino también los mecanismos de protección para individuos vulnerables en Canadá que pudieran ser blancos de agentes extranjeros.
- Las empresas que proveen tecnología, bienes de doble uso o servicios críticos podrían ver intensificadas las advertencias de la CSIS y medidas de control más estrictas.
- En el norte del país y en el Ártico, ámbito donde Rusia y China también concentran atención, Canadá ve un aumento de la actividad de espionaje y trata de reforzar su vigilancia. The Guardian
Para Irán
- La revelación limita el margen de maniobra de Teherán en operaciones clandestinas en suelo canadiense, y pone en evidencia la visibilidad de sus acciones más allá del Medio Oriente.
- Puede incrementar la tensión bilateral entre ambos países, ya que Irán podría tantear represalias políticas, diplomáticas o encubiertas contra intereses canadienses u occidentales.
Para la comunidad internacional
- Este anuncio se enmarca en una tendencia más amplia: muchos países occidentales están revelando con más frecuencia operaciones de servicios de inteligencia estatales —especialmente vinculadas a Irán, Rusia y China— lo que apunta a un “rehabilitamiento” del espionaje estatal como herramienta sistemática de agresión geopolítica.
- En el contexto de la guerra de Ucrania, el conflicto Israel-Irán y las crecientes disputas por tecnología militar, minerales críticos y rutas árticas, la seguridad nacional y la contrainteligencia adquieren una nueva centralidad para países tradicionales.
Retos, preguntas sin respuesta y riesgos latentes
- ¿Cuál era la naturaleza exacta de las amenazas iraníes? Rogers no detalló si las operaciones implicaban asesinatos, secuestros, atentados o una combinación de tácticas. La ausencia de transparencia dificulta una evaluación externa completa.
- ¿Quiénes eran los individuos en riesgo? Al no identificarse víctimas ni indicar si eran ciudadanos canadienses o residentes, se mantienen interrogantes sobre el perfil de los objetivos y la amplitud del problema.
- ¿Cómo se neutralizaron estas amenazas? Tampoco se revelaron cuáles fueron los métodos de disuasión o protección utilizados, lo que deja incógnitas sobre la capacidad real de interrupción y el nivel de vulnerabilidad existente.
- ¿Qué repercusiones diplomáticas habrá? Si bien el anuncio apunta a Irán, podría desatar un juego de acusaciones, represalias o escaladas diplomáticas, en un momento en que muchas potencias buscan gestionar conflictos múltiples.
- ¿Cómo responderá el sector privado? Las empresas que ya fueron alertadas sobre compradores de fachada rusos deberán revisar sus protocolos internos, pero el anuncio sugiere que también deberían mirar con lupa actividades vinculadas a Irán, aunque no se haya mencionado empresas concretas.
Escenarios posibles hacia adelante
- Escenario 1 – Refuerzo de la estrategia de contrainteligencia
Canadá podría aumentar la cooperación con aliados (EE.UU., Reino Unido, Australia), reforzar legislación sobre compras de tecnología y bienes sensibles, y lanzar campañas de alerta para personas vulnerables en su territorio. - Escenario 2 – Escalada diplomática o represalia
Irán, al ver expuestas sus operaciones, podría reaccionar políticamente, expulsar diplomáticos canadienses, restringir la cooperación bilateral o incluso intentar operaciones de escala limitada como represalia. - Escenario 3 – Integración del problema de inteligencia en la política pública
La divulgación pública del CSIS podría desencadenar un debate nacional en Canadá sobre los recursos dedicados a inteligencia, la protección de disidentes, la vigilancia corporativa y el rol del país en el escenario global de espionaje.
La declaración del director del CSIS marca un momento significativo: Canadá está reconociendo públicamente que su territorio ya no es un espacio seguro frente a ciertas operaciones estatales hostiles. Que Irán junto a Rusia considere a personas dentro de Canadá como objetivos “letales” es una señal de que la guerra de inteligencia se ha trasladado al ámbito civil y territorial de países tradicionalmente menos involucrados.
En un mundo donde las fronteras digitales y físicas se difuminan, esta revelación abre interrogantes sobre la protección de ciudadanos, la responsabilidad internacional del Estado, y la adaptabilidad de los países a un entorno en el que los servicios de inteligencia actúan sin cortapisas. Canadá dice haber intervenido a tiempo. Los próximos pasos definirán si puede mantenerse un paso por delante.
Fuente:www.reuters.com
Foto: www.reuters.com